Por

agosto 25, 2012

6534 Vistas

agosto 25, 2012

6534 Vistas

VIVENCIAS 6 (MI PRIMA RUTH HA CRECIDO)

0
(0)

VIVENCIAS 6. (MI PRIMA RUTH HA CRECIDO)

Aquel lunes a principios de diciembre, y despues del agitado fin de semana que había pasado, por alguna razón que no puedo explicar, no me dieron ganas de ir a la escuela, por lo que aproximadamente a las 9 de mañana, me dirigí a la casa de Rosario, sabiendo que ella estaría en la escuela decidí hablar con su mamá, y pedirle permiso para que fuera mi novia.

Toqué a su puerta y en cuanto abrió se sorprendió al verme, la saludé de beso y me hizo pasar a su sala interrogándome por qué no había ido a la escuela.

La verdad es que quería hablar contigo, Angeles. El sábado sucedió algo que me ha estado inquietando y no puedo seguir así, hasta que quede todo correctamente.

Me miró con infinita preocupación, pero me animó a continuar.

Mira, desde que empecé a tratar a Rosario, nos simpatizamos mutuamente, hemos estado conviviendo mucho y la verdad, es que la paso muy bien con ella y creo que ella también conmigo. El sábado por la noche, al despedirnos le di un beso en la boca, fue un besito solamente, pero me quedé preocupado porque la vi llorar y se metió. Ni siquiera me dio tiempo de ofrecerle disculpa. Y por supuesto, también te las ofrezco a ti.

Ah. Vaya, fue eso. Yo también me quedé preocupada, porque por un momento pensé que habían discutido o le habías faltado y no ha querido hablar conmigo del tema. Toño, te agradezco tu sinceridad y tu interés en hablar conmigo, eso habla bien de ti. Pero también me preocupa el bienestar de Rosario, desearía que fueras honesto conmigo y me dijeras que intensiones tienes con ella.

Angeles, precisamente por eso estoy aquí, sabes, estoy enamorado de Rosario y ya no puedo más, por favor, no vayas a creer que esto es por la imagen que no ha querido mostrar. No. Esto que siento es desde antes, me gusta como es, como se comporta, su madurez e integridad, y ahora que veo como es realmente, pues que te puedo decir, si antes me gustaba, ahora me encanta. Mis intenciones son las mejores con ella. Déjame tratarla, cuidarla y convivir más con ella, que el tiempo decida lo que pase con nosotros, se que somos muy jóvenes para visualizar un futuro juntos, pero, creo que por algo se empieza, y si el tiempo decide que no somos tal para cual, que cada quien tome el camino que más le convenga.

Toño, me tienes totalmente sorprendida, nunca pensé que un chico de tu edad pensara de esa forma, y me agrada mucho, pero por supuesto que tienes mi permiso para tratar a mi hija, pero por favor, se que los tiempos han cambiado, y tienes toda mi confianza para visitarla aquí y llevarla a donde tu quieras, también estoy consiente que en ocasiones se quedarán solos, por esto, quiero pedirte algo muy especial, obviamente no puedo prohibirles que tengan sexo, pero por favor, no hagan nada de lo que después puedan arrepentirse, sabes muy bien a lo que me refiero. No puedo estar siempre tras de ustedes y por esta razón te ofrezco y te brindo toda mi confianza y se que ni tu ni ella la van a defraudar, y si algo llega a pasar, recuerden, que los únicos responsables de sus actos, son ustedes mismos.

Me sorprendió sobremanera la forma tan abierta con la que Ángeles se dirigió a mí, y se lo agradecí.

Yo hablaré también con mi hija, se que entre ustedes cabrá la cordura, pero como te dije, si su relación los lleva más allá, sean prudentes y cuídense, no me gustaría ver tu vida arruinada por un momento de pasión, y mucho menos la de mi hija. Confío en ustedes.

Y a todo esto, que dice Rosario?

No lo sé, no le he dicho nada, hoy no tuve ánimos de ir a la escuela, y desde el sábado que se metió llorando no sé nada de ella, pero quiero ir a la escuela para pedirle que sea mi novia, y ahora que tu lo sabes, pues me siento más animado. Aprovechando, dime, que le gusta a Rosario, quiero regalarle algo pero no quiero ser monótono comprándole flores.

