Sexo real                               Autor:  MAPMAKER

La bebida me inhibió despojándome de toda vergüenza por lo que iba a hacer; había encontrado a Agapito después de tanto tiempo y lo había invitado a beber. Conocía de su tendencia bisexual así que quise experimentar por primera vez el tener sexo con otro hombre; trastabillando nos dirigimos hacia donde residía.

Una vez allí, nos despojamos de la ropa y apagando la luz nos tendimos sobre el lecho; se abalanzó hacia mi miembro empezando a chupármelo deliciosamente causándome una erección; bajé mis manos buscando sus nalgas; comenzó a gemir mientras yo buscaba con mis dedos su orificio anal.

Me coloqué en posición inversa y pude palpar su templada verga me la introduje en la boca mezclando mi saliva con sus jugos lubricantes; su mamada me enardeció y me indujo a incursionar en placeres desconocidos; sentí su dedo introduciéndose en mi esfínter causando corrientosas olas  de placer en mi espina dorsal.

Sin pensarlo monte sobre su pubis acunando entre mis glúteos la punta de su verga que hábilmente me introdujo en el culo, la excitación amortiguó cualquier dolor y cuando me percaté me lo había incrustado hasta las bolas; empecé a cabalgarlo pero no lo hacía bien por ser mi primera vez.

Agapito hizo que me tendiera sobre el lecho y flexionando mis piernas hacia atrás me lo introdujo hasta la base de sus huevos; empezó a culearme a la vez que masajeaba mi miembro; sentí la cabeza de su pene pistonear mi próstata arrancándome una copiosa eyaculación.

Mi esfínter se contrajo poderosamente alrededor de su miembro causándole una potente erupción de semen; así permanecimos hasta que nuestros miembros volvieron a su estado flácido; ese día me dio verga hasta que se cansó y yo descubrí mi homosexualidad.

En otra ocasión viajando hacia mi casa en la noche, pasé por una calle frecuentada por travestis; distinguí una morena que me llamó la atención, paré invitándole a lo cual accedió, nos dirigimos a un motel.

Tenía una voz femenina y muy sensual; entramos y me hizo un streeptease fantástico aumentando mis deseos; conservó su tanga mostrándome su perfecto culo y sus exuberantes tetas;  apagamos la luz y  nos dispusimos a culear.

Se colocó en cuatro patas brindándome su redondo culo; era un culo corrido, mi verga entró limpiamente sintiendo los movimientos  cada vez que contraía su esfínter a voluntad; hizo que me corriera rápidamente; al venirme lo atrapé por la cintura y pude palpar la dimensión de su tremenda verga; comencé a masturbarlo.

Me detuvo y sin mediar palabras me colocó en posición prenatal sobre el lecho; yo tenía la boca seca al intuir lo que me venía, hábilmente me lubricó toda la entrada de mi culo con gel lubricante; sentí la enorme cabeza presionando en mi entrada respiré profundo relajando mi cuerpo y lo sentí invadir mi recto.

Me trato de una manera gentil y delicada; me sentí relleno a más no poder pero la hacía tan rico que no quería que se viniera nunca; mientras tanto yo me masturbaba eyaculando una y otra vez; era la sensación más placentera experimentada; sentía la enorme cabeza recorrer mi recto llenando mis entrañas a más no poder.

Tensó su cuerpo y me preparé para la descarga de semen;  lo sentí cálido y espeso; potentes escupitajos que inundaron todo mi intestino causándome una sensación delirante y placentera; me confesó que era la primera vez que alguien le había aguantado el miembro; seguimos culeando hasta que se agotó el tiempo de estadía.

Descubrí mi parte homosexual y continuamos viéndonos para culear a placer sin  impedimentos ni tabúes de ninguna clase.