Por

Anónimo

junio 30, 2025

55 Vistas

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REGIONALES pt. 3

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Ahí tenía a Luna frente a mí, con sus manos en mi pene viéndome. Con la carita mojada en lágrimas, me veía con una cara de puta.

—Hemos llegado demasiado lejos, Luna, ahora serás mi puta o no serás nada. Sí, lo que hacías era un juego de provocación, está bien, pero hemos llegado al final.

Viéndome a los ojos, lentamente se acercó a mí abriendo su boca y pasando lentamente su lengua por mi pene. Lamia con su pequeña lengua todo mi pene y el glande. En la medida en que lo hacía parecía calmarse, yo también. La veía con mi trago en la mano. Tomaba lentamente de mi whiskey mientras la veía darme sexo oral muy lento, algo tierno. Notablemente inexperta.

—Mételo en tu boca luna.

—No va a caber. Me veía con una carita de puta inocente que me vuelve loco.

—Inténtalo.

Abrió su boca lo más que pudo y metió mi glande y poco más en su boca. Acaricie su rostro dulce y limpie los rastros de sus lágrimas. Se le veía más contenta y podía pervivir cómo empezaba a calentarse.

—Lo haces bien, Lunita era una buena puta. Te ayudaré un poco. Empecé a introducir mi pene en su boca, ella solo abría sus ojos y ponía un poco de resistencia. Sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas otra vez. Así que saqué mi pene.

—¿Qué pasó Luna? Le dije. Mi verga llena de su baba la puse en su cara dando pequeños golpes llenándole la cara de su propia baba.

— Sentía que me estaba ahogando.

—No te vas a ahogar, Luna.

—Está bien. Me dijo algo incrédula y sola, metió otra vez mi pene en su boca y lo empezó a mamar más profundo.

—Qué rico lo haces, luna, tienes mucho talento. Jajaja tú y yo nos llevaremos muy bien por mucho tiempo. Ella solo intentaba sonreír con la boca llena de mi pene. Asentía con la cabeza. La tomé por la cabeza y empecé a cogerla. Ella se desesperó y me quito.

—Despacio, por favor. Me tenía algo frustrado con su indecisión e inexperiencia. Pero pude ver que una de sus manos la tenía en su vagina tocándose.

—¿Qué pasó, Lunita quieres que te la meta? Le dije mientras golpeaba su rostro con mi pene. Mordió mis labios y solo sonrió.

Me aparté y le dije que se parara. Se paró y se acercó a mí. Empecé a levantar su camiseta y el short de su uniforme. Se habían ido a la fiesta sin bañarse ni nada. Aún estaba sucia de los juegos de la mañana, tenía tierra en el cuerpo.

La imagen de ella en ropa interior me encanta. Le dije que se acostará. Sin cuestionar, me hizo caso y se acostó en el centro de la cama. Le pedí que se quitara el brasier y dejara su calzón.

Me serví medio vaso de whiskey y lo tomé de un solo trago. Me quite la ropa y me acerqué a ella. Ella temblaba, se estremecía de solo verme acercarme.

Su entre pierna brillaba por lo mojada que estaba. En la televisión puse música y subí un poco el volumen. Me paré junto a Luna y pasé mis manos por sus rodillas lento hacia su entre pierna. Mi mano estaba fría por el vaso de whiskey. Ella se estremeció al sentirlo. Pero no dijo nada, empecé a acariciarla sobre su calzoncito que estaba completamente empapado. Era gris claro y se notaba muy cabrón lo mojado. Parecía como si se hubiera orinado. Con mi mano derecha acariciaba su vulva sobre el calzón mientras con mi mano izquierda tocaba sus pechos. Ella me veía rendida, entregada completamente.

—Eres toda una puta luna. Vas a ser mi puta, de ahora en adelante entiendes. Solo dijo que si con su cabeza mientras mordía sus labios.

—Mira lo mojada que estás, Luna. Quieres, verga, que te la meta toda.

Tomó la mano que tenía en sus pechos, llevándola a su boca, empezó a chupar de mis dedos como lo hizo con mi pene. Yo mantenía mis dedos en su boca y con mi otra mano ya media dos de mis dedos en ella.

Me empezó a masturbar. Quité mi mano de su boca y me puse de lado, mirando frente a ella. Le empecé a meter los dedos con fuerza. Había hecho hacia un lado su panti; se escuchaban mis dedos como si estuviera golpeando un charco, cada vez que metía mis dedos y mi mano golpeaba su vulva. Estaba muy mojada y caliente. Me la jalaba y ella se retorcía en el colchón mientras la dedeaba. En eso pude ver cómo sus ojitos estaban completamente blancos y su cuerpo tenía espasmos.

—Te está gustando, putita. Parece que ya te vas a venir y aún no empezamos, Luna. Eres toda una puta. En eso sentí cómo por mi mano escurrían las secreciones de Luna y ella temblaba.

—Mira, qué puta eres, luna. Aún falta que te llene toda con mi verga. Ella se mordió los labios y dijo que si con la cabeza.

—Sí, Si, por favor. Lléname con tu verga y termina dentro de mí.

