Soy Alex, 19 años, alto, fornido y moreno. Esto paso hace unas semanas:

Llame a mi mejor amigo, Camilo, a que me dejara terminar una tarea, ya que tenía un torneo de fútbol al que no podía faltar. Me puse ropa deportiva, y sin ropa interior, ya que en el gym me gustaba sentir la sensacion de frescura. De vuelta del gym, Camilo me escribió

– Oye, estoy con mi mamá haciendo una vuelta pero puedess pasar y adelantarla

Entonces me fui a su casa trotando, pues era cerca. Al llegar, empecé la tarea. Había algo que no entendía, entonces decidí esperar a Camilo. Me puse a jugar fútbol estrellando la pelota en el muro del jardin para prácticar. Derrepente, golpié la pelota duro y cayó en la casa vecina. 

Con valor, salí a recuperarlo. Timbré y me abrió una chica bastante sexy. Medio bajita, bronceado, pelo castaño, y en traje de baño.

– hola, quien eres?- me dijo

– Alex y tu?

– Sara

– Mucho gusto Sara, que pena es que mi baló cayó accidentalmente en tu jardín, puedo buscarlo

– dale, ire por algo de tomar

Bello culo el que pude observar. Me fui al amplio jardín y lo busqué en las matas. Al encontrarlo, me voltié y choque contra el jugo de Sara.

-Ay, perdoname, lo siento- riendo y lamentando a la vez

– no te preocupes- le dije

– ya lo limpio

Toda mi camisa y parte de mi pantaloneta estaban empapados. Llegó con un trapo. Al quitarme la camisa pudo observar mi musculoso cuerpo. Estaba impactada, los miraba con anhelo y nos tocaba. Empezó a restregar el trapo contra mi pantaloneta.

– haces mucho deporte no Alex- me dijo

– juego fútbol, bastante

Entonces me empece a excitar con sus movimientos del trapo. Una ereccion empezaba y estaba incómodo porque lo iba a notar. Entonces, se voltió por un segundo, y al volverse, vio mi erección.

– perdón- le dije cubriendome

Entonces ella me bajó la pantaloneta. Mi polla morena de 22 cm, gruesa y con venas salió disparada. Ella se la chupa toda. No podia parar de jadear, lo hacía muy bien. 

Despues de una muy buena mamada, empecé a sentir el deseo de venirme. Me acosté en una silla playera y ella se sento en mi polla. Cabalgaba como una diosa. Empezó a gemir y eso me excito demasiado. La aparte rápidamente, me paré y me corrí en su cara. Las piernas me temblaban mucho. Me quedé un rato besándola hasta que escuchamos un carro parquear en su casa. Desnudo, me pase por el muro al partio de la casa de mi amigo.

No veo el día en el que no pueda ir a la casa de Camilo y cogérmela otra vez.