Pues, le encantan los muñecos de peluche.

Gracias, Angeles, de verdad, creeme, trataré de llevar nuestra relación lo más correcta posible.

Asintió, y dándome un beso en la mejilla me retiré, para irme casi corriendo a comprar algún muñeco para Rosario. Eso de tratar de llevar una relación correcta, iba a ser muy difícil, pues Rosario poseía un cuerpo de diosa, que incitaba a cualquiera, bueno, hasta ese momento solo a mí, pues todos nuestros compañeros la seguían viendo como el patito feo de la escuela. No sabían la sorpresa que les aguardaba.

Después de comprar un hermoso oso de peluche, me dirigí hacia la escuela para ver a Rosario, Eran aproximadamente las 12:00 cuando ingresé por la puerta posterior del edificio C de la escuela encargándole al vigilante el paquete que llevaba y me dirigí directo a la cafetería, pues intuía que Rosario se encontraría leyendo como siempre aprovechando el receso. No me equivoqué, En una de las mesas más apartadas de la cafetería estaba ella intentando leer, y digo intentando porque en sus manos estaba su libro abierto, pero su mirada estaba fija en nada.

Llegué por sus espaldas, sintió mi llegada y de inmediato volteo.

Hola preciosa. Le dije. Acercándome para darle un beso en su mejilla.

Hola. Contestó con una sonrisa en su hermosa boca. Pensé que no vendrías.

Tenía algo muy importante que hacer, pero sólo vengo a raptarte, deja tus cosas en tu casillero y vámonos.

Dudó por un instante. Al fín cedió levantándose de su silla.

Te espero afuera.

Tuve que esperar poco, cuando ella apareció en la puerta, recibiéndola con el paquete que contenía el peluche.

Esto es para ti. Dije.

Gracias, que lindo. Que es?

Es una sorpresa. Vamos al Toks? O a donde quieres ir?

Esta bien, vamos, porque no he podido almorzar.

La tomé de la mano y nos dirigimos al Toks que estaba en la esquina de Reforma e Insurgentes. Había poca gente, y elegimos una mesa solitaria. Ordenamos y de inmediato comenzó a abrir la caja, quedando fascinada con el hermoso oso blanco que sostenía un corazón rojo con la frase �I love you�.

Es hermoso. Dijo. Gracias, eres muy lindo.

Rosario, con respecto a lo que pasó el sábado, quiero ofrecerte una disculpa por mi atrevimiento, me quedé muy preocupado por ti.

No te preocupes, está bien, es solo que nunca antes nadie me había besado. No supe como reaccionar.

Bueno, pues precisamente de eso te quiero, hablar. Rosario, tu te diste cuenta que a mí no me importó y ni me importa tu forma de vestir para poder estar contigo, eres una super chica, me gusta mucho tu forma de ser, tu madurez y tu forma de ver las cosas y la vida, y después de verte con el cambio de look, que te puedo decir, me encantas. Por favor no vayas a pensar que es sólo por tu imagen que me atrevo a decirte todo esto. No. Esto que siento por ti, nació antes de verte cambiada, me empezaste a gustar el día que te ayudé a levantarte en la escalera. Quise hacer bien las cosas Rosario, por eso no vine antes a la escuela, pasé a hablar con tu mamá.

Tomé aire y tomé sus manos entre la mías y mirándola fijamente a sus hermosos ojos verdes que no perdían detalle de lo que ocurría, y al fin�

Rosario� te quiero� Quieres ser mi novia?

Ella me miraba con una ternura que me estremecía, y cuando al fin dije lo que tenía que decir, ella sin razón alguna empezó a llorar, haciéndome sentir el más estúpido de los hombres.

Me acerqué a ella y tomé su rostro entre mis manos, limpiando sus tiernas lágrimas, obligándola a mirarme a los ojos.

Para mí sería un honor ser tu novio. Dije.

Al fin, logró controlarse y me abrazó con desesperación y frenesí diciéndome.

