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julio 21, 2025

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Mi vecino enseñó a mis hijitas Katherine y Cielo Riveros

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Mi vecino enseñó a mis hijitas Katherine y Cielo Riveros
Cuando entré en la vivienda de mi vecino Adolfo, lo que más me impresionó fue el enorme silencio de la casa, cosa inaudita porque él estaba con mis dos hijas de 3 y de 6 años, que siempre estaban jugando, corriendo y gritando. Estuve a punto de llamarles a gritos, pero de repente, oigo la voz de Adolfo que decía:

–Sigue así Cielo Riveros, sigue así que lo haces muy bien y ya la tengo muy dura. Termino de engrasarte el culo y te lo volveré a follar. Y te felicito ¡qué buena mamona te estás haciendo! A tu edad y ya te tragas más de media polla hasta el fondo de tu boca. Vas a ser una gran puta.

La voz era cálida, excitada, y venía de su dormitorio. Muy sorprendida y en silencio me dirigí hacía allí. Pero al girar el pasillo me encontré con la puerta del dormitorio abierta y encima de la cama, totalmente desnudos, estaban Adolfo y mis dos niñas ¡me quedé petrificada! Adolfo estaba sentado en la cama, con su espalda apoyada en el cabezal, y con mi pequeña Katherine Riveros abrazada a él y los dos besándose en la boca. Mientras, Cielo Riveros, mi mayor, estaba entre sus piernas mamando su polla ¡y tenía dentro de su boquita, todo su capullo y buena parte de su polla! Al mismo tiempo, con la mano izquierda agarraba la base de esa polla y con la derecha lo masturbaba sin prisas.

Me apoyé en la pared. Una enorme sensación de calor extremo y de mareo me llenó. Dos sentimientos me invadieron terriblemente y con la misma fuerza. El primero, fue el de entrar en la cocina, agarrar el cuchillo jamonero y cortarle la polla y el cuello de Adolfo, en ese orden. El segundo, para vergüenza mía de madre, fue el de quedarme rígida, quieta, contemplando esa preciosa porno-estampa de los tres.

Siempre he sido una mujer sexualmente libre y muy abierta, y mis primeras relaciones sexuales completas, ya se iniciaron a fines de mis estudios de primaria con mi tío-abuelo Paco, pero joder ¡ahora eran mis pequeñas e inocentes niñas! También vi que la mano libre de Adolfo acariciaba el ojete anal de Cielo Riveros ¿se lo estaba realmente engrasando para follarla analmente?

¿Qué quería decirle Adolfo a mi hija con eso de ser una gran puta? Y sin embargo, mi hijita de solo 6 añitos, siguió mamando su polla como si nada fuese con ella. El cabrón de mi pervertido cerebro calenturiento tomó la iniciativa total de mi cuerpo excitándome brutalmente. Mis pezones estaban a reventar y un enorme estremecimiento en mi entrepierna, me dijo que estaba a punto de correrme ¿Sería capaz yo de impedir que ese pollón entrase dentro del culo de mi niña de 6 años y 2 meses? O dejaría que Adolfo la follase y se vaciase dentro?

Una horrible sensación extraordinariamente morbosa, sexualmente depravada y antimaternal, me invadió, y sentí la necesidad. Si, si, amig@s, ¡la necesidad!, de “ver qué podía pasar”. Me deslicé un poco sobre mis mocasines sin hacer ruido, no solo para que no me viesen, sino para que esa penetración no se pudiese interrumpir “por mi culpa”.

Sentí un enorme interés y unos deseos irracionales, de ver esa polla penetrar profundamente y follar el culo de mi hijita. No me importó su grosor, ni su posible violación, ni el dolor que le produciría esa penetración y una posible rotura de fibras musculares. Solo me importaba saber la reacción de mi niña ante esa dura penetración y gran dilatación ¿sería capaz de desear ser follada y de soportar dentro de su culo ese pollón? Desde la esquina del pasillo, yo podía ver todo lo que ellos hiciesen. No quería perderme nada de lo que pasase. Y nuevamente escuché la voz de Adolfo hablando a mi niña:

–Vale, vale Cielo Riveros, ya me la has puesto muy dura y hoy sabes que no me correré en tu boca, sino en tu culo, porque hoy, después de que Paco folle a Katherine Riveros, me correré en su boca porque le toca a ella beber mi leche. Pero te estás haciendo muy buena mamona y me siento orgulloso de ti. En pocos meses, ya verás como te tragas las pollas casi enteras.

