Cuando trabajaba como entrenador de natación. Había muchas competencias y debíamos viajar mucho. Era un trabajo muy lindo, poder trabajar con los niños e inculcarles el gusto por la natación, es algo que me sigue apasionando (aunque ya no ejerzo).

El grupo de trabajo que teníamos era muy unido muy fuerte y siempre nos apoyamos en todos los aspectos había una sana convivencia entre los entrenadores y entrenadoras. De vez en cuando nos reuníamos para echar el chisme, beber y embriagarnos.

Fue en un tiempo en dónde una de las entrenadoras empezó a tener unos roces con su novio, (no sé por qué, pero la gente tiende a ser muy abierta conmigo, tal vez porque soy muy bueno escuchando a las personas y también soy bueno dando alguna solución) ella se acercaba mucho y me contaba sus problemas y yo la escuchaba y le decía que no se desesperara en tomar alguna decisión. También le decía que nadaramos o entrenaramos para que tuviera una distracción.

Tuvimos un viaje a Pachuca y en la noche final los entrenadores nos pusimos a beber y a hacer confesiones muy fuertes, y entonces yo connfecé que me empezaba a gustar la entrenadora, a lo cual ella respondió que estaba en la misma situación. Tuvimos un momento de silencio (no más de 10 segundos, pero parecieron horas) otro entrenador grito «ya dense un beso» a lo que yo dije si, y ella solo se sonrojó y quedo en eso; una frase al aire. Pasaron un par de horas y ya estábamos más entrados en las copas y la noche era muy calurosa así que ya estábamos sin playera, las entrenadoras en bikini (no era algo extraño, pues todo el día nos veíamos en traje de baño, así que ver a una entrenadora en bikini era algo que no causaba furor ni pena) cuando vimos que se estaba acabando el alcohol yo dije: «yo pongo otra botella, ahorita regreso» y ELLA me dijo «te acompaño» salimos de la casa y solo faltaba eso, estar nosotros dos solos, cerramos la puerta de la casa y comenzamos a besarnos como si no hubiera un mañana, (La casa estaba ubicada en una calle cerrada y era la casa del fondo) la tome fuerte de la cintura (era chaparrita y delgadita, era muy sexy) y la cargue hasta recargarla en la pared y ella abrazo mi cintura con sus piernas mientras nos besábamos, ella gemía muy lindo y a mi cada vez se me ponía muy duro.

Dejo de abrazarme con las piernas y dejando caer su cadera se colocó en cuclillas bajo mi cierre y comenzó a darme sexo oral como nunca lo había sentido (tal vez también era la situación de estar en la calle) pero no pasaron ni 30 segundos cuando sentía que explotaba le dije «espera siento que me vengo» (yo estaba en la situación de querer terminar y a la vez no) entonces ella comenzó a succionar más fuerte y termine llenando su boca de semen, solo levanto su cara, me miró a los ojos y sonrió sin sacar mi pene de su boca, tenía una mirada muy pervertida que eso me hizo tomarla, levantarla y darle la vuelta bajarle el short y dejar sus lindas y pequeñas nalguitas descubiertas, la incline y me dispuse a comer toda su intimidad, comencé besando sus nalgas, mientras besaba una, apretaba la otra con mi mano. Tome ambas nalgas y las abrí para ver su ano disque cubierto por un pequeño resorte (su tanga) hice a un lado la tanga y pase mi lengua, ella solo hizo un gran gemido y sus piernas se doblaban. Seguí jugando con mi lengua en su ano hasta que ella levanto más sus nalgas dándome a entender que quería lo mismo en la vagina (rosita, suave y perfectamente depilada) comencé a comerla, besarla y acariciarla, cuando sentí que mi pene palpitaba cómo diciéndome «yo también quiero jugar» y eso hice, levantarme y penetrarla, no sin antes hacerle sexo oral hasta que terminara.

Mi pelvis chocaba con sus nalgas y hacían ese característico ruido de choque que combinaba perfecto con sus gemidos, ella se limitaba solo a gemir y decir: «si mi amor, así». La tome del cabello y le di un jalón para que pudiera ver la mitad de su cara y ver cómo disfrutaba mi erección. Comencé a bombear más fuerte y ella comenzó a temblar y gemir más fuerte (en ese momento pensé que algún vecino saldría) entonces con la otra mano puse mi dedo en su ano y lo inserté ella solo seguía limitándose a gemir y temblar. Ella optó por quitarse el short de una pierna así que la levanté sin soltar sus nalgas y me volvió a abrazar con sus piernas, la penetre de frente mientras nos besábamos. Y ahí empezó a temblar por 4 vez y solo me dijo «espera este es el 4°».

Estabamos en el punto más alto de nuestra excitación pero algo nos dijo a ambos, están en la calle. Volteamos y al principio de la calle había una pareja hombre y mujer viéndonos, yo pensaba y me decía «pues que vean» pero note que ella había perdido la excitación, así que decidimos meternos de nuevo a la casa. Cuando entramos ya nada más estaba un amigo y una amiga, y que nos dicen «y el pomo?» Yo solo conteste «aquí tampoco te venden después de las 2»

Tome la mitad de la cuba que había dejado antes de que nos saliéramos y ella se sentó conmigo viéndome y riendo por lo que habíamos hecho afuera.

Entonces se fueron a dormir las otras dos personas que estaban y nos quedamos platicando, pero realmente no sabíamos que platicar porque cualquier cosa que dijeramos nos llevaba al momento que tuvimos afuera.

Entonces ella se levantó y…