Si� si Toni, si quiero ser tu novia, lo he deseado con todo mi corazón, desde hace mucho, gracias por hacer realidad mi sueño. Y perdona mi estúpida reacción, pero� eres mi primer novio. Gracias.

No, chiquilla, no tienes que agradecer, soy yo quien tiene que agradecer. Gracias a ti por existir.

No pudo con eso y nuestras bocas se fundieron en un beso, que hasta ahora llevo muy grabado en mi ser, era un beso cargado de infinita ternura y sensualidad, el sabor virginal de sus labios me enloqueció, nuestras lenguas por primera vez se reconocían, nuestros fluidos bucales se mezclaban, nuestros cuerpos temblaban, mis manos rodearon su estrecha cintura oculta bajo una falda café hasta media pantorrilla que restaba atractivo a su físico, pero no me importó.

Fue n beso relativamente largo, que poco a poco nos trasladó a otro mundo, un mundo desconocido para ella, y varias veces visitado por mí. El mundo del deseo y la pasión. Su respiración empezó a agitarse y al fín nuestros cuerpos se separaron con dificultad, sus mejillas estaba rosaditas y sus ojos llorosos se veían mil veces más hermosos y brillantes que nunca.

Volvímos a darnos otro besito únicamente en los labios y tomamos asiento para seguir con nuestra plática, la cual prosigio ahora con la magia de 2 enamorados que recién acaban de confesarse su amor.

La semana transcurrió con normalidad el viernes 14 de diciembre era nuestro último día de clases, por lo que el día sábado 15 invité a Rosario y su mamá a festejar que ya éramos novios. Fuimos a cenar y al regresar, Angeles aprovechó para hablar con nosotros sobre el tema de la sexualidad, advirtiéndonos que ella no quería sorpresas, y que si nuestra relación rebasaba los límites de lo permitido, nosotros seríamos los únicos responsables de nuestros actos. Tambien aprovechó para decirme que esa era mi casa y cuando quisiera podía ir a ver a Rosario, que además ella estaría tranquila al saber que ella ya no estaría tanto tiempo sola.

Los 2 asentimos, consientes (hasta ese momento) de que nada trascendental ocurriría. Me despedí agradeciéndole y aproveché para invitar a Rosario para visitar a mi tía Leonor, hermana de mi mamá, al día siguiente, pues desde mi llegada no me había tomado la molestia de ir, ya que ella en varias ocasiones me invitó a pasar las vacaciones de verano en la capital. Estuvo de acuerdo y nos despedimos con un besito.

Al día siguiente después de recogerla y quedarme atónito al ver el esmero en su arreglo, tomamos un taxi rumbo a Vallejo. Y digo atónito, porque esta vez se había puesto un ceñidísimo pantalón de mezclilla azul y una blusita color marino, resaltando sus hermosos atributos que durante mucho tiempo permanecieron ocultos. Ni que decir de su maquillaje, era perfecto, esta vez sus grandes anteojos de nerd habían sido sustituídos por unos modernísimos lentes de armazón con cristales pequeños, dándole un toqué intelectual a su fresca imagen, rematada por una cola de caballo luciendo su largo cabello azabache.

Que hermosa te ves. Le dije ya a bordo del taxi.

Ya, no sigas, me la voy a creer.

De verdad mi amor, eres muy hermosa, y no lo digo ahora, desde esa vez que te caíste, tus preciosos ojos se quedaron grabados en mi mente.

A mí me pasó igual. Dijo. Desde ese día, sentí que te amaba.

Nos besamos bajo la lujuriosa mirada del taxista por el retrovisor.

Una vez frente a la casa de mi tía en la calle Norte 45, toque el timbre y casi de inmediato se abrió la puerta.

Ruth? Pregunté.

Hola.

Me saludó mi prima efusivamente, colgándose de mi cuello y llenándome de besos en mis mejillas, Rosario de sorprendió, y yo también. La última vez que había visto a mi prima, ella tenía como 10 u 11 años. Era una niña sin ton ni son ni chiste. Ahora frente a mí se encontraba una hermosa señorita de 14 años, en pleno desarrollo. Ruth era de piel blanca, ojos café claro, boca pequeña, tenía bonito cuerpo, el cabello corto y castaño. Y con el cortísimo short que llevaba ese día, se veía fenomenal, marcando un abultado tríangulo a la altura de su conchita y un trasero bien formadito, sus piernas blancas parecían de terciopelo, ni que decir de sus pantorrillas, bien delineadas. Nos separamos del abrazo y de inmediato noté la molestia de Rosario, aminoré la tensión presentándola.

