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VIVENCIAS 5 (GINA, LA TRAVESURA DEL GIMNASIO)
VIVENCIAS 5. (GINA, LA TRAVESURA DEL GIMNACIO)
En mi vida, han pasado infinidad de mujeres, de todos tipos, blancas, morenas, altas, bajitas, con cuerpos esculturales y otras no tan hermosas, pero que tienen un no se que, que que se, yo. Muchos me van a dar la razón, pero no hay mejor experiencia pero sobre todo orgullo el saberse el primero en la vida de una mujer. Eso las marca. Bueno, también tienes que saber hacerlo, no solo es llegar y clavar el pene en la vagina, hay que tener tacto para guiar a tu compañera, y que sea DE su primera experiencia, si no la mejor, por lo menos, inolvidable. A travez de muchos años, por azares del destino, he tenido el honor de ser el primero en la vida de infinidad de chicas y hasta la fecha, la suerte con las chicas de prepa o universidad, me persigue, por lo que puedo decir, que me especialicé en desvirgamiento profesional.
Al regreso de la casa de Fredy, a bordo de un autobús Teotihuacano (o algo así), hice un recuento de todo lo que había acontecido en mi vida en casi un año, Graciela, Lea, Xochitl, Lizette, Anita, Rosario, la escuela, el trabajo, mi independencia, bueno, mi vida era otra totalmente. Sin duda las experiencias sexuales que había tenido hasta el momento, me había ayudado a diferenciar las sensaciones que cada acto provocaba: El desvirgamiento vaginal, anal, el sexo oral, la garganta profunda, la eyaculación en la boca o cualquier otra cavidad, el tipo de piel de mis amantes, el tamaño de sus caderas o de sus senos, en fin, una lista interminable de características con las que podía hacer comparativas, pero sin duda, lo que más me despertaba el morbo, era el desvirgar a una chica. La experiencia con Graciela fue inolvidable y diferente, ya que los dos eramos vírgenes, pero con mi prima Lea y con Anita, era distinto, eran 2 a mi cuenta, y en ese momento decidí, que trataría de conseguir desvirgar a cuanta chica virgen me diera oportunidad. (jajaja, gran reto. No?)
Fui a la casa a darme una ducha y regresé a la escuela, solo para saludar a Rosario y explicarle por que no fui a la escuela.
Casi a las 2 en punto, en la puerta de salida de la escuela, Rosario salió acompañada de su libro que nunca dejaba, había vuelto a su atuendo anterior. Pero algo diferente flotaba en el ambiente, yo ya sabía lo que había oculto bajo esos trapos de color serio que llevaba como ropas, y ella, como me había dicho el día sábado, me había guardado el precioso regalo, solo para mí.
La saludé con un beso y la invité a comer, fuimos al restaurante de costumbre para después irme a trabajar y platicamos un rato. Le dije lo bien que la pasé en la casa de Fredy, le conte (casi) todo lo que hicimos y que había tratado de regresar temprano para pasar por ella a la escuela. Agradeció el gesto y seguimos comiendo. De vez en vez me perdía completamente en esos hermosos ojos verdes que al sentir mi mirada se ocultaban, volteando hacia otro objetivo. No cabía duda, yo me estaba enamorando de Rosario, y al menos con sus actos hasta ese momento, yo intuía que no le era indiferente, por lo que decidí invitarla al cine el siguiente fin de semana, diciéndole que pasaría por la noche antes de ir a casa a pedirle permiso a su mamá, estuvo de acuerdo y nos despedimos, tomó su taxi y se fue.
Por la noche antes de ir a mi depa, pasé un tanto apurado a casa de Rosario para pedir el clásico permiso a su mamá, su mamá se alegró de que al fin Rosario empezara a vivir su vida como una persona de su edad, y no solo se enfrascara en el estudio.
Únicamente, les pido por favor, no lleguen tarde, los esperaré a cenar. Dijo Angeles, como para asegurar que efectivamente no llegaríamos tan tarde.
Agradecí el permiso, avisando que pasaría por ella a las 3, y nos despedimos.
La semana pasó de lo más normal, hasta el día viernes cuando me despedí de Rosario a la salida de la escuela, le dije casi en susurro:
Quiero verte bien bonita mañana.
Se ruborizó sobremanera y abordó su taxi.
