Estaba frustada porque no tenia trabajo y habian pasado dos años despues de mi graduacion. Mis padres me decian que no habia razon de preocuparme por eso. Estaba bien lo que ellos decian, pero era yo la que queria tener mi apartamento y vivir una vida independiente para gozar mi vida a mis antojos. Era un domingo cuando comenzaba a oscurecer y escuche algo raro en el patio siguiente de mi casa.

Todas las casas de mi barrio tienen un cuarto de acre en terreno y me fui acercando con cuidado lo que me llamo mucho la atencion…eran gemidos femeninos. Me acerque y pude ver a mi vecino lo que le hacía a su novia cuando ella tenia sus bragas hasta los tobillos. Mi vecino Felipe le hacia con su dedo unas caricias en la panocha de su novia.

La mano de Felipe se movia rapido sobre la panocha de ella y mire hasta que la hacía correr. Felipe estaba en sus diecisiete años de edad y nunca me imagine que él ya tenia ese alcance para con las mujeres.

              Nunca ellos se percataron de mi y se iban muy contentos despues de que su novia le mamara la berga a Felipe. Me fui al porton de mi casa y miraba cuando los dos pasaban frente a mi y me saludaban como si nada hubiese pasado. Para entonces, sentia mi cuerpo con sensaciones raras de lo excitada que me encontraba.

Me senti muy frustada de ver que otros si gozaban la vida que yo no me podia dar. Con Felipe nos conociamos desde muy infantes y el trato de los dos era como de dos hermanos aunque ya todo era diferente despues que nos convertiamos adolescentes y lo unico que quedaba en union entre los dos era la musica porque Felipe era un avido tocador de guitarras.

Dos veces por semana nos reuniamos para hablar de musica mientras él practicaba la guitarra en el patio de su casa y una vez me le quede mirando y suponiendo cosas en mi cabeza y entre si solo dije que Felipe ya estaba bueno para comermelo, pero me mataba ese orgulo de saber que yo era una graduada y él todavia era un don nadie aunque siempre estudiaba, pero me sentia que yo le llevaba una ventaja sobre él.

           Me iba para mi casa y cuando iba caminando hacia mi casa escuche decir de Felipe que hablaba al respecto de mi trasero «Sofia, hace tiempo no me habia fijado en ti, pero te digo…tienes buenas nachas-nalgas-. Le escuche y me gusto escuchar eso de él.

Volvimos a estar unidos y las bromas sobre el sexo nunca antes fueron permitidas entre nosotros cuando estabamos mas chicos y me dijo que recordaba cuando yo tendia mis bragas en el tendedero de ropa…algo que él le excitaba mucho y me decia que segun el tamaño de la braga asi era el tamaño de la panocha… me  decia que yo tenia una gran panocha cosa que me causo risa y le pregunte si se la hacía en mi nombre y me respondia que muchas veces.

Me habia gustado volver a ser amiga de Felipe porque ya todo era diferente y me calentaba mas de lo que me imaginaba. Me pregunto si ya habia cogido y se iba de espaldas cuando le decia que no y me ofrecia sus servicios para desvirgarme. Le respondia que no porque yo tenia en mente de lleagr al altar mas de alguna vez, pero si creia que necesitaba el calor de un hombre para mientras

           Me rogaba para yo dejarme coger de él, pero le proponia algo y me acepto mi propuesta. Felipe se metia por la ventana de mi cuarto para evitar a mi abuela que todavia estaba con nosotros. La abuela dormia su siesta entre una y dos y tres de la tarde y mis padres trabajaban. Felipe entraba a mi cuarto y ahi esperaba por él sin yo saber como se hacía para comenzar y me empelote quedando boca arriba y las bragas un poco bajo donde solo los pelos se podian ver mas no la raja porque esta tenia que estar cubierta por las bragas para evitar gotas de semen.

Felipe al verme desnuda me miro las tetas bien erguidas y poco a poco recorria su mirada por todo mi cuerpo desnudo y mi mano agarrando las bragas. Le hice señas a Felipe mirando el reloj para que se apresurara y este se desnudo y se fue encima de mi y le decia que eso no era lo prometido y me decia que lo sabia, pero solo queria sentir mi cuerpo desnudo tocando el mio y me chupaba mis tetas y me decia que si me dejaba chupar la panocha cosa que no acepte porque queria proteger a toda costa mi raja.

Con sus dos rodilla me queria abrir mis piernas y le decia que ese no era el convenio y comence a tomar mi ropa para vestirme y me detenia prometiendo cumplir lo acordado. Felipe se puso de pie, pero siempre cerca a la cama donde estaba acostada y comenzo a masturbarse mirandonos los dos a los ojos. Felipe era algo artistico haciendo la paja frente a mis ojos.

         Comence a ver ese trance en que de un momento a otro él se correria en toda la zona de mis piernas y zonas pubicas y miraba su berga gruesa que la queria probar, pero tenia que tener la resistencia para decir no a la penetracion. Se acercaba mas al punto de la erupcion y se la jalaba mas seguido cuando me pedia que nos tomaramos de la mano.

Los dos entrelazamos nuestras manos y sentia la presion de su mano en mi mano y me decia «Tuya Sofia aunque sea asi…soy el primero en tu vida» la leche de Felipe habia salido con presion que me caia en las piernas y en los pelos pubicos de mi panocha y yo protegia a que ninguna gota de leche se acercara a mi raja agarrando con fuerza las bragas mias.

Felipe quedo todo desvanecido y me besaba. Felipe se vestia y se iba por la ventana. Me fui a bañar y con mucho cuidado me lave el toto. Felipe fue mi amigo intimo de esa manera y me enseño a mamar poruque me puso a mamar mas sin embargo mi esposo nunca lo supo ni lo sabra y cuando se lo hice a mi esposo me hice la pendejita que no sabia nada y hasta lo mordi para despistar de lo mamona que ya era gracias a Felipe. Mi esposo si me desvirgo y despues Felipe me probaba en una visita a mi casa y Felipe me decia que sentia en no haberme roto el culo…

Todavía Felipe es mi amigo y me hace mucha falta porque se fue a vivir lejos de aqui, pero siempre lo espero si algun dia él regresara. Somos de la tercera edad pero la amistad es la misma. uuff!!!que desahogo. De contar mi historia no existe la intencion de ofender a nadie. saludos a todos.