Mira mi amor, ella es mi prima Ruth. A quien tenía años que no veía.

Ruth, ella es Rosario. Mi novia.

Mucho gusto dijeron casi al unísono, dándose un beso en la mejilla, como acostumbran en la capital.

A mi mamá le va a dar mucho gusto verte, dijo. Ya desde cuando pensaba que vendrías. Desde que supo que te venías a estudiar está con eso.

Perdón prima, pero entre la escuela y el trabajo, luego no tengo tiempo.

Menos con tu novia. Dijo.

Si. Contesté, observando como mi prima barría de pies a cabeza a mi hermosa novia. Entre mi pensé que sería una acción de niña caprichosa y no me importó.

Entramos a una pequeña estancia que hacía las veces de sala y comedor, y mi prima empezó a gritar�

Mamáaaaaa�. Mamáaaaaaaa�.. mira quien esta aquiiiii�.

Mi tía pronto salió, saludándome también con mucho gusto, le presenté a mi preciosa novia y nos enfrascamos en una amena conversación, mi prima no perdía detalle de mis actos, y me miraba de una forma que me inquietaba, mi prima ya no era una niña, Ruth, había crecido, y de que forma, sentados en la sala no podía evitar dirigir mi vista a esa hermosas piernas que Ruth me mostraba, por lo que de vez en vez tenía que girar un poco para no tenerla de frente. Por otro lado, me percaté de que ella en diferentes ocasiones miraba de una forma extraña a Rosario, como envidiándola por su imagen, la veía de pies a cabeza con un aire de desprecio, por lo que cuando mi tía preguntó que si nos quedábamos a comer, decidí no aceptar, para no hacer pasar más malos ratos a mi princesa.

Me gustaría que vinieras a visitar de vez en vez a tu prima, ya que ahorita que está de vacaciones está mucho tiempo sola, aunque sea, una vueltecita para que no vaya a hacer cosa malas. Me dijo mi tía con un aire de inocencia.

Prometí regresar el miércoles para estar un rato con mi prima y nos despedimos apresurando nuestra ida, ya que me había percatado del estado de incomodidad de Rosario, por las miradas lascivas de Ruth.

Mi tía, nunca se casó y tuvo una hija de su jefe, por lo que además de su sueldo el Señor también la ayudaba con los gastos de mi prima, que estaba estudiando en la Salle.

Creo que le caí mal a tu prima. Dijo.

No me importa lo que piense ella, tu eres mi novia y eso nada ni nadie lo va a cambiar, le dije. Me beso en un acto de agradecimiento y seguimos caminando.

A donde quieres ir a comer, le dije, o quieres que vayamos a tu casa.

No. Llévame a comer pizza.

En alguna ocasión fuimos con Lucía y Xochitl a un lugarcito que no recuerdo muy bien a que altura de Vertiz estaba, pero que se llamaba o se llama, no sé, Iliys pizza, donde preparaban unas de las mejores pizzas que he comido en vida, acompañadas de espagueti a la bolognesa.

Fuimos a ese lugar y despeé de comer, la fui a dejar a su casa y nos despedimos prometiéndole regresar el martes.

El martes cerca de las 3 de la tarde llegué a su casa para estar con ella hasta la hora que llegaba su mamá, que era aproximadamente las 8 de la noche.

Hola mi amor. La saludé con un efusivo beso, cargándola de la cintura y ella correspondió con emoción.

Su atuendo escogido para esa tarde, era de lo más sencillo, pero muy, muy sensual, una minifalda que dejaba por primera vez al descubierto sus hermosas piernas que ya había tenido oportunidad de ver. Una blusita sin mangas con un ligero escote circular que marcaba a la perfección sus hermosos y firmes senos. Elogié en más de una ocasión su espectacular figura y ella correspondía con tímidas sonrisas.