El sábado por la mañana, pasé a desayunar con Xochitl y Lucía, pero me llevé la sorpresa que Lucía había salido con Emi y llegarían hasta tarde, por lo que tenía toda la mañana para estar con Xochitl, desayunamos animadamente y luego empezamos a echar pasión, pero había un pequeño obstáculo: estaba en sus días, por lo que me dijo:
Mmmm. Si quieres, podemos ducharnos y te puedo hacer cositas en el baño, aplicaremos el plan B.
Hasta ese momento yo ignoraba a que se refería con el plan B, pero sonaba bastante insinuante.
La cargué y nos dirigimos a su recámara y la arrojé a la cama, yéndome corriendo al baño, ella me siguió como niña caprichosa y nos metimos a la ducha, una vez bien lavaditos se puso en frente mío y poniéndose de rodillas me empezó a dar una tremenda mamada de esas que levantan hasta el pito más impotente del planeta, haciendo gala de su aptitud descubierta, introducía mi pene en su totalidad hasta su garganta provocándole algunas arcadas y que de sus hermosos ojos miel, salieran algunas lágrimas, así estuvimos unos minutos hasta que sentí mi verga explotar, la saqué de su boca y esperé a controlar mi eyaculación. Salí del baño invitándola a que en cuanto ella terminara su ducha, la estaría esperando en la cama.
Fui y me recosté esperándola como a ella le gustaba, con mi potente verga apuntando hacia el techo. Salió totalmente desnuda, posando y modelando como si de una hermosa edecán o modelo se tratara, fue acercándose poco a poco, hasta que tuvo cerca de su boca mi verga, engulléndola de un solo tajo hasta la base. Se díó gusto durante más de 15 minutos, chupando, saboreando, mordisqueando y succionando mi verga, que yo con miles y miles de trabajos logré aguantar mi orgasmo lo más que pude. En una de esas ella lo ensalivó totalmente y colocándose en cuatro, me dijo:
Dámela en el culo.
Excelente plan B, dije para mi mismo.
Su acción me puso a mil, y antes de que se arrepintiera me levante y comencé a ensalivar también su fruncido esfínter, introduciendo de vez en vez uno de mis dedos para facilitar la dilatación, cuando ella comenzó a tocarse su conchita, mostrando su excitación coloqué la punta de mi verga en la entrada rectal e hice un poco de presión, introduciendo totalmente la cabeza de mi hinchada verga.
Ahhhh. Que rico pitote tienes. Decía. Sobándose con fuerza su clítoris.
Aguardé unos segundos y totalmente decidido hice nuevamente presión en su agujerito sin ceder ni detenerme hasta que entre gritos y gemidos mi verga entró por completo de un solo empujón en esa deliciosa cavidad que apretaba con sus pulsaciones mi verga.
Haaaaa.. haaaa� me duele�. Que rico� la tengo toda dentro�..Haaaaaa�. es mía. Decía.
La tomé fuertemente por las caderas y se la saque por completo. Y ella arqueo la espalda suspirando. Coloque otra vez la punta de mi pene en su ahora abierto culo y de un solo empellón se fue hasta el fondo.
Hhhaaaaaaaggg� assssiii�.. assssii�.. otra vez.
Sus gemidos me prendían cada vez más, y repetí la acción infinidad de veces hasta que víctima del deseo y la pasión comencé un rítmico mete y saca, que poco a poco se volvió más violento, y ella lo disfrutaba, la estuve follando hasta que sus nalgas y sus caderas se pusieron rojas por los choques de mi estomago y la fuerza con la que sujetaba esas anchas caderas que me enloquecían hasta que ella empinándose para moder la almohada que tenía de apoyo me indicó su orgasmo, con el cual empujé con todas mis fuerzas mi verga en su interior, sintiendo como en lo más hondo de su culito algo más se abría para dar paso a mi garrote, no pude más y descargué toda mi furia en interminables chorros de esperma que ella recibío en su intenstino hasta la última gota. Sin que mi verga perdiera dureza se la saqué de su abierto culo para que con su boca la limpiara totalmente y correspondí esperando a que las primeras gotas del semen recién derramado salieran de su esfínter las cuales recogí con mi lengua. Eso la relajó por completo y nos quedamos dormidos, fundidos en un abrazó disfrutando de nuestra desnudez y de nuestra secreta pasión.