–Adolfo –dijo Cielo Riveros-, si he estado tan bien como dices… ¿Cuándo podré ya ser puta? ¿Cuándo me dejarás follar por dinero? No me importa con quien follo o con cuántos hombres. A mí me gusta follar, quiero ser puta, viciosa, borracha, fumadora… Vosotros me decís que hay muchos hombres que ya quieren follarme… ¿A qué esperamos entonces…?

–Todavía no Cielo Riveros, pero ya falta poco. Yo tengo más ganas que tú de verte follar a tus 6 añitos como una puta de verdad, pero quiero dilatarte un poco más tu coñito y tu culito porque quiero que follar te guste mucho y te duela poco. Dentro de un rato vendrá Paco que follará a tu hermanita, y entre los “4 papis”, te follaremos mucho, y así te dilatarás bien y te enseñaremos muchas cosas “especiales” que aún no sabes. Y te prometo que este verano ya serás puta, y cuando empiece el nuevo curso del cole, serás puta para siempre. Te llevaré a un club de niñas y ya follarás con muchos hombres a cambio de dinero ¡mucho dinero!

***Pero tu hermanita Katherine Riveros también quiere ser putita. Tenemos que enseñarle, como a ti, y tenemos que dilatarle bien el culito que aún lo tiene estrecho y así podrá follar por ahí y empezar a ser una puta “del culo”, mientras le vamos ensanchando su vaginita para que no le duela mucho. Y de momento solo puede chupar algunas pollas, como la mía o la de Paco, porque no todas le caben en su boquita.

***Con paciencia, como te pasó a ti… ya sabes que es importante abrirle bien el coñito. Así, dentro de pocos meses, las dos seréis putitas para siempre por todos los agujeros. Pero no hay que tener prisa, acuérdate del dolor y de los lloros que tenías cuando empezamos a follarte, y ahora ya no lo quieres dejar. Y además hay que hablar con la mamá, para que os de permiso y a ti te deje fumar y beber ¡Ya sabes que las putas fuman y se emborrachan! Incluso podréis hacer porno las dos.

Pero mi caja de sorpresas aún no estaba abierta del todo. Katherine Riveros lanzó unos grititos de alegría al oír que venía Paco y la follaría analmente ¡Y aún faltaban unas pocas semanas para cumplir sus 4 añitos! En esos momentos, mi hija Cielo Riveros abandonó la mamada de ¿su educador? Y con toda naturalidad se puso “de a cuatro” y le ofreció su culo. Y otra sorpresa para mí. Mis dos pequeñas niñas se comportaron tan normalmente en esos momentos, que solo me hice una pregunta ¿desde cuándo las estaban follando y hasta donde pensaban llegar con ellas?

Porque tenía claro por lo que había oído, que Cielo Riveros , con sus recientes 6 años, había sido ya follada por todas partes por todos esos hombres, y casi a mi pequeña Katherine Riveros, sin haber cumplido sus primeros 4 años. Y a esas infantiles edades ¡las estaban preparando para ser putas en pocos meses! ¡Y yo en las nubes… sin enterarme de nada!

Conocí a Adolfo hacía unos tres años. Compró y se instaló en ese piso, frente al mío, pocos meses después de nacer mi pequeña Katherine Riveros, justo en el momento en que mi esposo y yo mandábamos a la mierda nuestro matrimonio y nos separábamos. Adolfo tenía 58 años, alto, robusto, no trabajaba, no era rico pero vivía de rentas, y al verme sola y con las dos crías, me echó una mano. Poco después me echó la otra mano. Y a los pocos meses de conocernos, lo que me echaba era semen por todas partes.

Si yo ya os he dicho antes que soy una liberal-sexual completa, os aseguro que Adolfo es un degenerado sexual en todas sus facetas. Me follaba cuando quería, como quería, donde quería… incluso frente a mis hijas para excitarse y excitarnos más. Y yo no me negaba a ser un espectáculo porno para mis niñas.

Cuando se acercaba la fecha de reincorporarme a mi trabajo después de mi maternidad, intenté buscar guarderías e incluso alguna mujer que las cuidase (mis padres me ayudarían económicamente), pero en esas fechas no había forma. Adolfo, que realmente era matemático aunque no ejercía, se ofreció, en mis ausencias, a cuidar de mis niñas, y al mismo tiempo las iría “educando y enseñando”.

