Por

Anónimo

septiembre 21, 2015

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DESPECHO…. Autor: MAPMAKER

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El haberme enterado que mi pareja había sido vista en compañía de otra mujer, de mi mejor amiga, me tenía resentida, no había nada que calmara mi enojo y mi despecho.

Me sentía liberada, sin ataduras ni compromisos, estaba disfrutando con  un compañero que conocía de vista pues ambos prestábamos servicios en una compañía,  nunca nos habíamos relacionados hasta ese día en que por casualidad nos encontramos en ese sitio de diversión.

La bebida y el resentimiento me  liberaron  de ataduras sociales haciendo que me comportara de manera libertina, actritud que hubiera refrenado en otra ocasión;  bailaba suelta mostrando toda mi sensualidad oculta, me olvidé de mi edad, de mi decencia, quería olvidarme aquel suceso, de lo que consideraba una traición.

La música cambió de ritmo haciéndose más  suave, el ambiente se tornó más íntimo incrementando mis  deseos;  alcé mis brazos enlazándolos a su cuello, empinándome para buscar su boca;  nos fundimos  en un intenso beso; atrevidamente introduje mi lengua en su boca,  saboreando su interior, un tentáculo grueso  invadió mi boca, llenándola. Me apoderé de el, chupándolo, succionándolo y saboreando todos los fluidos que emanaban;  sentí que se mojaban mis bragas.

El deseo de tener sexo nos  invadió, no mediaron palabras, me tomó de la mano y apresuradamente abandonamos el local; ambos sabíamos dónde ir y cuál sería el desenlace.

Entramos a la habitación  enredados; acoplados en un beso que no tenía fin, nuestras ropas rodaban por la alfombra; caímos sobre el lecho completamente desnudos.

La tv proyectaba una escena porno en donde un negro bien dotado hacía gemir a una chica blanca embutiéndole el pene por el ano, la escena aumento mi lujuria, sentía los flujos que emanaban de mi vulva empapándome los labios vaginales.

Bajé mi mano buscando su miembro, un estremecimiento recorrió mi cuerpo; lo que palpé era grande y grueso, quizás más grande y más grueso del que aparecía en la tv; mi pareja tenía un pene normal pero esto no era un pene cualquiera, era una verdadera verga.!!!

Cambió de posición buscando mi sexo, su lengua invadió mi raja haciéndome jadear,  succionó ávidamente los flujos que emanaban de mi chorreante túnel,  saboreó los pliegues de mi sexo  para luego aprisionar con sus labios  mi abultado clítoris.

No pude soportar tal caricia;  la  estimulación  y la imagen del negro llenándole el  culo de leche a la chica, me llevo al límite;  mis sentidos explotaron en un increíble  orgasmo haciéndome gemir sin control.

Al reponerme del desfallecimiento  pude observar realmente  la dimensión del miembro de mi acompañante;   tenía por vez primera  ante mis ojos la imagen  de una verdadera verga; la cabeza carnosa unida aun grueso tallo que se engrosaba a medida que se  aproximarse al pubis, nunca había visto un pene de esas dimensiones, el deseo de sentirla dentro me invadió. En la Tv,  la chica montaba al negro tragándose su estaca hasta las negras bolas.

Comencé a acariciarla, incrementando los fluidos que brotaban de ella; estos al mezclarse con  mi saliva crearon un jugo cremoso que extendí  para lubricar  todo aquel miembro.

 Se colocó sobre mí ansioso por penetrarme; lo manifestaba su respiración agitada, el temblor de su cuerpo;  enlacé  mis piernas  a  su cintura; sentí el roce de su falo en mi pubis, la punta paso rozando mi clítoris aumentando mi excitación; continuó  para ir a  acunarse en la entrada de mi mojado canal. Cerré los ojos, abrí la boca,  preparándome para la inevitable penetración;  la lubricada cabeza fue apartando los labios vaginales avanzando implacablemente, los jugos que fluían de mi concha facilitaron la penetración.

