Era la maestra, cuando entro al salón todos los hombres quedamos impactados y nos enamoramos a primera vista, la describo: Era una mujer entrando a sus 30’s con senos y nalgas de un tamaño mediano, cabello negro y lacio que le llega a la altura de los hombros. Ese día como era el primero (pienso yo) quería dar una buena presentación y vaya que la dió pues llevaba un vestido ajustado al cuerpo que no dejaba nada a la imaginación. Para esto, los profesores acostumbran a darle su numero a un alumno para que pasara material de la clase, etc. Y necesitaba un jefe de grupo para cualquier situación que se presentara. Inmediatamente yo me ofrecí como voluntario y como nadie mas quizo pues la maestra aceptó. Paso un mes con normalidad. Para esto yo estaba haciendo mi servicio social en el departamento económico administrativo yo hacía lo que los profesores me pidieran, como sacar copias, atender en recepción a los alumnos que llegan, etc. Había un grupo de WhatsApp de maestros y alumnos de servicio en el que los maestros escribían cualquier cosa que necesitaran para facilitar las cosas. Cada maestro del departamento tiene su cubículo. El de la maestra estaba hasta el final y era de los pocos con paredes de madera y no de cristal ya que esa zona no estaba diseñada para poner cubículos pero la adaptaron por falta de espacio

El día que empezó a haber algo entré nosotros fue cuando la maestra puso en el grupo que necesitaba unos documentos de otro departamento , inmediatamente yo fui por ellos, toqué la puerta y dije:

–Maestra, aquí están los documentos que me pidió

Ella me miró, tomó mi mano y me dijo:

—Hay muchas gracias, eres un amor

Me sonrió y me dijo que iba a necesitar de mis servicios en mas ocasiones

Y si, la maestra cada vez más y más me pedía cosas que hacer y dejó de escribir en el grupo de WhatsApp de maestros y empezó a mandarme mensaje a mi número.

Hasta que el día D llegó. Mi maestra es una persona súper responsable a tal grado que no se va hasta acabar los pendientes del día, hay veces que se se queda solo el departamento y ella sigue ahí.

Uno de esos días de mucho trabajo estaba revisando exámenes para entregarlos al día siguiente a los alumnos de uno de los varios grupos que tenía, el departamento estaba ya vacío, incluso el personal de intendencia ya se había ido. Me acerqué al cubículo de la maestra para despedirme ya que mi día había terminado (yo soy el responsable de cerrar el departamento) le dije esto para que se fuera a su casa a revisar los trabajos pero se aferró a revisarlos ahí ya que no le gusta llevarse trabajo a casa. No me quedó mas de otra que ofrecerme a ayudarle a revisar. Ella muy felizmente me dijo que si ya que aún le faltaba mucho. Ella me dió las respuestas del examen y le ayudé a revisarlos. Después cómo de una hora de revisar exámenes terminamos, ella tiene un pequeño sofá donde puse mi mochila, me senté un momento para sacar mi suéter de la mochila, ella se sentó junto a mi y me dijo:

–Muchas gracias, todavía estuviera revisando no sé de que manera agradecértelo

Nos estábamos viendo mutuamente a los ojos, ella tenía una sonrisa (como si me estuviera seduciendo), la tensión sexual estaba al máximo hasta que ya no pude soportarlo y la besé un momento, me separé de ella, me sonrió nuevamente y se acercó a darme un gran beso de lengua y apasionado, nos besamos unos cuantos minutos hasta que empecé a tocar sus piernas y fui subiendo poco a poco hasta sus senos, le tocaba los senos por encima de la blusa, ella a la vez empezó a tocar mi pene por encima del pantalón. Llegó un momento que ella me montó me quitó la camisa e inmediatamente ella también se quitó la blusa, dejó ver su bra color azul, en ese momento me volví loco y empecé a besarle sus senos, procedí a quitar su bra para deleitarme con sus senos, después ella se paró y se quitó el pantalón y tanga mientras yo igual me quitaba el pantalón, cuando vi esa vagina ooh Dios, se veía tan hermosa, dejando ver una pequeña linea de bellos que subía, al parecer le gustaba hacerse estilos con sus bellos, se agachó y tomó mi pené, sonrió y se lo metió a la boca, hacía pequeñas lamidas y después se lo metía hasta el fondo, hizo esto en varias ocasiones mientras yo la masturbaba con mis dedos, ella estaba completamente húmeda. Cuando dejó de hacerme sexo oral llego mi turno, la senté en el sillón y procedí a acercarme a su vagina, con tan solo acercar mi cara a su vagina a ella se le pusieron los pelos de punta, cuando pasé por primera vez mi lengua ella hizo un pequeño gemido, ella tomaba mi cabeza empujándola contra su vagina gimiendo cada vez mas fuerte. Después me levanté, tome mi pene y se lo introduje poco a poco, sus ojos se volvieron blancos cuando entro la primera vez, ella a este punto ya estaba muy muuuuy húmeda. Luego ella me dijo que me sentara y procedió a montarme de nuevo, esta vez me estaba dando sentones pequeños y suaves, poco a poco fue subiendo de intensidad hasta que ya no pude aguantar mas, le dije que me iba a venir e inmediatamente levantó su cadera para que mi pene saliera eyaculando hacía enfrente del sillón. Ella cansada y suspirando me sonrió y me dijo muchas gracias por ayudarme y nos besamos apasionadamente otros minutos mas, ella montada aún encima de mi.

Para mi sorpresa mi amiguito nuevamente empezó a levantarse y ella lo sintió y me dijo

–¿Todavía te quedan fuerzas verdad?

Yo le sonreí, tomó a mi amiguito y lo volvió a introducir a su vagina, Dando inicio al segundo Round Este segundo round solo fue en esa posición y duró unos pocos minutos así que ya se lo pueden imaginar

Después de esto nos vestimos, limpiamos todo y ella llamó a su hermana para que fuera por ella, ya que su auto estaba en el mecánico na semana, con la hermana también tuve unos cuantos encuentros…