Yo dudé mucho por lo pervertido que era conmigo incluso delante de mis hijitas, pero ante su insistencia para ayudarme “en educarlas”, los grandes y pervertidos placeres sexuales que me proporcionaba constantemente, y la falta de oportunidades para atender a las niñas más adecuadamente, acepté. Y de manera consciente o inconsciente, puse mis niñas totalmente en sus manos.

Esa aceptación, fue el disparo inicial de toda nuestra vida sexual futura sin yo saberlo ni adivinarlo. En poco tiempo fui aceptando degradarme y ser su juguete sexual multiusos. En pocas semanas me trajo a sus tres mejores y más depravados amigos y me entregó, o yo misma me entregué sin limitaciones, a todos ellos. Caí en toda clase de perversiones, depravaciones, y aberraciones. Pero lo peor de todo, es que me gustaba hundirme en esa charca de vicios, ser su juguete. Y siempre deseaba ser más usada sin ponerle limitaciones, nunca se las puse.

Adolfo me demostraba cada día, ser un perfecto “educador sexual”… y un extraordinario depravador sin sentimientos, cosa que me atraía brutalmente. Y dejó de importarme que mis hijas formasen parte de los juegos mirando todo lo que me hacían, tanto él como sus amigos ¿Fue así como pudieron verme gozar mis niñas y desear hacer ellas lo mismo? Al llegar el verano sugirió que por comodidad y calor, todos fuésemos desnudos y desde entonces, todos y todas íbamos desnudos por las dos casas. Todo era natural.

Meses después, mis niñas fueron desapareciendo cuando me follaban. Estaba tan feliz, borracha y colocada en esos momentos orgiásticos, que nunca me pregunté qué podrían hacer Adolfo y sus amigos con mis niñas en su casa, cuando yo no las veía. Ahora, en estos momentos que estaba en el pasillo siendo yo quien veía a mis niñas ser folladas y deseándolo, me daba cuenta de que también mis sentimientos maternales fueron borrándose, para convertirme en solo un juguete sexual entregado a las depravaciones de los cuatro amigos, mientras ellos degeneraban también a mis hijitas.

Ahora, al ver a mis niñas follando con Adolfo, empezaba yo a darme cuenta del por qué muchas veces, uno o dos de ellos, me encerraban en una habitación de mi casa para follarme y emborracharme intensamente. Yo pensé en alguna ocasión que lo hacían, para que mis hijitas no viesen algunas escenas masoquistas y escatológicas a las que me sometían.

Pero ahora me daba perfecta cuenta que mientras yo no veía a mis niñas, el resto de ellos y en la casa de Adolfo, para que yo no las oyese gritar o llorar, “enseñaban” a mis niñas, convertían a mis niñas en otros pervertidos juguetes sexuales para su disfrute personal, y para degenerarlas dedicándolas a la prostitución infantil. Yo era el modelo porno para las niñas. Si la mamá disfrutaba de todas esas aberraciones sexuales y se lo pasaba “pipa”, las niñas aceptarían que “todo eso” era bueno y no se negarían a nada.

Como he dicho antes, Adolfo, fríamente y sin importarle que mis niñas fuesen testigos permanentes de todo lo que me hacían, me convirtió en un objeto sexual y luego en el de sus amigos. Fui el comodín necesario para el repoker de reyes. Me convertí en una mujer con 4 maridos, usada a todas horas y de todas maneras, día y noche. Fui un perfecto ejemplo y modelo porno para mis niñas. Si yo no me negaba a nada ¿por qué mis niñas iban a negarse a hacer lo mismo que la mami?

Éramos una gran familia “muy unida”. Adolfo, Manel, Paco, Oliver, y nosotras tres. Los 4 machos me follaban a mí intensamente, con dureza, como a una cerda… incluido lluvia dorada, scat, e iniciándome en el bdsm. Cierto es que me llenaban de toda clase de placeres y orgasmos. Pero mientras unos me hacían eso en mi casa ¿se estarían follando los otros a mis niñas en su casa, enviciándolas como a mí, llenándolas de placeres y por eso mis niñas deseaban ya ser putas?

Un gritito de Katherine Riveros, me devolvió a la realidad. Adolfo dejó de abrazar y besar a Katherine Riveros (por eso el gritito) y se acercó por detrás a Cielo Riveros. Con sus manos le dio fuertes palmadas que enrojecieron sus nalgas ¡sin que mi hija protestase por el dolor de esos fuertes golpes! Apoyó su capullo en la entrada anal y cogiéndola por sus caderas la empezó a penetrar. Las manos de mi hija se convirtieron en puños cuyos nudillos blanqueaban de lo apretadas que tenía las manos. Esa penetración le estaba doliendo… y sin embargo no se quejaba ¿Cuántas veces se lo habrían metido para no quejarse de esa gran dilatación y fricción? Para mi sorpresa, ese grueso pollón seguía penetrando lenta pero constantemente… Y yo ya no aguanté más.