Poco a poco ella también se iba dando cuenta que era verdad todo lo que le decía, y se había percatado que poseía un cuerpo de diosa, por lo que su inocencia se iba transformando en confianza, para mostrar todo lo que durante mucho tiempo tuvo oculto.

Comemos? Dijo.

Después de comer, me invitó a su recamara para escuchar algo de música y ver fotografías, después de un rato, nos quedamos en su cama recostados, la situación nos llevó poco a poco a acercarnos cada vez más, hasta que fundidos en un abrazo comenzamos a besarnos con ternura y después con una creciente pasión que al principio nos turbó, pero reanudábamos los besos cargados de lujuria.

En una de esas, así como estábamos acostados, la tome por la cintura jalándola para que ella quedara encima de mí, nos besamos y yo acariciaba su estrecha cintura y ella me acariciaba mi cara y mi cabello, atravez de nuestras ropas, podía sentir como sus duros senos se aplastaban contra mi pecho, sus piernas se entreabrieron un poco, para dejar en medio de ellas una de las mías, le cual flexioné y pude sentir como su falda se levantó y ella apretó mi pierna con las suyas. Sentí claramente el calor que su sexo desprendía, por un momento pensé en bajar mis manos para acaricias sus piernas, pero me detuve, no quería ir tan rápido.

Seguimos en esa posición hasta que ella por inercia comenzó a restregar tímidamente su sexo con mi pierna, los besos no cesaban y mi boca se dirigió hasta su cuello y ella me dejó hacer, mi verga estaba más que parada y yo sabía muy bien que ella la estaba sintiendo, mis huevos me dolían de la excitación, pero no quería ir más allá. Quería que ella fuera tomando poco a poco confianza y sobre todo la iniciativa. Mis manos acariciaban sin cesar su cintura, que poco a poco quedó descubierta, levantando un poco su blusa. El contacto de mis manos en su piel, hicieron que se estremeciera y comenzara a lanzar ligeros gemiditos entre beso y beso que nos dábamos. Fueron interminables los momentos que estuvimos haciendo cosas, sin rebasar el límite de lo permitido, como decía su mamá, por lo que en una de esas, le dije�

Ya me tengo que ir. Y me lavanté de la cama.

No. Por favor. No te vayas. Quédate un rato más.

Accedí. Y me senté en la orilla de la cama, tratando de ocultar mi erección. Ella me volvió a jalar y volvimos a besarnos con pasión. Esta vez fui yo quien quedó encima de ella, volví a besar su cuello, bajando cada vez más hasta el nacimiento de sus senos, ella se retorcía de placer y me daba unos ligeros rasguños en mi espalda, mi verga cada vez estaba más dura y ella lo podía sentir apretando su cuerpo al mío, entreabrió sus hermosas piernas para quedar yo en medió y así poder restregar nuestros sexos por encima de nuestras ropas. Su entrepierna se sentía entre caliente y húmeda y sus mejillas se crispaban en una color rosadito al tiempo que su respiración se agitaba cada vez más.

Rosario, no creo que sea correcto. Le dije levantando un poco la cara.

Yo te amo, y te deseo. Dijo con una tremenda lujuria dibujada en su rostro. Quiero hacer el amor contigo.

Yo también te amo, y quiero estar contigo, pero no esta vez, dejémoslo para una ocasión especial. Quiero que sea algo fantástico e inolvidable.

OK. Como tu quieras. AL fín dijo dándome un beso en mis labios.

Me quité de encima de ella y pude ver la inmensa mancha de humedad en su panti, ella se apenó y rápidamente se bajó la falda.

Que bella eres, le dije.

Se sonrojó y se dirigió al baño, en unos minutos regresó y al fin dije, me tengo que ir, porque si me quedó más tiempo no me voy a aguantar y no sé que vaya a pasar.

Sonrió dándome la razón, porque ella también sentía lo mismo y quedé de regresar el sábado para comer con su mamá.

Estuvo de acuerdo y me retiré con una gran dificultad para caminar, mis huevos estaban a punto de reventar por la terrible excitación, pero estaba consiente de que no era el momento adecuado para hacer el amor con Rosario.

