Mi padre compraba una bicicleta con todos sus lujos en aquel año a principios del año sesenta donde no existian muchas cosas como las que hoy existen en la vida actual. Era una gran novedad aquella bicleta entre los muchachos de esa bella epoca donde todos querian pedalear la bicicleta de mi papá. Faltaba algo que experimentar de la bicicleta…su luz, foco que alumbra para ir de noche en medio de la oscuridad. Esperamos la noche para ir con la bicileta alumbrando todo aquel campo oscuro de futbol que recuerdo como si fuese ayer. A veces alguien mas le seguia a uno corriendo atras cuando uno pedaleaba la bicleta. Una noche llegaba una visita a la casa junto a su hijo que ya me habia pretendido y me preguntaba por la bicileta. Me sentia un poco emocionada de verlo y tambien de saber que alguien estaba interesado de ver la bicileta de mi papá. Lo lleve hasta donde estaba la bicileta y ahi mismo la monto enseñando que era un avido en andar biciletas. Miramos la oscuridad del campo de futbol y él iba primero quedandome atras donde solo miraba el foco de la bicleta hasta que regresaba a mi que era mi turno de ir a dar mi vuelta. Me di de cuenta que llevaba falda puesta y le decia que iba entrar a la casa para ponerme pantalones cortos.

              Este amigo me decia que de entrar a la casa estaba seguro de que yo no regresaria para dar la vuelta en el campo y le hacía caso a él. Me monte en la bicileta y comence a pedalear para meterme a lo oscuro del campo de futbol. Note que él corria atras de mi agarrado de la parte trasera de la bicileta y una vez nos internabamos muy adentro del campo senti que la bicicleta la sujetaba bien que la rueda de atras estaba en el aire sostenida pr este amigo y de repente estoy en la grama…tirada en el suelo donde una caida sucedia por un movimiento inteligente de mi amigo y me montaba tocandome por todo lados hasta sellarme sus labios de su boca en los mios. Yo le respondia casi de inmediato y no solo eso sino que abria mis piernas para que éste estuviera mas comodo encima de mi…era una sensacion indescriptible de lo rico que sentia. En aquella epoca no existia mucho el de llevar depilada la chocha y yo vengo de familia de mucho pelo y mi chocha a mis dieciocho años, los pelos pubicos hasta se me salian por los lados de mis bragas. Yo misma me preguntaba entre de si «Que esta esperando éste para bajarme el calzon» me ponia en una posicion para que todo se le facilitara a él cuando senti que ya me bajaban el calzon y escuche decir de él que me quedra quieta por un instane.

               Mas me abria de mis piernas cuando senti algo desconocido que me corria a lo largo de mi raja como si se buscaba algo de mi…senti que me tiro para ver si me penetraba y me dolio que mis reflejos fueron el de cerrar mis piernas. Me volvia abrir y me preguntaba el por qué no me entraba su berga cuando sentia que algo se desgarraba en mi chocha y se penetraba algo ahi y me decia mi amigo «Ya esta, te tengo» comence a sentir lo que habia escuchado anteriormente pero de manera teorica, pero esta vez habia descubierto como se sentia en verdad el mete y saca con un movimiento de cintura. En silencio me dije que ya me habian comido el virgo y eso era lo que me estaba pasando, m ia amigo me estaba cogiendo y al parecer me hacia duro para estar seguro de que me haca un buen hueco. El se corrio, pero yo no porque habia mucha conmocion de la primera vez. Regresamos caminando a la cas porque me dolia todo y los padres de él ya esperaban por él para terminar la visita con mis padres. Deje de pedalear por un buen rato y perdi el interes de la bicileta y lo que buscaba era berga pues a esa edad las hormonas se revuelven que uno solo con ella (la berga) adentro de uno la desea. Lo bueno es que el hombre que lleva mi virgo en la punta de su berga aun tengo contacto con él y aunque no fue él que me hizo correr por primera vez nos hemos visto en varias veces en la que cojemos y note que me hacía acabar (correr) y le decia despues que habia aprendido a como satisfacer a una mujer. Él vive con su mujer y yo vivo con mi esposo y en ocaciones nos hemos encontrado aocmpañados de nuestros conyuges y nos presentamos, pero el secreto aun sigue vivo y recuerdo mucho como fue mi primera vez algo que nunca se olvida.