Pero no os imaginéis que entré en el dormitorio y suspendí la follada llamando a la policía para que detuviesen al pederasta de mi vecino. NO. No hice eso. Lo que hice fue meterme la mano derecha dentro de mis pantalones para masturbarme intensamente, con fuerza ¡y con enormes deseos de que en ese culito le metiese todo su pollón hasta los huevos! Nunca me había sentido tan cerda, tan puta, y pervertida. Era una larga y gruesa polla que ya había entrado muchas, muchísimas veces dentro de mis agujeros en los tres últimos años, dándome placeres interminables.

Ahora, era yo testigo de que esa polla ya entraba también en los cuerpos de las dos niñas ¡nos había convertido a las tres en sus putas! Pero os juro que disfruté viéndolo. Disfruté viendo como ese cabrón sodomizaba a mi niña intensamente y como ella lo aguantaba. Y me prometí no negarme a que mis niñas fuesen putas, es más ¡lo deseé! Adolfo sería nuestro puto Amo y explotador para siempre.

De repente, oí abrir la puerta de la vivienda y me vino muy, pero que muy justo meterme detrás de la puerta de la cocina y ver pasar a Paco. Tenía 62 años, había sido transportista, era ligeramente más bajo que Adolfo, más barrigón, peludo, pero con una preciosa polla que sabía usar muy bien. Posiblemente era, con Manel, los más pervertidos del grupo y unos locos de toda clase de parafilias. Se dirigió a la habitación, entre los gritos y la alegría de las niñas al oírle, y empezó a desnudarse mientras hablaban los dos hombres.

–Vaya Adolfo, ya veo que te estás follando a Cielo Riveros, pero también veo que aún lo haces con delicadeza ¿no habíamos quedado en que quieren ser putas y hay que tratarlas como putas? Nosotros las estamos follando para nuestro placer y no el de ellas ¿no es así? Y las hacemos putas para el placer de sus clientes, no el de ellas ¿no es así? Hay que forzarlas y depravarlas al máximo, para que sean muy complacientes y entregadas.

–Mira Paco la gran cantidad de polla que está dentro de su culo. Y con qué fuerza la saco y la meto follándola. Ni siquiera una niña de 9-10 años aguantaría tanta polla y gruesa. Esta cría ya está preparada y degenerada para hacerla follar por dinero, solo falta hacerla fumadora, borracha, y poco a poco iniciarla en las drogas, pero temo que su madre se entere de lo que estamos haciendo con ellas antes de lo previsto, se enfade, y llame a la policía. Si contásemos con la ayuda de su madre, las haríamos ya borrachuzas, y en dos meses podrían follar varias veces al día como putas ¡lo desean y les gusta!

–Pues si yo Adolfo, tengo que entrar en la cárcel por follarme niñas para mi placer, al menos lo haré habiendo follado a estas dos con dureza, a mi gusto, como lo putas que son ¿De verdad crees que a la cerda de su madre le importa lo que nosotros hagamos con sus hijas mientras la sigamos follando sin parar? Hacemos con ella todas las guarradas que queremos y ya está pervertida hasta los ovarios. Recuerda que nos prometió anteayer que ya no pondrá impedimentos para volver a quedarse preñada y darnos hijas. Ya no tomará jamás anticonceptivos. Y la haremos parir, los hijos para venderlos y las hijas para divertirnos nosotros y hacerlas más putas que a su propia madre ¿de verdad crees que nos va a denunciar esa cerda? Jajajajaja

***Y vosotras niñas ¿queréis ser putas para siempre, o ser monjas de clausura?

–¡PUTAAAS! –Contestaron las dos mientras se reían-

Y Paco, cogiendo a la sonriente Katherine Riveros y apoyando su pequeño estómago sobre una almohada, engrasó su culo, y todo su glande penetró de un solo empujón. La niña gritó, pero la fuerte mano de Paco tapó su boca, mientras su polla penetraba profundamente en su intestino. Lenta y profundamente mientras la niña se movía sin parar. Y mirando a su amigo Adolfo, le dijo entre risas y como desafiándole:

–Mira Adolfo. Mira y admira como se folla a una niña de aún 3 años ¿de verdad crees que me importa que le duela? ¿A qué esperas para atravesar con fuerza el culo de Cielo Riveros y meter tu polla hasta los huevos? Lástima que todavía no las podamos preñar a las dos. Y no te preocupes por su madre. Estoy seguro que antes se cortaría los pezones que nos denunciaría. Entre los cuatro la hemos hecho muy puta, muy cerda, muy borracha, y muy drogata, y ya verás cómo pronto se quedará preñada ¡menuda cerda está hecha!