—Qué puta eres, luna. Quieres que te use y te deje todo dentro.

—Sí, eso quiero que te vengas dentro de mí.

Le quité el calzón y abrí sus piernas. Las separé completamente y contemplé lo rica y dilatada que estaba. Otra vez podía oler el delicioso olor de ella.

No podía aguantar más y le empecé a dar el sexo oral. No lo esperaba, cada pasada de mi lengua en su vagina era un gran grito o gemido. Escurrían ríos de ella. Temblaba y se estremecía cada vez que mi lengua entraba en ella. Y aún no empezaba a dedearla y lamerla.

Sujetaba con fuerza sus piernas que, por reflejo, las cerraba cada vez que pasaba o metía mi lengua en ella. Le empecé a besar y mamar el clítoris. En eso pude escuchar cómo empezó a tener un orgasmo. Gritaba fuertísimo.

La música en la tele ni se escuchaba. Acerqué más mi cabeza y con una mano empecé a dedearla. Se vino cabrón, no dejaba de temblar, gritaba y pedía que parara. Yo estaba deleitado comiendo su dulce miel. Mi verga estaba durísima. Con mi mano empecé a acariciarla suavemente por encima. Dándole un descanso, dejándola sentir todo el placer. La volteaba a ver y ella estaba deshecha. Su cabeza veía hacia el colchón y su respiración era rápida y fuerte. Se estaba recuperando. Con mi mano acariciaba su ano viendo que tan listo estaba para mí. Después de unos momentos así.

Ella volteó a verme y con su cabeza decía que no cada que acariciaba su culito. Yo solo sonreí de ver su negativa. Me pare ella estaba acostada como de lado. Puse mi verga sobre sus nalgas. Ella seguía moviendo su cabeza de un lado a otro.

—por mi colita no porfavor. No.

—aquí el único que decide que pasará soy yo luna. Tu eres mi puta y las putas no tienen opinión.

Mi verga estaba por explotar de lo dura y llena que la tenía. Puse mi glande en su ano empujando despacio. Ella veía hacia enfrente y respiraba lento y profundo. Cómo intentando relajarse.

—Muy bien, lunita, eres muy buena puta. Serás un juguete muy divertido de tener si sigues así. Ella no decía nada, solo se concentraba en su respiración viendo a la pared frente a ella.

Pasé mi pene por su vulva y lo lubriqué con eso, para volver a presionar su ano. En un movimiento firme, metí, le metí la cabeza.

—Ah, no, por favor. Me duele… me duele mucho. Solo le había metido la cabeza. Estaba apretadísima.

Poco a poco fui presionando, pero ella gritaba más y con más fuerza. Nunca había escuchado gritar tan fuerte.

Sé, la saque, estábamos en el hotel y todos sabían que estábamos solos en el cuarto. Éramos los únicos del equipo en ese piso, pero preferí evitar problemas.

Sé la saque y me paré por más whiskey. Ella se mantuvo acostada y se sobaba la cola, jajaja

Serví el vaso entero y vi que tenía muchos mensajes en mi celular. Los empecé a contestar. Quizá perdí unos 10-15 mins en el celular. Cuando volteó, Luna estaba dormida, se quedó dormida, desnuda sobre la cama, llena de secreciones.

La cama estaba empapada de las veces que se vino. Y yo con la verga a un algo dura, porque no me hacía venir la puta.

Le separé las piernas y empecé a frotar mi pene en su vulva. Llenándolo todo de nuestras secreciones. También para recuperar la erección. Ella estaba agotada. No despertaba por más que le pasaba la verga entre los labios y metía un poco de la punta de mi pene.

Parecía que estaba por despertar y decidí metérsela toda. Hasta donde topará. A la muy puta le entró casi toda la verga de una. Y dio un gemido fuerte. Intentaba separarme de ella.

—Ya, por favor, la tienes muy grande y me duele. La calle con un beso que correspondió. Al principio algo lento, pero rápidamente se volvió muy apasionada al besarme. Nunca sentí una entrega como la de ella en ese momento. Chupaba mi lengua y mis labios. Estaba como loca besando mi boca, y poco a poco le empezó a entrar el resto de mi verga.

Una vez dentro de ella, la abracé y seguimos besándonos. Ella se escurría de lo caliente que estaba. No dejaba de besarme por nada, le empecé a dar y solo me besaba más. Era como una adicta a mi boca. Estábamos abrazados muy pegados los dos, y ella me abrazaba con mucha fuerza con sus piernas y brazos. Apenas y se la podía sacar un poco para volvérsela a meter.

—Vete dentro de mí, por favor. Quiero sentir eso. Me dijo al oído.

Aún faltaba mucho, empecé a darle un poco más fuerte. Ella empezó a gemir y encajar sus uñas en mí. Se escuchaban como aplausos cada vez que mis testículos chocaban en su cuerpo.

Ella gemía y me pedía más. Estaba muy caliente y entregada. Empecé a besar su cuello y ella jalaba de mi pelo. En eso empezó a gritar fuerte y, como loca otra vez, pude sentir el cómo me apretaba.

—Ay, quítate, me voy a hacer pipí.

