Cómo muchos hombres, pensé que volver a la soltería era vivir la vida loca y tener todo el sexo casual que no pude durante mi etapa de relación. Pero pronto descubrí que también como muchos padecí el efecto del erizo jajaja. Cuánto más trataba de acercarme a las mujeres, más se alejaban, ellas olían mi desesperación y la verdad iba de rechazo en rechazo. Por lo que decidí que no volvería a buscar tener alguna relación más allá de una amistad hasta que de verdad sintiera que había madurado o estaba listo.

Un buen dia, como caído del cielo me llegó un mensaje a mi cuenta de Facebook mientras estaba en el trabajo. Era de una chica que había sido mi compañera de generación en la universidad.

Me sorprendió un poco ver un mensaje de Nancy (llamemosle así). Cómo contexto, ella era una chica muy seria en la escuela, siempre enfocada en sus estudios. ella siempre me pareció muy atractiva, era una chica delgadita que media como 1.60, cabello negro hasta poco debajo de los hombros, y con una sonrisa que le daba un toque de ternura a su rostro, además de que su voz también era muy dulce, aún así nunca intente nada con ella por qué sentía que no éramos afines.

Cuando leí su mensaje me di cuenta que me buscaba por fines profesionales, en ese tiempo ella estaba estudiando un posgrado y yo trabajaba para una compañía que entre otras cosas daba becas para estudiantes para asistir a congresos. Al inicio todo normal, ella me preguntó si le podía ayudar con su trámite para un apoyo pues quería asistir a un congreso a lo que yo acepté y créanme que soy sincero cuando digo que le ayude desinteresadamente, en parte era mi trabajo.

Una vez que se completó su registro, ella me agradeció y me dijo:

N: Te debo un Favor

Yo: No es nada, es mi trabajo y aparte es un gusto poder ayudar a alguien conocido.

N: Bueno, gracias. Pero si nos vemos algún día déjame invitarte algo

Yo: Ok, un chocolate está bien

N: Ok te debo tu chocolate 🙂

Después de éso seguí con mi vida normal y como una semana después recibí otro mensaje de Facebook. Era ella de nuevo y está vez el mensaje decía:

N: Oye, te debo tu chocolate, no lo olvides 🙂

Yo: Tienes razón, sigues en deuda conmigo.

Fue apartir de ese momento que duramos varias semanas platicando por Messenger acerca de temas muy variados, ella siempre fue una chica que me parecía mucho más inteligente que yo y eso era una cualidad que me atrajo mucho de ella, sabía mucho de música, cine, arte y cultura general.

En una de nuestras pláticas sobre una película le confesé que no recordaba la mitad por qué la había visto pacheco (En esa época fumaba mucha marihuana) y me contestó:

N: Cómo? Que envidioso, no me invitaste

Yo: Has fumado alguna vez

N: Claro, jajaja no soy tan ñoña como parezco

Yo: De verdad me sorprende, parece que escondes cosas que no me imaginaría de ti

N: En realidad no tienes idea de muchas cosas que no le muestro a cualquiera

Yo: cómo cuáles?

N: jajaja bueno por ejemplo te puedo mostrar la parte de la película que no te acuerdas

Fue así que quedamos de vernos en su casa para ver la película (igual que yo, ella era foránea y rentaba un departamento para ella sola). Yo como buen grifo, me prendí medio porrito antes de ir a su casa, según yo para ver más Agusto la película (que al inicio había sido el problema, pero bueno marihuano al fin jaja)

Cuando llegué ella me recibió con mucha efusividad cómo si se tratase de un amigo de toda la vida cuando en realidad en el último mes habíamos hablado más que en los 5 años que estuvimos juntos en la carrera.

Algo que me sorprendió fue que estaba muy cambiada, no tenía muy actualizado su perfil en FB, si foto de perfil era de hacia dos años y ahora se había hecho un corte de cabello que le resaltaba mejor su cara, seguía usando lentes pero los había cambiado por unos más al estilo Mía Khalifa que la hacían ver inocente pero sexy y sobretodo traía una blusa apretada como nunca antes se la había visto y por ella se resaltaba como una grata sorpresa un par de melones que yo nunca había notado que tenía, recordaba que ella caminaba un poco jorobada y ahora entendía las dos grandes razones de por qué.