Al día siguiente miércoles, llegué muy temprano a la casa de mi tía, justo cuando ella se iba a trabajar, encargándome a mi prima y prometiendo regresar a las 2 de la tarde para comer.

Ruth no tarda en salir, se estaba bañando. Me dijo y se retiró.

Permanecí unos instantes sentado en la sala y prendí el televisor, casi al instante mi prima salió del baño y gran sorpresa me llevé al verla únicamente envuelta en una toalla blanca anudada a la altura de sus senos y dejando al descubierto casi en su totalidad sus hermosas piernas, me vio y se lanzó hacia mí con efusividad abrazandome y llenándome de besos en mi cara. (como acostumbraba a hacerlo) Solo que esta vez era diferente, el ambiente estaba impregnado de sensualidad, de morbo, de incesto. La tomé por su cintura y la levanté en vilo, mi verga despertó al instante y ella al sentir la dureza de mi macana se apretó más a mi cuerpo para sentirla en su totalidad, quise en ese momento arrancarle la toalla y hacerla mía, pero me contuve.

Después del �cálido� saludo, nos sentamos cada uno en un sillón quedando de frente y me preguntó�

A donde me vas a llevar.

A donde quieras.

A donde quiera? Preguntó en un tono alusivo, mordiéndose su labio inferior y entreabriendo sus piernas para que pudiera ver lo que guardaba, únicamente pude ver un calzoncito blanco, pero eso me prendió.

A donde tu quieras. Recalcó.

Bueno, porque no me llevas a jugar chispas y a comer helado. Dijo ahora en tono de niña mimada y cruzando las piernas.

Ok. Cambiate y nos vamos.

Mi prima era atractiva y bueno, que decir que a esa edad estaba más que deseable, y no iba a dejar ir la oportunidad para meterle mi verga en su conchita.

Nos dirigimos al salto del agua donde estaba un local de chispas (juegos de video) sobre el eje central y despues compramos un helado y nos dirigimos a la alameda para platicar un rato.

Y tu novia? Me preguntó.

En su casa supongo.

Porque no la invitaste.

No se me ocurrió, además, como que no te cayó bien. Dije.

Ella no contestó. Después de unos segundos�

Haz tenido sexo con ella.

Su pregunta me dejó sin habla.

Estás loca? Como se te ocurre.

Hay primo, estas son otras épocas, no seas anticuado, a poco no haz hecho el amor todavía.

Bueno, si. Pero con Rosario apenas tengo unos días de novio.

Ahhh. Pero entonces si piensas tener sexo con ella. Dijo socarronamente,

No lo sé. Dejaré que el tiempo decida.

Que fresa primo, yo pensé que eras más alivianado.

A poco tu ya haz tenido relaciones sexuales. Le pregunté siguiendo su juego.

Hay primo si te contara.

En serio? Cuantas veces?

Dos o tres, no recuerdo. Dijo.

Que bárbara, quien te viera con esa carita de yo no fui.

Que quieres, una que es bonita y te llueven los galanes por docenas, a poco no soy bonita y deseable. Me preguntó en tono de coquetería.

Haber levántate. Le dije. Y date una vuelta para verte bien.

Obedeció y se ajustó sus jeans de mezclilla stretch de la cintura, jalándolos hacia arriba y marcando una línea que la partía en dos en su traingulo de placer. Se dio un vuelta en sus talones tocándose sus crecientes nalgas y colocando sus manos en su cintura.

Woow prima, si que haz crecido, estás hermosa.

Su atuendo era de lo más normal, pero el hecho de estar en esa situación con mi prima, me ponía a mil.

Cerca de la 1 de la tarde regresamos a su casa y a los pocos instantes llegó su mamá, Comimos y mi tía volvió a despedirse porque tenía que regresar a trabajar, pues solo salía una hora y media a comer, y por le noche llegaba hasta las 8 y media. Nos quedamos otra vez solos y nos tumbamos en ambos sillones para ver televisión. Despues de un rato, ella se levantó y me dijo:

No quieres ponerte más cómodo, como que hace calor, no?

Pues sí, pero que me pondría?

Tengo un short que me queda bastante grande, a lo mejor y te queda.

Pues mientras no sea rosa, esta bien. Le dije y reimos.