Cerca de las 2 de la tarde, nos despertamos e inventando que tenía una tarea en equipo, me despedí de Xochitl, para dirigirme a mi depa, darme un chapuzón e ir a recoger a la preciosa Rosario.
Esta vez decidí comprar solo una rosa roja, envuelta el papel celofan y un un poco de ramitas verdes, toqué con nerviosismo a su puerta y los segundos que se tardó en abrir me parecieron eternos, estaba totalmente impaciente por ver como se había arreglado esta vez y al fin la puerta se abrió.
La imagen que se me apareció era totalmente fuera de serie. Rosario esta vez había elegido un Jumper de mezclilla, con una camiseta blanca debajo del peto, dejando al descubierto la tersa piel de sus sensuales brazos y el nacimiento de sus senos, el short de una sola pieza también la hacía lucir hermosa, mostrando sus perfectas piernas hasta la mitad, y por último unos tenis de tela blanca hacían resaltar ese hermoso par de pantorrillas que ella portaba. Su larga cabellera esta vez estaba suelta, le daba un aire de encantadora sensualidad, los anteojos ahora se habían quedado fuera de su atuendo y sus preciosos ojos verdes destellaban un brillo que nunca antes había visto haciendo contraste con el carmín que había colocado en sus definidos labios.
Wooow!!! Estás preciosa. Al fin dije.
Gracias. Dijo bajando la cabeza.
Esta flor es para ti.
Gracias, que lindo, la pondré en agua y nos vamos. Dijo, haciéndome pasar a la sala y dándose la vuelta para retirarse.
No pude evitar contemplar su hermoso trasero que ayudado por el cinturón del jumper se veía de un tamaño excepcional, meneándose de un lado a otro con el ritmo de su andar. Que hermosa era Rosario, y que desperdicio, me decía una y otra vez.
Salimos de su casa, tomando un taxi con rumbo a perisur, y en el camino decidimos la película, Decidimos ver �.. la función empezaba hasta las 5:00, teníamos aproximandamente una hora y cuarto para hacer alguna otra cosa, fuimos a los famosos (ahora desaparecidos) helados Bing, y ella pidió un Bing especial y yo un Bing soda, fuimos a una mesita y pasamos el tiempo restante antes de la función, platicando animadamente de diversos temas, entre tanto, ya me había percatado que muchos de los paseantes volteaban a ver a mi hermosa acompañante que irradiaba una hermosura extrema. Hasta que entre plática, tocamos el tema del sexo, ella se turbó un poco, pero con tímidez comenzó a platicarme que a los 13 años, ella había tomado la decisión de irse a un convento, ya que hasta ese momento ella se consideraba fea e insignificante, pero que faltando unos 2 meses para su ingreso, sucedió algo que la hizo retractarse.
Te voy a contar, porque me inspiras confianza, y aunque me da pena, me gustaría saber tu opinión.
Asentí.
Una noche, tenía uno de esos sueños raros, en donde no le encuentras sentido a las cosas, y desfilan infinidad de imágenes y escenarios difíciles de comprender. El caso es que En mi sueño vi la imagen del profe de Mate que me gustaba. El me llamaba, pero algo que no puedo explicar impedía que llegara hasta donde él estaba, de repente sentí como que alguien me jalaba por la espalda y en ese momento perdí de vista a mi profe. La persona que me tenía sujeta, me jaló para evitar que me fuera y al darme la vuelta lo vi. Era él y me jalaba hacia su cuerpo, en ese momento yo lo abracé y lo besé con mucha pasión, el me separaba de sus labios pronunciando mi nombre y fue en ese instante cuando me desperté, pues mi mamá tocaba mi puerta pronunciando mi nombre, preguntándome si estaba bien pues había escuchado algunos quejidos. Le contesté que todo estaba bien, que solo era una pesadilla. Pero la verdad es que me encontraba�tu sabes� excitada, y mi mano estaba húmeda, y mi entrepierna también, por lo que deduje que mientras soñaba, yo me estaba tocando.
Dijo bajando la mirada totalmente avergonzada.
Lo peor de todo (o mejor) es que me gustó, y por eso decidí no tomar lo hábitos, de hecho mi mamá no estaba muy de acuerdo y aunque ella jamás se enteró porque cambie mi desición, agradeció al cielo el que haya recapacitado.
Terminó diciendo, sin atreverse a mirarme a los ojos.
Tomé su barbilla con mis manos, obligándola a mirarme.