Cuando nos saludamos me abrazó y pude sentir esas tetas tan suavecitas que tenía y de ahí en delante nada fue igual.

N: Pasa y siéntate vamos a ve la película

Tengo que admitir que no se si el efecto de la marihuana me empezó a poner caliente pero la realidad es que de nuevo no puse mucha atención a la película, pero es qué esas tetas se me habían metido a la cabeza y aproveché cada oportunidad para ver entre su escote un poco a escondidas.

En un momento, ella se acurrucó conmigo y me tomó del brazo, esto solo hizo que la riata se me empezará a poner dura al punto que pensé que ella se iba a dar cuenta y me dio algo de vergüenza.

De la nada vi el reloj, y no se cómo pero ya pasaba de la 1 am, y yo solo pensé que por mi calentura iba a arruinar algo chido que se estaba formando y ya quería irme a mi casa para hacerme justicia por mi propia mano jajaja. Por eso aproveche que la película se estaba terminando y le dije:

Yo: Oye ya es súper tarde, ya me tengo que ir

N: Cómo, pero si aún no terminamos la película

Yo: Si ya se, pero en serio ya es súper tarde (dije ya en un tono algo nervioso)

N: Ok, si es lo que quieres pues está bien entonces

Nos levantamos y ella me acompañó para abrirme la puerta. En los pocos segundos que pasaron sentí que estaba comentiendno un error al final estábamos los dos solos y qué podía pasar si le decía que en gustaba, me arrepentí un poco de no ser más valiente.

Ya en la puerta, de nuevo ella me abrazó para despedirnos pero noté que su abrazo fue un poco más fuerte y más largo. Al separarnos ella me vio directamente a los ojos y se hizo un pequeño silencio antes de que se abalanzara a besarme.

Al principio el beso fue muy suave y solo con los labios, moviendolos suavemente mientras yo lentamente pasaba mis manos por toda su espalda para terminar de agarrarla por esa pequeña cinturita.

La verdad lo tierno del beso duró poco por qué comencé a sentir mucha adrenalina en mi cuerpo y la comencé a apretar y a besar más apasionadamente y ella me respondía pasando su lengua primero por mis labios y luego contra mi lengua, esto me calentó muchísimo y la comencé a morder delicadamente en el labio inferior mientras ella soltaba pequeñas risitas que hacían que mi corazón fuera empezando a bomebear más rápido sangre a mí verga que a este punto ya sentía que me iba a explotar (por qué team sangre jajaja).

Me dejé llevar y bajé con mi boca hasta su cuello que tenía ese aroma tan rico del perfume que llevaba, le pasé ligeramente la punta de mi lengua mientras la seguía besando, esto definitivamente la estaba prendiendo por qué su expresión cambio y sus risitas se fueron conviertiendo en ligeros gemidos con esa voz tan dulce que tenía.

De pronto pensé Qué estoy haciendo? No puedo creer que me estoy besando con Nancy en su casa, un poquito de paranoia cannabica supongo.

Me separé de ella pero en lugar de sentirme nervioso, me sentí como se debería sentir un león cuando se va a comer a su presa, ella se veía tan linda y excitada, su respiración estaba agitada y esto me hacía casi jadear de verdad como un animal. Así sin más, le levanté la blusa y para dejar descubrir sus redondas tetas que solo estaban cubiertas por un bra negro de encaje. Me avalance con mi cara entre sus dos tetas y las comencé a besar como si de ello dependiera mi vida, ella con sus manos tan delicadas me tomó del cabello de la nuca y me comenzó a estirar mientras entre gemidos se dejaba escuchar un «ahhh siii, asi siii».

Todo eso me puso como loco y antes de liberar sus melones de su prisión de encaje le metí la mano derecha por debajo de su pantalón para sentir su vulva, mientras con la otra mano sentí como su piel se iba poniendo chinita y se estremecia. Mis dedos índice y medio palparon lo húmeda que estaba a través del encaje de sus braguitas.

Tome una de sus manos y la puse sobre mi pantalón para que sintiera lo dura que tenía la verga. Me acerque a su oreja, la mordí un poco para luego decirle:

Yo: Si sabes que te voy a coger durísimo verdad?

N: Si, eso es lo que quiero, vamos a mi cuarto

En su cuarto tomé una postura totalmente dominante y ahora sí estaba dispuesto a hacer valer la desvelada que me iba a poner.