Regresó con un dos prendas y me arrjó el short en mi cara.

Tápate me voy a cambiar, dijo.

Ah no, si quieres cambiarte, vete a la recámara.

Pero yo me quiero cambiar aquí.

Ah pues entonces hazlo, yo no me voy a tapar.

Y sin ningún pudor, ella comenzó a desabotonar el pantalón de mezclilla el cual bajó poco a poco ofreciéndome el mejor de los espectáculos, su pantalón ajustado en el camino se llevó su calzoncito dejándome ver parte de su monte venus, pero ella ni se inmutó, por el contrario disfrutaba que yo la estuviera viendo. Tocó el tuno de su blusa y los botones fueron abiertos poco a poco hasta quedar libres totalmente, ella me miraba con una lujuria indescriptible mientras se despojaba de su brasiere mostrándome sus perfectos senos coronados con 2 pezones café claro, se puso un camisón semi transparente y se sentó el el sillón sacándose su calzón por debajo. Me dejó completamente perplejo. No sabía que mi prima contara con esas armas para seducir a los hombres, y mi verga respondió con singular alegría, poniéndose rígida en su totalidad.

Te toca, dijo.

No la hice esperar, y desabroché mi cinturón, sacándome mi playera por encima de mi cabeza, dejando mi marcado torso desnudo bajo la mirada lujuriosa de mi prima, me senté para quitarme los zapatos y los calcetines y me puse de pie para bajar poco a poco mis pantalones y que ella pudiera disfrutar también del show, nuestras respiraciones cada vez se agitaban más, pues aun con el sonido del televisor se podían escuchar. Saque por completo mi pantalón y me puse de pié frente a mi prima que no apartaba su vista del voluminoso bulto que se marcaba en mi truza.

Me quito todo? Le pregunte.

Si primo, todo.

Bueno entonces hazlo tu. Le dije, acercándome hasta donde estaba sentada, quedando mi miembro oculto con la delgada tela de mi calzon, a la altura de su cara, la cual se encontraba roja de deseo y con una pequeñas gotitas de sudor, sin tapujos ni miramientos llevó sus manos a los extremos de mi ropa interior y los bajó lentamente con devoción, dejando frente a ella un hermoso pene de 18 cm en todo su esplendor, babeante, rígido y con la cabeza brillante e inflamada.

Que grande lo tienes. Dijo. Instintivamente sacó su lengua para recoger una gota de liquido que se asomaba por el ojo de mi verga y la degustó con infinita satisfacción. Su pequeña boca se abrió totalmente para lograr albergar mi garrote que le iba a dar tremendo placer. Engulló casi la mitad de mi verga y comenzó a mamarlo con desesperación, llevándose una de sus manos a su conchita. No cabía duda que mi prima ya tenía experiencia pues me estaba dando una mamada de experta, la tomé por la nuca y comencé a follarla por la boca arrancándole en varias ocasiones severas arcadas casi al borde del vomito, pero ella se dejaba hacer, despues de una rato la recosté en el sillón, y mi boca se dirigío hasta sus piernas que por parte interna se encontraban embadurnadas a causa de su intensa lubricación que emanaba su sexo, limpie con mi lengua cada una hasta llegar a su rajita cerrada, la abrí con mis dedos e introduje mi lengua en su vagina, recibiendo unos borbotones de liquido vaginal, comencé a masajear su clítoris en círculos con mi lengua y ella alcanzó un tremendo orgasmo que por poco y me deja sin cabellos, por el tremendo jalon que me dio. Estaba lista, por lo que no la hice esperar más y colocándome encima de ella dirigí con mi mano, mi verga hasta su entrada de placer, la cual al instante se perdío dentro, hasta la cabeza. Algo pasó, pues no pude seguir mi camino, algo obstaculizaba la entrada de su vagina, por lo que la miré a los ojos interrogándola y ella entendió.

Perdon primo, no he estado con nadie, tu eres el primero.

Saque mi verga de su estrecha vagina pero ella me jaló hacia su cuerpo.

Por favor primo, no me dejes así, hazlo, no te detengas. Me dijo entre jadeos y gemidos.