Lenta pero inexorablemente la gruesa verga fue rellenando mi intimidad;  no hubo rudeza, no hubo violencia solo un constante  y firme avance causado por el empuje de sus caderas;  arquee mi cuerpo  boqueando, buscando aire; el grosor del  pene ensanchaba la entrada de mi sexo aplastando mi clítoris,  inflamándolo más; mis piernas empezaron a temblar, una sensación de llenura invadió mi concha  causándome un clímax inesperado.  

Busqué sus labios besándolo enardecida, introdujo su lengua hasta cortarme el aliento, me  dejaba buscar aire para introducírmela nuevamente; ese martirio se convirtió en placer; así continuamos hasta rodar y cambiar de posición.

Quedé ensartada en el grueso miembro;  continúe chupándole la lengua mientras elevaba mis nalgas para dejarme caer sobre su pubis, los fluidos que manaban de mi sexo hacían que la penetración fuese completa,  más excitante  con mi pareja,   jamás había lubricado de esa manera al tener sexo.

Sus manos masajeaban mis nalgas causándome una sensación delirante, introdujo uno de sus dedos  en mi ano sacándome un grito de sorpresa, empecé a menear mi culo  de  manera frenética; sentía el salpicar de nuestros jugos y el ruido que causaba mis glúteos  al topar con sus muslos.

Su respiración se hizo entrecortada, contraje mi vagina presionándole el miembro;  aceleré mis movimientos hasta lograr que su verga expulsara la leche retenida;  potentes chorros de esperma inundaron mi vagina;  aumentando  aun más mi libido,  llevándome a un delirio total;  mi  vagina se contrajo  en rápidos espasmos  a consecuencia de el orgasmo que me invadia.

Continuamos besándonos, el deseo no disminuía;  yo seguía excitada mirando en  la tv como el negro embutía su miembro en el sexo de  la chica. Giré el cuerpo  manteniendo su miembro dentro de mí.

Continué acoplada pero esta vez a espaldas de él, me recosté sobre su pecho giré mi cabeza para continuar besándolo, sus manos tomaron mis senos acariciándolos, pellizcándolos, apretándolos,  aumentando la sensación de deseos, bajé mi mano buscando mi vagina, palpé con asombro la dimensión que había adquirido mi clítoris ; la verga empezó a pistonear mi inundada concha; en  la pared frente a la cama un espejo reflejaba mi cuerpo ensartado en la tremenda verga; mi vagina depilada mostraba los labios hinchados, enrojecidos, el clítoris erecto, abultado por la presión del rollizo miembro, mis ingles bañadas en flujos; un completo cuadro de lujuria y desenfreno.

Mi cuerpo y mi mente pedían más, meneaba mi cuerpo buscando más placer, permití  que el pene abandonara su encierro para que recorriera toda mi zanja frotando el abultado clítoris continué así hasta sentir la lubricada cabeza hurgar en la anegada entrada de mi ano; la presione  con la punta de los  dedos obligándola  a entrar en mi apretado orificio.

La adrenalina y el deseo mitigaron el dolor de la desfloración;  la punta de la cabeza se abrió paso a través de los pliegues anales permitiendo el ingreso del grueso miembro el cual penetró hasta la mitad. El espejo reflejaba la expresión lasciva de mi rostro, relajaba mi cuerpo y meneaba mi trasero para alcanzar una penetración total, poco a poco la verga fue avanzando hasta desaparecer dentro de mi apretado túnel.

Mis dedos frotaron desesperadamente el hinchado clítoris al sentir que se acercaba un inminente  orgasmo; mi cuerpo se tensó como un resorte para estallar liberando toda la presión contenida; chorros de orina involuntarios escaparon de mi uretra con una  potencia increíble.

Las contracciones de mi anillo  causaron nuevamente otra potente eyaculación  dentro de mi recto; la sensación de la esperma caliente llenando mis entrañas fue excitante. Descubrí el placer de ser penetrada por detrás, de ser  rellenada con una  verga de ese calibre, esa sensación nueva y excitante  incrementó mis  deseos  sexuales  haciéndolos  más  intensos e insaciables.