***Y vosotras niñas ¿queréis ser folladas suavemente como niñas, o forzadas como putas viciosas?

–COMO PUTAAASSS VICIOSASSSS…! -gritaron las dos niñas-

Fue en ese momento, entre los gritos y risas de las niñas pidiendo a sus folladores ser folladas como verdaderas putas degeneradas, cuando me sentí orgullosa de haberlas parido tan viciosas. Y por primera vez, me sentí totalmente cerda en vez de madre. No me importaba que las hiciesen putas de verdad, es más, deseé que las hiciesen cerdas, muy cerdas. Mucho más cerdas y degeneradas que a mí misma.
–Mira Adolfo –dijo Paco a su amigo-. Mira y admira como se folla a una niña de aún 3 años ¿de verdad crees que me importa que le duela? ¿A qué esperas para atravesar con fuerza el culo de Cielo Riveros y meter tu polla hasta los huevos? Lástima que todavía no las podamos preñar a las dos. Y no te preocupes por su madre. Estoy seguro que antes se cortaría los pezones que nos denunciaría. Si antes de conocerla ya era una depravada, ahora y entre los cuatro, la hemos hecho muy puta, muy cerda, muy borracha, y muy drogata, y ya verás cómo pronto la preñaremos ¡menuda cerda está hecha!

***Y vosotras niñas ¿queréis ser folladas suavemente como niñas, o folladas como putas viciosas?

–COMO PUTAAASSS VICIOSASSSS…! -gritaron las dos niñas mientras reían-

Queridos amig@s. Tal y como os decía al final de mi capítulo anterior, yo estaba escondida en el pasillo viendo, profundamente gozosa, como mis niñas eran duramente folladas en la habitación. Pero fue en ese momento, entre los gritos y risas de las niñas pidiendo a sus folladores ser folladas como verdaderas putas degeneradas, cuando me sentí orgullosa de haberlas parido tan viciosas. Y por primera vez, me sentí totalmente cerda en vez de madre.

Sinceramente, desde ese mismo momento dejó de importarme que las hiciesen putas de verdad, es más, deseé que las hiciesen cerdas, muy cerdas. Mucho más cerdas y degeneradas que a mí misma. Ver como esas poderosas pollas penetraban dentro de los cuerpecitos de mis hijitas de 3 y 6 añitos, y ver al mismo tiempo como mis niñas aceptaban y deseaban esas penetraciones, cuando me di cuenta que realmente, nuestra vida sería plenamente sexual y viciosa.

Adolfo, al oír la perorata viciosa y casi despectiva de Paco, se envalentonó y le dijo:

–Entonces Paco y viendo que tienes razón, mira como mi polla penetra en este culo de puta de la Begoñita profundamente y con fuerza. Y creo que tienes razón con su madre. La hemos hecho tan cerda, que no pondrá obstáculos para quedarse constantemente preñada, tener más hijas, y entregárnoslas a nosotros para que las “eduquemos a nuestro gusto”. Ya ha empezado a disfrutar y desear las drogas, le gusta la coca y las anfetas, se siente feliz con ellas ¡y también a ella, junto con Patricia, las haremos putas especializadas en bangs y orgías salvajes!

***Tal y como decidimos, nosotros usaremos a las madres y sus niñas para nuestro placer sexual y económico, no el de ellas. Y si las madres son viciosas, nosotros multiplicaremos esos depravados vicios en las niñas ¡las haremos muy especiales y muy caras! Estarán siempre borrachas y drogadas. Nunca dejarán de follar y les gustará estar permanentemente preñadas ¡Y encima, sus putas madres se sentirán orgullosas de ellas!