No te apenes, eso es normal. Le dije para aflojar un poco la tensión. Fue simplemente un acto fisiológico lo que te abrió los ojos, para que te dieras cuenta de que eso no era para ti. Eres una mujer muy hermosa y hubiera sido un desperdicio que ingresaras al convento. Dije
Y ella sonrió ya más relajada.
Gracias Rosario. Dije.
Por que? Preguntó.
Por hacerme partícipe de tu intimidad y de tu vida.
Nuevamente bajó la mirada y dijo casí en susurro:
Desde hace tiempo que ya eres parte de mi vida.
Noté como su voz temblaba y correspondí de la mejor manera posible.
Tu también, te haz convertido en alguien muy, pero muy importante en mi vida. Dije.
Y esbozando una sonrisa me miró con infinita ternura, pero la alarma de mi reloj, nos sacó de aquel momento mágico y nos trasladó a la realidad. Nos levantamos y tomándola de la mano, nos dirigimos a toda prisa hacía la sala en donde se proyectaría nuestra película.
Al término de la función, nos dirigimos en taxi hacia su casa, no sin antes pasar a comprar algunos panecillos para la cena. Nos fuimos caminando desde la glorieta de pilares hasta su casa y en el camino no pudo evitar sentirse incomoda por la cantidad de miradas que atraía a su paso.
No me gusta que me vean así, dijo.
Pues, vas a tener que acostumbrarte, porque te voy a llevar a muchos lugares para divertirnos.
Asintió entusiasmada y dándome su hermosa mano, nos encaminamos a su casa. Su mamá ya nos esperaba con un delicioso chocolate que disfrutamos alegremente en una animada tertulia. Casi a las 9 de la noche, me disculpé, pues tenía que retirarme. Angeles me agradeció las atenciones para con su hija, y les prometí que al próximo sábado iríamos los 3 a pasear. Rosario se ofreció a acompañarme a la puerta para despedirme, y me despedí de Ángeles antreviéndome a darle un beso en la mejilla, ella correspondió a la caricia con total naturalidad y pensé para mí, que con esa acción ya tenía mucho terreno ganado.
Nos vemos el lunes chiquilla. Dije a Rosario.
Gracias por todo Toño, eres muy lindo. Te veo el lunes.
Me acerqué a despedirla con el acostumbrado beso en la mejilla, pero en el último momento, me armé de valor y le dí un corto, suave y tímido beso en los labios. Nuestras pieles se electrizaron, y ella levantó la vista para verme, y pude ver como de ellos se desprendía una lágrima, Se dío la vuelta y se metió a su casa.
Ni que decir, el esa noche poco pude dormir, por lo que me levanté temprano y me fui directo al parque de los venados a correr un poco, disponía de todo el domingo para mí, y la verdad es que necesitaba relajarme un poco, estaba convencido de que Rosario sentía algo por mi, y no sabía como manejar esa situación. Después de algún rato de estar trotando, pregunté si por ahí había algún gimnasio, de inmediato me indicaron que sobre Municipio Libre, muy cerca estaba uno. De inmediato me dirigí y al entrar, me pude percatar de que había muy poca gente en él, y en la recepción una preciosa chica güerita de unos 17 o 18 años, su pelo castaño claro estaba sujeto con una gorrita con el logo del gimnasio, vestía un ajustadísimo short blanco de algodón, una camiseta holgada, y tenis con tobilleras blancas.
Buenos días señorita.
Buenos días, es usted socio del gym?
Mmmm. No. De hecho me quiero inscribir.
Ahhh, perdón. Es que yo casi nunca estoy aquí, mi papá es el instructor y a veces le ayudo en el recibidor.
Le dí mis datos y la primera mensualidad, llenó una pequeña tarjetita que me entregó, convirtiéndome desde ese momento en socio del gym, Despues de unos minutos se presentó ante mí, un tipo alto e imponente, presentándose como Paul.
Soy el instructor y dueño del gym, bienvenido, está es tu casa. Me dijó haciéndome pasar y mostrándome los aparatos y las instalaciones con las que contaba. En ese momento únicamente estaban 2 personas ejercitándose, un tipo alto y rubio y una chica trigueña de un cuerpo impresionante.
Son muy pocos los socios. Dijo. Pero se le dá una instrucción de calidad. Que días vas a venir?
Solo sábado y domingo, pues estudio y trabajo y esos son mis días libres.