Me desacoplé del grueso miembro e inclinándome sobre su cuerpo empecé a lamer las secreciones depositadas en su pubis y en sus huevos; la caricia encendió nuevamente  su libido logrando que la verga alcanzara una nueva erección.

Ansiosamente me coloqué sobre el lecho en posición de  rodillas y manos;  las rodillas separadas, las manos apoyadas firmemente,  las pompas al aire. El se colocó tras mis nalgas, sentí la punta de su verga tantear mi vagina buscando la entrada, los jugos viscosos manaban de mis orificios chorreando la parte interna de mis muslos.

Puso sus manos alrededor de mi cintura atrayendo firmemente mis glúteos hacia su cuerpo; la verga fue penetrando en mi sexo, avanzando hasta posesionarse por completo dentro de mí; sentí el roce de sus huevos entre  mis muslos, su pubis topar contra mis nalgas. Una sensación de llenura me invadió haciéndome jadear; miré la tv, el negro tenia a la chica en cuatro patas dándole por el culo.

Él empezó a embestirme con firmeza, el falo entraba y salía de mi raja sacándome gemidos de placer, los jugos que manaban habían adquirido la consistencia de una crema lechosa;  me la extrajo de la concha para apuntarla hacia mi palpitante orificio anal; sentí la cabeza abrirse paso a través de mi apretado anillo.
 Con tres impulsos de sus caderas logró enfundármela toda  haciéndome  que me corriera; permanecí  firme mientras los temblores se suscitaban a través de todo mi cuerpo. Puse los ojos en blanco mientras emitía un gemido ronco y prolongado.

Desmadejé mi cuerpo apoyando mi cara y mi torso sobre el lecho, quedé agotada mientras el cambiaba de orificio, lo sentí retirarme la verga del culo para introducirla en mi vagina; ambos orificios estaban amoldados , ninguno ofrecía resistencia.

La gorda verga penetró llenando todo mi caliente  túnel,  las ansias de seguir siendo poseída no disminuían, estaba incansable; impulsaba mi trasero hacía atrás para sentir más la penetración; la base del pene era de mayor diámetro por consiguiente al introducírmela toda la fuerza de la presión contra el clítoris era más fuerte causándome una sensación delirante y haciéndome perder el control. Meneaba mis nalgas desenfrenadamente deseando sentir más placer.

Percibí sus roncos  jadeos, notando como sus manos apretaban mis caderas halándolas con más fuerza hacia su pelvis; el ritmo que le imprimió indicaba el frenesí que lo embargaba; otro orgasmo estalló en mi interior  al sentir los estertores del grueso pene al expulsar los  chorros de esperma dentro de mí. En la tv el negro bañaba en esperma el rostro de la chica….. mi vulva dilatada pedía más verga.

Temblorosa, me tendí sobre el lecho colocando una almohada bajo mis nalgas, exponiendo mi palpitante raja a una nueva invasión. Se colocó sobre mí llenándome de besos, atrapé su lengua succionándola, incitándolo a que me la introdujera hasta la garganta hasta dejarme sin aliento. Bajo por mi cuello, llegando a mis pezones causando que mis deseos se incrementaran aún más. Continuó su recorrido llegando a mi depilado pubis, continuó para encontrarse con el inflamado clítoris, sus labios se cerraron alrededor del mismo aplicándole una torturante succión que me hizo morder las sábanas para no gritar.

Se irguió sobre mí abriéndome las  piernas y flexionándolas contra mi cuerpo; el pene quedo justo en mi lubricada abertura, solo empujó  y la verga penetro hasta que los gordos testículos frenaron su avance, esa sensación fue lo suficientemente erótica  para hacerme venir nuevamente

Sentía el área de mi vulva y mi ano moverse en espasmos de contracción y dilatación; estaba en éxtasis, el miembro abandonó la funda de carne deslizándose para detenerse justo en mi palpitante ano; un poquito de presión y la punta penetró en el lubricado orificio .