Y abusando de su fuerza, aún pudo meter unos centímetros más de su polla en el culo de mi niña. Yo estaba verdaderamente gozando al ver con gran alegría y satisfacción, como mis dos hijas estaban siendo duramente folladas con las bocas tapadas por las manos de sus folladores ¡y me corrí otra vez! No pude aguantar más el enorme placer que me daba lo que veía y como las oía gimotear. Ni en mis más pervertidos sueños podía haberme imaginado la enorme felicidad de ver a mis niñas “ser convertidas” en verdaderas putas infantiles.

Ahora era ya plenamente consciente, que en los muchos meses anteriores a este día, mientras unos de los 4 amigos me follaban a mí, larga e intensamente en mi casa para que yo “no molestase” a los demás, los otros estaban “educando y follando” a mis niñas en el otro piso, para su satisfacción, y para hacer de ellas unas pervertidas putitas.

Esos 4 depravados amigos, dominaban a la perfección el pentagrama del sexo ¡Eran unos degenerados totales! Pues mucho mejor. Nunca podría haber elegido para ellas, mejores maestros y educadores sexuales. Pero lo que más me llenaba de orgullo en estos momentos, era comprobar como mis niñas aguantaban esas fuertes y duras folladas. Y no solo colaboraban con ellos y las aceptaban, sino que ¡les gustaba ser así folladas!

De repente, oí un grito lastimero de Adolfo que se quejaba.

–Joder Cielo Riveros ¡me has mordido la mano con fuerza!

–La culpa es tuya cabrón, por haberme tapado no solo la boca, sino también la nariz. No me dejabas respirar. Te prometo que no gritaré, que no me quejaré por muy duro que me folles, pero no me tapes la nariz cuando me tapas la boca o no podré respirar. Me gusta que me folles así de duro. Me haces más mayor, más puta, y eso me gusta. Y a mi hermanita, aunque no sepa decirlo, también le gusta.

–¿Lo ves Adolfo? Las propias niñas piden caña ¡pues démosles caña! –dijo Paco- Metamos las pollas en sus dos agujeros. Follemos sin miedo sus coños y sus culos.

Y les dieron caña, mucha caña y con fuerza, sin miedo, sin necesidad de taparles las bocas. Por los dos agujeros metían sus pollas y las sacaban una y otra vez. Yo tenía mi mano dentro de mis pantalones manchados de mis corridas y masturbándome con fuerza, sin parar, para conseguir la mayor cantidad posible de orgasmos. Perdí el miedo y ya no me escondí. Jamás disfruté tanto de ver sexo infantil en mis propias hijitas. Quería ver en primera fila como esos dos bestias follaban, sodomizaban, y usaban para su personal placer a mis queridas niñas, y las pervertían para que deseasen ser usadas constantemente.

En esos momentos, ya estaba totalmente segura de que no solo no me opondría a sus deseos, sino que les animaría ¡y les ayudaría!, a depravarlas sin limitaciones y a hacer crecer en ellas, a pesar de su tierna edad, los deseos de ser folladas cada día, de satisfacer todos los vicios de sus clientes, de hacerse fumadoras y bebedoras de todo, y de ir entrando en el mundo insondable de las drogas ¡Convertirlas ya y para siempre, en putas degeneradas al máximo! Yo también me entregaría a sus deseos más inconfesables. Mi cuerpo pariría todas las niñas que ellos quisieran. Mis propios vicios serían el mejor ejemplo a seguir para mis niñas actuales y futuras.

Extraordinariamente excitada y caliente, poco a poco, sin dejar de masturbarme, me fui quitando la camiseta mientras me acercaba a la puerta abierta del dormitorio, y allí, mientras también dejaba caer mis pantalones al suelo y me quedaba desnuda, me quedé ad-mirando ese precioso e impagable espectáculo de ver esos dos pequeños cuerpos infantiles de 3 y 6 años, siendo duramente perforados por las preciosas pollas de sus adultos y pervertidos folladores.

Sus pequeños cuerpos estaban doblados sobre almohadas y ofreciendo sus dos agujeros que eran usados alternativamente, una y otra vez. Tanto Paco como Adolfo, se miraban, sonreían, y las follaban con fuerza, como desafiándose los dos para ver quién era más bestia con ellas.

El primero en correrse fue Adolfo en el culo de mi Cielo Riveros. Pero como no tenía bastante, dada su calentura, dio la vuelta al cuerpo de la niña y empezó a follarla por el coñito todo lo profundo que podía, con fuerza, mirándola a la cara. La niña gemía, pero solo eso. Pero de repente, Cielo Riveros, profundamente excitada le dice:

–Tanta polla y con ese fuerte cuerpo ¿y solo sabes hacer esto con una niña de 6 añitos?