Ok. Toño, veo que hoy ya hiciste algo de ejercicio.
Si, estuve corriendo un poco en el parque.
Bueno pues, nos vemos el próximo sábado. De acuerdo?
De acuerdo, aquí nos vemos.
Me retiré entusiasmado y en el recibidor pregunté a la chica:
Perdón señorita, puedo usar su baño.
No me digas señorita, soy Gina y si, adelante, puedes usar lo que tu quieras, dijo, haciéndome un guiño y lanzándome una mirada de pies a cabeza. Sígueme.
La seguí gustosamente deleitándome la pupila con su abultado trasero que se marcaba perfecto en la tela de su entalladísimo short color blanco, subimos una pequeñas escaleras y llegamos a un corredor que se dividía en 2, uno hacia los baños masculinos y otro hacia los femeninos. Me indicó el camino y me preguntó.
Hay algo más en lo que te pueda ayudar, dijo coqueteando.
Nnn. No. Gracias. La verdad es que si me intimidó, pero, como dicen en mi pueblo, al toro por los cuernos.
Volvío a insistir.
Bueno, de veras si necesitas algo, solo pídelo.
No lo pensé 2 veces y�
Pensándolo bien, creo que si necesito algo. Me acequé hasta estar de frente y la tomé por la cintura, era casi de mi estatura y le hice sentir mi creciente erección que ya se marcaba en mi pants deportivo, sin ningún miramiento, bajó su mano y tomó mi verga, sobándola y apretándola, para sentir su grosor.
Que grande lo tienes, dijo. Me dejas verlo? Y sin, decir agua va, de un jalón me bajo mi pants hasta las rodillas.
Le dije, dame tregua, quiero mear.
Vamos te ayudo.
Me jalo hasta los inodoros y me bajo mi truza, su mano se poderó de mi verga la cual comenzó a masajear apuntando hacia el retrete para que vaciara mi vejiga, pero la tremenda excitación y el morbo que me causaba la acción, no me dejaba orinar bien. Hice un esfuerzo y poco a poco los meados comenzaron a salir al ritmo que ella marcaba con su mano. Terminé por fin de orinar, ella dirigiéndose a mí dijo:
No tenemos mucho tiempo, mi papá me puede buscar.
Sin pensarlo más, se bajo el apretado short que llevaba y se empinó usando el retrete como apoyo, ofreciéndome un enorme trasero y una rajita totalmente abierta, me coloqué tras de ella y sin previo aviso, de un solo empellón le arrimé mi verga hasta lo más profundo de su vagina, que ya se encontraba humeda, y tomando en cuenta lo que me había dicho, comencé a meterla y sacarla dándole unas ligeras nalgaditas poniéndole rojas sus blancas nalgas. Ella al momento empezó a aullar de gozo, llevando una de sus manos por abajo, se sobaba su botoncito rosa que adornaba su rajita. Temiendo que su papá fuera a llegar en cualquier momento, aceleré mis embestidas para eyacular lo más rápido posible, el anuncio no tardó en llegar y cuando ella presintió la llegada de mi orgasmo, me dijo:
En mi boca, dámelo en mi boca.
Se sentó en la taza del baño y espero sacando la lengua mis disparos de pasión que uno a un fueron apareciendo con tal fuerza, que fueron a dar en toda su roja carita cargada de lujuria, cuando por fin descargué todo lo que llevaba dentro, su cara estaba bañada completamente en semen, y con sus dedos se ayudaba a meter todo el esperma en su boca para despues engullirlo, cuando hubo acabado, en agradecimiento le di un beso en su boca, probando parte de mi semen que había quedado en sus comisuras. Nos acomodamos las ropa y salimos como si nada hubiera pasado, y aunque a mi me temblaban las piernas, tuve que hacer un gran esfuerzo para no desfallecer e irme de inmediato a mi casa.
Camino a casa, cavilaba. Creo que la suerte me persigue, jamás me hubiera imaginado hasta ese momento el poder disfrutar de las caricias, besos y el sexo con chicas de la talla de Lizette o de Gina, la verdad es que al lado de mi prima Lea, de Graciela, de Anita de Xochitl, o hasta de la misma Rosario, eran un portento de mujer, y no dejaría pasar ninguna de las oportunidades que la vida me presentara.
Llegué a mi depa, y despues de una relajante ducha, me quedé profundamente dormido.
2 respuestas
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