Un impulso de sus caderas y la verga penetro hasta la mitad, otro envión y sólo quedaron afuera los gordos huevos .Agarré mis corvas exponiendo mas mi culo a sus embates, la verga entraba sin impedimentos, sin forzar mi orificio anal.

Mis gemidos se hicieron intensos a medida que la copula aumentaba de velocidad, la verga empezó a cambiar de orificio; anal, vaginal, anal, vaginal; nuestros cuerpos se estremecían, meneaba mi trasero y mi cuerpo de manera increíble, las penetraciones se hicieron más rápidas hasta hacernos explotar en un fantástico orgasmo con gemidos que llenaban la habitación. Nuestros cuerpos se derrumbaron agotados, brillantes de sudor, las sábanas impregnadas de fluidos, el olor a sexo se sentía en el ambiente.

El se levantó dirigiéndose a la ducha, yo lo seguí con la mirada viendo su pene oscilar con su movimiento al caminar. En la Tv el negro colocaba a la chica en otra posición.

Me dirigí a la ducha; entré y me coloque a su espalda acariciándole. Bajé mis manos dirigiéndolas hacia su verga; esta comenzó a crecer; no pude resistir me puse de rodillas frente a él y comencé a mamársela. Nuevamente la cosquilla del deseo afloró a mi vulva, me empiné para besarlo; sentí su poderosa verga palpitar en mi vientre, su lengua invadió mi boca; enlacé mis brazos a su cuello, me empiné más levantando una pierna, tratando de acercar mi palpitante concha a l templado miembro.

El deseo se apoderó de nuestras mentes; bajó sus brazos colocándolos bajos mis corvas, izándome, la cabeza del pene chapoteo en la entrada de mi gruta introduciéndose ávidamente en el túnel que aún rebosaba  jugos seminales; sus fuertes brazos elevaban mi cuerpo para luego bajarlo logrando una penetración fantástica; yo me impulsaba con mis brazos para disfrutar el recorrido de aquel tubo de carne en mi anegado canal;  el deseo que me la incrustara en el culo invadió mi mente.

Empecé elevarme más y más hasta sentir que la lubricada punta saliera de mi vulva y resbalara hacia mi orificio anal. Dejé caer todo mi cuerpo, la punta rebasó el entreabierto anillo invadiéndome todo el recto; empecé a gemir como posesa al tiempo que subía y bajaba mis nalgas sobre la enorme verga.

No tomó mucho tiempo llegar al clímax, nuestros sexos y nuestras bocas estaban acoplados; los estertores agónicos de la venida nos invadieron al unísono;  nuestros gemidos se unieron en uno; ronco, profundo y agónico.

Me elevó finalmente extrayéndome la verga del culo mientras yo daba una última mamada a su poderosa lengua.

Me puse bajo la ducha y dejé el agua correr; mis dedos palparon mis orificios; de ambos manaba  líquido espeso y lechoso….lentamente la realidad volvió a mi….. sentí  algo de remordimientos pero los trate de borrar…..total mi pareja me había sido infiel….y con mi mejor amiga   …….y….. yo había disfrutado del sexo como una ninfómana.

Llegué a casa…un cansancio increíble me embargaba….las piernas me temblaban; sentía los labios vaginales hinchados, la entrada de mi ano me ardía;  mi cuerpo estaba adolorido  a consecuencia de la sesión maratónica de sexo que había tenido…. la casa estaba a oscuras,  encendí la luz y……..SORPRESA !!!!! ….. FELIZ ANIVERSARIO !!!!!!! gritaron mis amigos…… miré sorprendida al grupo de personas….mientras el semen escurría por la parte interior de mis muslos….recordé que no llevaba bragas…abrí los ojos comprendiendo que la reunión de mi pareja con mi mejor amiga era para prepararme esa fiesta sorpresa……..

 

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2 respuestas

  1. nindery

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