Con una mano le desabroché el bra y me llevé una sorpresa ya que sus pezones no eran pequeñitos como me imaginaba si no que sus areolas estaban más bien grandes, y de un tono café clarito. Por el peso de semejantes senos, tenían una caida natural no muy marcada pero que de igual manera hacia que se vieran más grandes de lo que escondía. Y entonces si, ahí me prendí de esos pezones, uno a uno les hice todo lo que me vino en gana, desde lamerlos, chuparlos, besarlos hasta morderlos ligeramente, lo que hizo que Nancy moviera hacia atrás su cabeza. Para éste punto los gemidos ya no eran discretos, los jadeos y los «ahhh que rico» no faltaban.

Sinceramente no me di cuenta en qué momento Nancy se había desabotonado su pantalón y se lo estaba quitando con un movimiento de piernas, sin duda no quería que me detuviera por qué con una de sus manos me apretaba hacía ella.

Ya sin pantalón me dispuse a pasarla a la cama cargada y de un movimiento nos acomodamos para que ella estuviera encima de mí. Con ella arriba le pregunté que si estaba bien sin condón, obviamente no iba preparado para ponerle un cogidon.

N: Ya metemela así, no me importa, solo no te vengas dentro por favor!

Yo solo asentí y me quité mi bóxer, ella ya solo tenía puesta su braguita toda mojada que se quitó rápido también.

Sinceramente yo ya solo pensaba en tener toda mi verga adentro de ella y empezar a moverla pero ella me dijo, «no espera aún no». Y comenzó a frotar su conchita depilada sobre mi pito tan duro que sentía todo su movimiento desde la cabeza hasta la base y de regreso, cada que su clítoris rozaba mi glande ella soltaba un gemido diferente, parecía como algo más gutural y sus líquidos ayudaban a qué resbalara delicioso.

Cuando ella estaba haciendo este movimiento sinceramente yo me sentía en la gloria, para ese momento en mi vida yo había estado con muy pocas mujeres, todas sin mucha experiencia por lo que nunca me habían hecho algo así y ella se encargó de llevarlo al siguiente nivel cuando mientras gemía me comenzó a acariciar los huevos todos llenos de sus líquidos. Uff, no puedo describir el placer que me estaba haciendo sentir y no aguanté más, la detuve por las caderas y le metí la verga que para ese punto estaba tan caliente de mi propia sangre y de tanta fricción que hasta sentí que se refrescaba cuando entró por completo. Ella se quedó con la boca abierta sin decir una palabra, se llevó una mano a su frente y viendo al techo para luego soltar un largo «ahhhhhhhhh» que casi me hace venirme en ese instante.

Mientras entró la tomé por la espalda, la acerqué a mí pecho y comencé a cogerla con un ritmo lento que poco a poco iba acelerando, sus gemidos me iban marcando el paso y yo quería sentir cada espacio de su vagina. Pero no puedo mentir, en muy poco tiempo sentí como mis piernas se empezaban a endurecer y sentía como la leche comenzaba su flujo desde mis huevos.

Yo: Le dije, ya no puedo Nancy me voy a venir

N: No, porfavor adentro no (decía entre gemidos)

Entonces antes de que el semen alcanzará mi glande, saque mi verga y la llené de leche. En serio que no se si fue todo el tiempo que tenía sin coger o que de verdad había disfrutado de lo que acababa de pasar pero sentí que casi lleno un vaso con tanta leche que le derramé.

Después de ésto, tuvimos un segundo palo pero de perrito (ella sola se puso en posición) que duró más pero que también terminó con sus nalguitas llenas de semen.

Cuando nos acostamos, nos abrazamos y ella me empezó a acariciar y me besaba los brazos y me dijo.

N: Ahora sí te vas a quedar?

Yo: Si, me gustaría quedarme aquí y venir más seguido, si está bien por ti

N: Claro, me gustas mucho y me gustaría que esto pasará muy seguido

A partir de aquí tuvimos más encuentros casuales, todos memorables y deliciosos que solo de recordar me dan ganas de jalarmela. Por fin tuve el sexo casual que buscaba tiempo atrás y sin buscarlo prácticamente. Afortunadamente después de ella pude estar con más chicas de cuyas historias iré compartiendo…