Volví a colocar mi verga en su entrada y firmemente y con deseperación la tomé por la cintura dándole un fuerte empellón rompiendo la barrera que impedía mi paso, ella lanzó un grito de dolor, pero no me importó, ella lo había pedido, y yo estaba a mil, sin darle tregua comencé a bombearla marcando un ritmo uniforme, ella poco a poco lo empezó a disfrutar levantando sus piernas hasta mis hombros, me decía.

Asssiiii.. primo, que rico�.. métemela toda�.. hasta el fondo�..

AAaaahhhhh� sssiiii�. dame tu leche.

Mis bombeos se hicieron mas rapidos, arrancándole bramidos de lujuria y placer hasta que sentí mi pene que iba a explotar y la saqué por completo, dándome cuenta que estaba embarrada de sus liquidos mezclados con sangre, pero no me importó, me coloqué a la altura de su cara y ella entendío lo que deseaba, abrió su boca y con una ligera succión, me levó al cielo arrancándome un tremendo orgasmo que inundo su boca de esperma, el cual empezó a salir por las comisuras de sus labios, escurriéndole por la barbilla y el cuello, hasta que de mi, no salió otra gota más. Ella siguió mamando mi garrote, para que no perdiera fuerza, pues ella todavía quería más, hice un esfuerzo y mi verga respondío al 100. La coloqúe en 4 patas y volví a undir mi verga en su coñito recién estrenado, metiéndola a travez de empujones hasta lo más profundo de su conchita, cambiamos de posición, y me recosté en el sillón, ella se colocó encima de mí, y con su mano guio mi verga hasta su entrada que de un solo sentón se undio hasta el fondo, me empezó a cabalgar con fuerza y deseperacion y poco a poco fue acercándose a su extasis, yo únicamente disfrutaba de la escena, por lo que mi verga otra vez empezó a inflamarse cuando ella arqueó su espalda hacia atrás y comenzó a sobarse su clítoris descague otra potente dosis de esperma la cual inundo su vagina arrancándole 2 o 3 orgasmos seguidos.

Permanecimos en esa posición, hasta que mi pene perdió fuerza y amenazó con salirse, ella se desmontó de mi garrote y de inmediato de su vagina empezó a escurrir semen menzclado con sangre, corrió al baño a ducharse y despues de unos minutos regresó.

Porque no me dijiste desde un principio que eras virgen?. La interrogue.

Es que tenía miedo que no quisieras hacerlo conmigo. Desde hace tiempo deseaba hacer el amor, pero no había encontrado a la persona adecuada. Y cuando te ví, supe que serías tu quien marcara mi vida.

Ruth. No quiero engañarte. Yo amo a Rosario, y lo que acaba de pasar� es hermoso, pero no puedo estar contigo.

No te estoy pidiendo eso. Dijo. Por mi puedes quedarte con ella, pero de vez en cuando me gustaría volver a hacerlo contigo.

Bueno, ya hablaremos. Por lo pronto ya me voy y tu limpia todo para que tu mamá no vaya a sospechar nada.

Me acompaño a la puerta y dándome un beso en la mejilla me agradeció por haberla hecho mujer.

Me dirigí a tomar el metro con un solo pensamiento. No sabía porque me había tocado esa suerte pero en mi pequeña lista de desvirgamientos, esa tarde, se había sumado una más.


¿Que te ha parecido este relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este relato.

3 respuestas

  1. comeclitoris

    Buen relato solo te recomiendo evitar tanto rollo.

  2. nindery

    Compré lencеría sеxу nuevа. ¿Quierеs ver? – http://analsex4.fun

  3. helenx

    Stop jerk off. I know a site where thousands of single girls are waiting to be fucked. Look at them: http://xnice.fun/rt

Deja un comentario

También te puede interesar

MI EXPERIENCIA CON MAS JOVENES QUE YO

anonimo

26/04/2013

MI EXPERIENCIA CON MAS JOVENES QUE YO

Lidia, mi jefa Gordita

gordilover

12/11/2013

Lidia, mi jefa Gordita

LA CUEVA DEL AMOR (Parte 2)

raise

10/01/2010

LA CUEVA DEL AMOR (Parte 2)
Scroll al inicio