Hace 200 mil años un cazador recorría un sendero en algún lugar de África, valiéndose de su poderosa lanza en busca de algún alimento para sacia su apetito, cuando realizaría un descubrimiento que iniciaría una tradición que por milenios sus sucesores seguirían hasta hoy ese mismo ritual…

…Sigiloso con vista aguda y agilidad de una fiera, agazapado entre los arbustos desliza su cuerpo entre la maleza hasta un claro que se abre antes del cause de agua, alcanza a ver una presa la cual es algo distinta a otros animales a los que había casado anteriormente. Con todos sus sentidos puestos sobre esa presa se esconde para observarla detenidamente mientras mantiene prudente distancia.

Su presa es de tamaño y forma similar a la de él, esta se encuentra dentro del cause de agua, la cual le cubre hasta la mitad del cuerpo. Por sobre el agua asoma parte de la figura de su presa, su contorno es realmente llamativo para el cazador y siente al observarla un calor que no se logra explicar.

Su presa dobla su cuerpo y moja su cabellera, la que llega hasta la cintura, y se endereza rápidamente describiendo un arco con su cabellera, la que va despidiendo agua formando un semicírculo por sobre ella, cuando su cuerpo queda apenas arqueado hacia atrás, el cazador puede distinguir dos curvas que brotan del frente de su cuerpo. Las mismas son redondeadas desde abajo hacia arriba, para terminar algo rectas en su parte superior y justo en el punto donde el arco de sus curvas se endereza estas tienen otra protuberancia muy salida, rectas y muy firmes, un poco mas oscuras que el resto de su base.

Ella en ocasiones levanta agua y la lleva sobre esas curvas las que acaricia con cierta pasión y con círculos muy suaves.

El cazador siente al ver aquella imagen que una parte de su cuerpo se pone realmente dura y de a poco adquiere mayor tamaño, nunca había experimentado semejante sensación, sin poder contenerse larga su lanza de casería y lleva su mano a su propia lanza y sin pensarlo con una reacción espontánea comienza a menear su propia protuberancia de arriba abajo, mientras observa el cuadro que ante el se presenta, pocos segundos después deja escapar un alarido salvaje, que retumba en el fondo del cañadon que forma el rió, mientras un liquido blanco brota de su interior.

La presa que escucha aquel grito, corre de inmediato al costado del rió justo detrás de una piedras para esconderse de aquello que realmente la aterroriza.

Mientras observa que un animal que camina erguido se le acerca a paso muy firme, ella tiembla llena de pánico y se enrosca tomando sus piernas para reducir su tamaño e intentar esconderse entre esas piedras de quien se le acerca. El cazador toma del brazo a su presa con mucha violencia y la levanta sin que esta pueda resistirse ante semejante fuerza, pero al sentir esa piel delicada y suave, con un perfume a flores como nunca antes había sentido el cazador de repente cambia su actitud y comienza a explorar todas las formas de aquella especie nueva para él. Inmediatamente se da cuenta que a pesar del parecido no son iguales, que ella es suave, con menos pelos, con curvas que anteriormente había observado de lejos y sobre todo le falta entre sus pierna la protuberancia que a el le cuelga grandemente.

Por otro lado ella y todavía con cierto temor, estudia a quien la acaricia suavemente ahora, le llama mucho la atención una gotita que todavía cuelga en la punta roja de esa parte del cazador que a ella le falta. Con curiosidad se agacha casi hasta ponerse de frente a las entrepiernas de su anterior atacante, y casi por instinto con ganas de probar que es ese liquido tan tentador para ella, se introduce dentro de su boca aquel miembro que va adquiriendo una dureza magnifica y agranda su tamaño notoriamente, un grupo de lineas gordas de color azul y rojas comienzan a aparecer en torno de ese tronco de carne, un sabor nuevo invade su boca y la llena de gozo, con torpeza al principio y luego con mas armonía agita ese miembro ayudada por su delicadas manos y su boca voraz, sacándose solo aquel pedazo de carne de su boca para poder relamerse, tragar un poco y seguir succionándola.

Pocos minutos depuse él la levanta y la lleva sobre un tronco, de un añejo árbol caído y la deposita delicadamente sobre el, recorre sus curvas que ahora apuntan hacia el cielo con sus manos, a ella la textura de aquellas manos un poco ásperas la extrémense entera y la llenan de una hermosa sensación, casi poética, la respiración de ella se agita rápidamente y aun mas cuando el apoya su lengua primero sobre su cuellos y luego en sus dulces tetas que están a punto de explotar por la fuerte presión que siente sobre sus pezones.

Ellos no saben de nombres, ni pueden describir con certeza que les pasa, pero pueden sentir un incontenible y salvaje instinto de disfrutarse mutuamente, de explorar todas sus partes de descubrirse todos sus aromas…

Los dedos de él se introducen con poca resistencia dentro de la cueva de ella, la que ya esta terriblemente mojada y sede con facilidad. Ella a su vez al sentir sus dedos en el interior no puede resistirse y se incorpora doblando su cuerpo y quedando casi sentada sobre el tronco del árbol, para luego relajarse y regresar a su antigua postura recostada.

Ahora el esta un poco confundido y es ella quien toma su miembro y lo introduce dentro de si misma, cuando el se introduce hasta el fondo, ella da un grito de dolor y unas pequeñas gotitas aglomeradas en pelotitas de un liquido rojo corren por sus piernas. Atemorizado el cazador se retira de su interior toma distancia y se preocupa al pensar que a causado daño a quien ahora el quiere mas que a su propia vida.

Pero ella con una dulce sonrisa lo atrae nuevamente y nuevamente le permite se que introduzca dentro de ella.

Los movimientos se suceden naturalmente, sus pulsos se agitan al igual que su respiración, ella en ocasiones muerde sus propios labios y pasa su lengua haciendo círculos en su boca, con sus manos ella acaricia y rascuña levemente la espalda de su compañero la que se marca por grandes y contorneados músculos, llenos de fibras y de gran rigidez.

El en un gesto de devolverle tanto afecto, pasa su mano por el vientre de ella que se levanta y baja sin parar. De repente ella arquea su espalda, levantando su abdomen hacia arriba, para luego bajar lentamente él que ve semejante escena no puede contener ese impulso que sintió anteriormente, cunado observaba desde lejos a ella e impulsa aplicando todas sus fuerzas gran cantidad de aquel liquido, que se derrama llenando el interior de aquella hermosa y apenas rozada cueva.

Al retirarse ella ve nuevamente que todavía liquido sale lentamente del trozo de carne del cazador y con su lengua termina de extraer todo el néctar.

La tarde va cayendo hacia el oeste y ella se sienta sobre las faldas del cazador, envolviendo con sus brazos todo su cuello y él acaricia tiernamente sus curvas, llegando desde la espalda hasta la parte posterior de sus piernas, al pasar por las curvas que se forman al terminar la espalda de ella el se detiene y aprieta apenas, tomando todo un lateral� Pero esa es otra historia.

Dejen un mensaje si les gusto o critiquen constructivamente, para poder aprovechar sus consejos, ya que me encanta escribir, pero recién estoy comenzando a redactar este tipo de textos. Gracias.

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