Compartimos el mismo sentido del humor, gustos en lectura, series, etc. Me confiaba mas cosas a mí que a Brenda (mi esposa). Sobre todo en cuanto a sus intimidades y aventuras.

Actualmente ella ya esta infelizmente casada con un imbécil egoísta que no la apoya con la casa ni con su hijo que padece TDAH. Maneja mucha frustración y ansiedad en su hogar.

Esto sucedió apenas antier, en nuestra fiesta de Halloween. Brenda y Ana organizaron una fiesta de disfraces en nuestro depa. Mi esposa se pasó de copas y terminó ahogada, entre Ana y yo la colocamos en la cama de costado con un bote a lado. Nos quedamos al final solo Ana y yo. Ana traía un disfraz puesto de puta francesa tipo Moulin Rouge. Con un escote que casi desbordaban sus tremendas tetas, mallas y una especie de falda corta esponjada. Me trajo duro solo de verla casi toda la noche.

Obviamente el alcohol nos ganó también. Ella se puso a tristear sobre su vida, yo la trataba de animar, cuando pone una mano en mi mejilla: -Siempre quise tener a alguien como tú- Entonces lo que inició como un beso suave y tierno se convierte en un frenesí desesperado en el que nos devorábamos uno al otro. Nos recorrimos todo el cuerpo con las manos. Eran unas ganas que nos traíamos de años finalmente liberadas.

Ana se paró frente a mí, yo sentado en el sofá , y se bajó el short que traía bajo su falda, con todo y tanguita. La falda se la dejó sabiamente en caso de que Brenda despertase. Me saqué el pene ya durísimo y ella inmediatamente me monta, lleva a su mano a mi miembro y lo guía a su concha, baja despacio, mientras encajo deliciosamente en ella, hubo un sonido exquisito provocado por nuestras humedades mientras ella seguía bajando. Su mano fue a mis huevos con los que comenzó a jugar habilidosamente con sus uñas y apretándolos de a poquito.

Ella sabia mis gustos, Brenda le había dicho seguramente lo de jugar con las bolas. Pero yo sabía los de ella también. Ella misma me los confesaba en sus aventuras. Con facilidad liberé sus tetas y me lancé a mamar una y apretar la otra. -Aiii siempre te cachaba mirándomelas y al fin se te hizo Neto, sin vergüenza- Era totalmente cierto.

Estaba muy caliente, entre que después de tantos años al fin la tenía, su disfraz, su concha jugosita, el sonido que emanábamos, el alcohol y el morbo de ser cachados por Brenda no aguanté mas, a lo mucho pasando el minuto le digo -Ana, estoy apunto- con la intención que me diera un respiro. Al parecer solo la calentó más y comenzó a dar sentones mas fuertes y profundos al mismo tiempo que apretó mis huevos con mas fuerza. -Ana!!- en grito ahogado, ella se salió pero sin soltar mis bolas.

El primer chorro alcanzó su concha y muslo, el resto escurrió a su mano y mis bolas. Fue tan intenso que recuerdo que apreté sus tetas tan fuerte que se le escapó un gemido que pudo haber terminado en tragedia si despertaba a Brenda. Afortunadamente no fue así. Ana llevó su mano enchastrada de semen a sus tetas, y con sensual dedicación lo esparció mientras yo mi miraba incrédulo.

De pronto me invade la pena de haber terminado tan pronto. Ana me había desarmado en menos de dos minutos! Creo que se percató de la vergüenza en mi cara, a lo que me dice:

-No te preocupes, me halagas, Brenda me dijo que sus “encerrones” pueden durar horas, me daba envidia, pero también me pregunté si conmigo ibas a poder aguantar tanto-

En ese momento escucho ruidos viniendo del cuarto donde estaba Brenda, me incorporé de un salto, me abroché y fui a ver que pasaba. Brenda había vomitado, en el bote, seguía dormida, la limpié y arropé. De paso fui al cuarto de mi niña de 2 años para ver como estaba, dormía profundamente.

Regreso a la sala, Ana se había acomodado el escote, tenía un trago en su mano y bailaba sola y sexy algo de reguetón del viejo.

-Todo bien?- pregunta

Asiento para confirmarle que sí. Ella se dirige al ventanal que da al balcón, dándome la espalda, continua su baile, comienza a perrear, bajando de a poquito, su falda comienza a deslizarse hacia su espalda descubriendo su culo y sí, aún seguía sin la ropa interior, con algo de sus jugos y los míos aún abrillantando sus muslos. Esta de mas mencionar que me puse durísimo tan solo de ver esa escena.

Entendí el mensaje, esto no podía quedarse así. Necesitaba reivindicarme. No iba a ser fácil tener otra oportunidad.