Adolfo se paró sorprendido por esa frase-desafío. Los dos se miraban fijamente a los ojos. En esos momentos, Paco también se corría en el culo de Katherine Riveros. Las dos niñas gemían y runruneaban como gatitas, pero las dos aguantaban todas las embestidas de esas pollas y de sus dueños ¡a sus pocos añitos! Cielo Riveros seguía mirando fijamente a la cara de Adolfo, como desafiándole en su dura follada, mientras que Katherine Riveros tenía sus puños y sus ojos cerrados ¡Estaba agotada, pero no se quejaba tampoco!

–Cielo Riveros ¿De verdad no te ha parecido adecuada esta follada… No es suficientemente fuerte para ti?

Mi hijita le sonrió tímidamente y ladeando varias veces su cabecita, le dijo que NO.

Paco, que terminaba de follar el culo de Katherine Riveros, miró a Adolfo y le vio quieto. Había dejado de follar el coñito de la niña. De repente, Adolfo sacó la polla de ese coñito de 6 años, sonrió, se fue hasta un mueble, y de uno de sus cajones sacó una gruesa goma, y una mordaza con una pequeña bola que puso en la boca de la niña. Miró a Cielo Riveros y le ordenó separar las piernas dejando todo su mojado coñito a la vista de todos, y de repente ¡Adolfo cogió la goma, la tensó, y disparó contra ese divino coñito!

El cuerpo de Cielo Riveros saltó en el espacio. Al caer de nuevo sobre la cama, encogió sus piernas. Un brutal alarido de dolor pudo haber salido de su boca de no estar bien amordazada con la bola. Adolfo la miró sonriendo y le dijo:

–Ya verás cómo esta vez la follada si va a ser fuerte ¡espero que esté a tu gusto! He notado estos meses que el dolor te va, te gusta, posiblemente seas tan masoquista como tu madre. Lo vamos a ver ¡porque te juro que esta follada te va a doler! Y mirando a Paco, le dijo:

–Ábrele las piernas y sujétalas. Voy a castigar su coño para irritar y engordar sus labios vaginales y follarla así. Solo serán unos pocos golpes con la goma porque aún es primeriza, pero quiero follarla “a su gusto” y ver hasta donde llega esta puta. Además, le haremos una doble penetración, tú por el culo y yo por su dolorido, inflamado, y castigado coño.

Paco sonrió, asintió con la cabeza, desde atrás agarró sus piernas y las separó. Mi niña miraba aterrada el rostro de Adolfo que se había transformado. Y volvió a saltar cuando de nuevo la goma castigó sus pequeños y sensibles labios inferiores. Un golpe más… y otro… cinco veces más, esa goma bien tensada y sabiamente usada, castigó esos labios, inflamándolos e irritándolos considerablemente. Mi pequeña Katherine Riveros contemplaba con ojos muy abiertos y supongo que sin entender nada, lo que le hacían a su hermana.

¡Y yo me volví a correr! Creo que nunca había gozado ni había orgasmado más veces que en esta ocasión. Ese trato me recordaba otros tratos recibidos en mi adolescencia, y que profesionalmente dados por un amigo de mi familia, del mundo Bdsm, me habían hecho la cerda viciosa que ahora era. Amaba ese dolor, pero más amaba el enorme placer del efecto que me producía ese dolor. El dolor que me producían las pollas al entrar dentro de mí, rozando y dilatando esos labios superhinchados y terriblemente irritados era tan grande, como el placer que tenía al tener un orgasmo detrás de otros ¡Dolor y placer unidos inseparablemente!

Paco se deslizó bajo mi niña y casi sin esfuerzos, fue metiendo su polla dentro del culo de mi hija. La anterior follada anal de Adolfo le facilitaba la entrada. Mientras terminaba de situarse, Adolfo contemplaba el coñito de mi niña para ver cuando llegaba al máximo de la inflamación. Poco después, su polla empezaba a hacer fuerza para penetrar en ese estrechísimo hueco vaginal, más estrecho que nunca. Y mi hija empezó a gozar de su primera doble follada… ¡con 6 añitos recién cumplidos!

Los lloros, gritos, y mocos de mi hijita, al ser tan maravillosamente follada, volvieron a hacer que mi cuerpo tuviese un nuevo orgasmo ¡qué delicioso placer ver a mi hijita follada como una buena puta, experimentada y bien pagada! Era sublime oír sus quejidos y como esas dos pollas, acompasadamente, penetraban y se movían en su interior. De repente, unas manos llamaron mi atención ¡mi hija estaba acariciando las manos de Adolfo! ¡Increíble! Mi hija tan duramente follada, acariciaba a su sádico follador ¿Le estaba dando las gracias…?