—No es pipí, hazte, no importa.

Seguimos y tiro un largo y fuerte squirt. Todo su cuerpecito temblaba ya sin fuerzas. La tomé de la cara y me empecé a dar duro. Antes de venirme, la saque y me vine en su abdomen. Me vine con fuerza, le cayó en todo el cuerpo hasta un poco en la cara. Me paré y quite. Fui a darme un baño a la regadera. Al regresar, la muy puta se quedó dormida, llena de semen.

La limpie con toallas húmedas. Se veía riquisima ahí dormida, me tomé otro whiskey. Lo termine e intente dormir. Olvide que había programado una alarma, como pensábamos que festejaríamos habíamos planeado pasear ese último día.

El sonar de la alarma me despertó. Apague la alarma y Luna estaba súper dormida aún.

Eran las 5 de la mañana nadie se levantaría. Puse un mensaje en el grupo que si haríamos algo. Dijeron que no que nos viéramos para comer.

Deje el celular y me volví a acostar. Pero tenía junto a la muñequita de Luna y ya eran las últimas horas que la tendría para mi.

Empecé a besar sus hombros, no despertaba. La empecé a tocar y aún estaba llena de secreciones. Me puso muy caliente sentirla así, me paré la verga y se la metí estando ella dormida. Dio un pequeño quejido que calle con un beso. Nos besamos mientras la penetraba de cucharita. Le fascinan mis besos, se apretaba las tetas mientras la besaba y penetraba. Empecé a darle más fuerte y a besar su cuello.

—ah si, que rico. Te amo papi. Dame más rico por favor.

Escucharla me hizo venir a chorros al instante. Ni quisiquiera alcance a sacársela. La llene toda de semen. Ella solo sonreía.

—ah, ah qué rico sentir que termines dentro de mi am…. La volví a callar con besos. Nos estuvimos besando mucho. Yo perdí la ereccion y seguíamos besándonos. En eso ella dice que se metería a bañar. Riendo y algo agotada.

Me pregunto que si la bañera de la regadera servía. Me dijo que ella nunca había estado en una tina. Que si la sabía usar. Me paré y puse a llenar la tina y la preparé para ella. Me di un regaderazo en lo que estaba llena y lista la tina.

Podía ver que seguía acostada. Me enjuage y la tina estaba lista con el agua perfecta y mucha espuma. Me asome y se había vuelto a dormir.

—LUNA! Luna!! Ya está el baño listo bebé, ven. Cómo pudo, aún dormida pero con una gran sonrisa en el rostro se levantó despacio y despacio se acercó a mi.

La bese y enjuague su cuerpo en la regadera. Su cara era de total felicidad y satisfacción.

—jaja me gustan mucho tus manos.sentirlas en mi cuerpo ja…

Me dijo mientras la enjuagaba. Ya que estaba limpia la pase a la bañera que tenía agua caliente. Dio un gemido de lo relajante que fue para ella y se metió toda en el agua. Estaba súper relajada y contenta.

De solo verla yo también me sentía muy relajado. Pero el tocarla mientras limpiaba su cuerpo me tenía con una gran ereccion. Me hacerque a ella y le puse el pene cerca de la cara. Que dispuso a mamar con mucha mejor técnicas el verla tan relajada y hermosa con mi verga en sus manos y ver cómo pasaba su lengua por todo mi pene me hizo venir, le dije que terminaría y no se detuvo.

—vente en mi boquita, no seas malo. Lamia mi pene mientras me veía a los ojos, fue muy sexy que lo hiciera así, pero ya no era la misma técnica y cómo que se retrasó un poco mi eyaculacion.

La vi fijamente y podía sentir ya hasta cierto cariño por ella, mientras me pedía que terminara en su boca una vez más, sentí que me vendría y ella lo noto, abriendo su boca y sacando su lengua. Le llene toda la boca y la cara de mi semen. Al terminar de eyacular se llevó mi pene a la boca para terminar de sacar todo. Me separé y di un regaderazo. Me seque u fui a dormir.

Me despertó el ruido de mi celular. Estaban llamando que si queríamos ir a desayunar. Estaba acostado desnudo con luna abrazándome dormida sobre mi. Les dije que me quede tomando hasta tarde que nos veíamos para comer. Me preguntaron por luna. Les dije que estaba dormida. Que vimos una película hasta tarde. Colgué y me volví a dormir. Más tarde. Luna me despertó que tenía hambre, pedimos room service, cogimos un par de veces más y desayunamos. Nos cambiamos y salimos a buscar a los demás.

Todos comimos juntos. Algunos papás seguían muy molestos con sus hijas. El ambiente en general era algo raro, por lo de perder y la travesura de las niñas. Por la tarde camino al aeropuerto nos volvimos a mover en un solo camión todos, Luna estaba sobre mi y no llevaba calzones la muy traviesa.

Sobre el viaje fue todo, a Luna la sigo “apadrinando” con los gastos del voleibol y con cosas que pueda necesitar. Solo nos hemos vuelto a ver una vez desde el viaje. Pero habrán competencias próximo y espero acompañarla nuevamente.

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