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Anónimo

noviembre 4, 2011

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RAquelita ....mi profesora...

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Relato

Hola mi nombre es Mark, delgado, 1.68, mestizo�les voy a contar mi historia hace 9 años. Actualmente tengo 30 años.

Yo trabajaba en una tienda comercial y lo cuidaba en las noches, en la trastienda había un espacio grande. Donde vivía solo, hasta que un día llegó Raquel. Una señora Separada con 1 hijo, Raquelita tenía 40 años, se hospedó en el lugar porque no tenía donde vivir. Para mí fue normal, hasta le tenía respeto e invitaba para su bebé de 3 años. Pero cuando comenzaba ingresar a mi cuarto para prender su radio, se me despertaba una atracción sexual. Cada vez que ingresaba, lo hacía con su bata, y a veces lo hacía después de bañarse: entraba con una polera en la cual se le veía sus senos muy hermosos para su edad, tenía el cabello húmedo y una faldita amarilla, que hacía contraste con el color de su calzoncito, que apenas se notaba� sus nalgas prominentes parecían invitarme a tocarlas. Pero no los hacía, pues era primerizo.

Hasta que un día ingresó, como todos los días, pero esta vez, demoró más, y no sé si por provocarme, pero cuando se agachaba a enchufar el radio, movió su traserito para los dos lados y luego se alzó su faldita para acomodarse el calzoncito. No resistí más y me acerqué a ella por detrás y le dije señora�.mi señora; al momento que lo tomé de la cintura y apretaba mis genitales contra su hermosísimo trasero�me dijo Mark�.hace tres años que no me tocan� ¿Qué haces?, me preguntó, me asusté, pero sin soltarla le dije: no sé. Volteó su cabecita me comenzó a besar. Era un beso desesperado, yo le respondí. Su manito pasó a mis genitales, marido mío lo tienes muy grande, pero no importa, soy tu mujer, destrózame, hazme un bebé, me asusté. No te preocupes marido mío, hace 3 días terminó mi regla. Bueno le creí, y seguí besándole, y seguía besándole en su boquita hasta que me cansé pero cuando me separé grande fue mi sorpresa al ver cómo me ofrecía sus pechitos y yo solo atiné a mirarlos, ¡Mámame la tetas!, me dijo, le obedecí, ella gemía y se arqueaba hacia atrás�mientras decía mi amor, por qué no viniste antes a mi vida, hubiéramos tenido muchos bebés, eres mi amor, mi hombre, mi rey, mi marido, hazme tuya. Yo seguía besándole sus tetitas y por ratos empezaba a succionarlo, pues sentía placer por lo que decía y sus gemidos. No pude más y le bajé su diminuto calzoncito que estaba mojadita y de su vaginita salía un líquido, y ella se dio cuenta que lo observaba y presumía que era mi primera vez, no se lo dije, y me dijo, marido mío, son mis líquidos amorosos, vamos entra en mí, penétrame, dame hasta la más última gota de ti, 3 años�.lléname toda, hazme tu mujer. No sé por qué pero acerque mi boca a su vagina y comencé a besarle y a succionarlo, ella gritaba muchísimo, apretaba su vagina y gritaba más cuando le metía la lengua, mi amor no aguanto, destrózame cariño, de pronto me empujó y yo me asusté, me recostó boca abajo, y me quito mi única prenda que traía puesto por el calor, mi calzoncillo, y comenzó besar mis genitales que cada vez parecía que iba a explotar y luego me dejó, se puso a un lado, abrió sus piernas y con sus manitos separó sus labios vaginales y me dijo, soy tu mujer, méteme tu pene, lo deseo, y yo me acomodé y le penetré despacio pero ella me cogió de mi trasero y se lo introdujo por completo�era lo más lindo del mundo� le comencé mamar sus tetas, y a la vez que mi pene estaba en su vagina, empecé a menearme, acompañado con sus manitos. Ella decía mi Mark, mi amor, lo siento hasta mi útero, mi amor. Mi Raquelita�.movía hacía arriba y hacia abajo, ella comenzó a temblar, y me dijo, te amo� te amo, luego ella se me separó, y se puso encima de mí, y se lo introdujo y siguió meneándose, movía su bonito potito, y sus tetitas se iban para arriba y para abajo, y no aguante más, le tumbe a un lado, lo volví a cabalgar y se lo metí hasta adentro en su hermosa vaginita, que estaba muy jugosita� me moví de arriba hacia abajo miles de veces, cada vez más rápido, hasta que ella empezó a temblar de nuevo, y me dijo, así mi amor, arréchate, así, así. Cada vez iba al encuentro mío, cada vez que se lo sacaba, me abrazaba fuerte, y cuando se lo metía movía sus caderitas para los costados, así así me decía, mi amor, soy tu mujer, mi maridito��me quedé quieto apretando mi pene contra su vagina mientras eyaculaba, mi amor, me dijo, a partir de ahora soy tu hembra, móntame cuando quieras, mientras se movía hacia los costados para sacarme hasta la última gota, nos quedamos quietos, un rato. Me besó y me dijo: Mi amor hay que ducharnos, me voy a trabajar.

En la noche llegué tarde de mi trabajo y no la vi. A la mañana siguiente Ella se fue. Me dijo que no quería hablar del tema, que salía con su marido y que la próxima semana iba a volver con él. Y yo a partir de aquel día siento deseos de hacer el amor todos los días.

Mark

marksublime2010@hotmail.com


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2 respuestas

  1. nindery

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