Un rato más tarde, Adolfo lanzó un prolongado grito no excesivamente fuerte, al correrse en el coño de Cielo Riveros, y esta, lanzó un largo rugido al poder sentir los chorros de ese semen dentro de ella y excitarla totalmente. Al oír esos sonidos, Katherine Riveros abrió mucho sus ojos, se incorporó un poco, miró a su hermana, miró a Adolfo, movió y giró su cabeza… y me vio.

–MAMAAA! –Gritó con fuerza Katherine Riveros-

Y se acabó la fiesta.

Paco, a punto de correrse, sacó rápidamente la polla del culo de Katherine Riveros, pero al deslizarse el cuerpo de la niña hacia atrás, esa polla se convirtió en un geiser y su leche regó toda la parte superior de su cuerpo. Durante dos o tres minutos, los cuatro se quedaron petrificados al verme en la puerta, desnuda y masturbándome sin parar. Pero Paco se dio cuenta de la realidad y echándose a reír, dijo.

–¿No te he dicho Adolfo que la tipa esta es una cerda más depravada que nosotros? Pues ahí la tienes. Mientras nosotros teníamos miedo a que se enterase de lo que hacemos con sus hijas, la muy puta estaba gozando como loca de lo que nos veía hacer con ellas ¡Mírala! ¿Cuántas veces se habrá corrido, para tener esa enorme mancha sobre sus pantalones?

Pero yo, excitada como nunca, no les dejé pensar y les grité:

–Sí, es cierto, soy la cerda que entre todos vosotros habéis creado. Pero quiero que me folléis y uséis los dos ahora junto a mis hijas, para que las dos vean todo lo que la puta de su madre es de cerda y depravada. Desde ahora, haced lo que queráis conmigo porque no me negaré a ninguno de los caprichos de vosotros cuatro, los 4 papis como os llaman mis niñas. Podéis hacerme todo lo que más os guste delante de mis hijitas y para servirlas de pervertido ejemplo. Desde ahora mi cuerpo es de vosotros cuatro para todo lo que os guste hacer con él. Jamás me negaré a que lo uséis como queráis y con quien queráis.

***Y no os preocupéis por mis niñas, yo os entrego a mis hijas “sin condiciones”, para que las puteéis a tope y las hagáis más viciosas que yo misma. Vosotros sois sus maestros y las habéis educado en el sexo a mis espaldas ¿no es así? Pues folladlas como más os guste, disfrutad con ellas sin complejos, como queráis y siempre que lo deseéis ¡os las entrego, son vuestras! ¿No queréis que sean putas? Os doy mi permiso para que las hagáis putas y las depravéis sin limitaciones, pero con la condición de que me tendréis que mantener permanentemente preñada y pariendo, una y otra vez, y cuando llegue su hora y sus reglas, también a ellas.

***Las haremos fumadoras de todo, borrachas hasta verlas arrastrarse por el suelo, las introduciremos en el mundo de las drogas para hacerlas drogadictas permanentes, y también les daré hormonas para que crezcan más y su cuerpo sea más voluptuoso y deseado. Podéis hacerlas tan putas y tan pervertidas como vosotros y sus clientes deseen ¡que no os importe nunca su edad! Depravadlas sin limitaciones…

***Y como hemos visto que a mi hija Cielo Riveros le gusta el dolor, también la entrenaremos en el mundo Bdsm. Hablaré con un amigo y él os enseñará ese mundo precioso. Es posible que en lugar de ser “los cuatro papis”, paséis a ser “los cinco latinos” del sexo total.

***Pero a mí, quiero que me pervirtáis al máximo imposible, porque quiero ser el ejemplo más depravado posible para ellas. Decidme qué queréis que haga y con quién y lo haré. Estas dos niñas y yo, seremos ejemplo para las hermanas que llegarán a partir de ahora y que además, serán vuestras hijas… ¡Y luego vendrán las hijas de vuestras propias hijas!

Guardé un momento de silencio para poder respirar. Y vi, llena de deseos y felicidad, como las pollas de esos dos hombres crecían y se endurecían. Se miraron entre si, asintieron, sonrieron, y vinieron a por mí.

Nuestra nueva y depravada vida sexual acababa de empezar.

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