Tengo veintiocho años de edad…igual a la edad de mi esposo. Renan, mi esposo tenia que salir a su pais por asuntos de familias. Yo no podia acompañarlo a él. Serian tres meses que mi esposo estaria ausente en mi casa. Renan me hacía falta como no tienen idea. Conocia de un lugar donde era restaurante y disco al mismo tiempo y para divagar las penas por la ausencia de mi marido decidi ir un rato a ese lugar. Me sentaba sola en la mesa y pedia algo de comer cuando el grupo musical de turno comenzo a tocar. Hum! me comence a sentir distraida cuando note que un hombre me miraba desde el bar y no respondi a su Mirada para evitar encuentros con nadie. La musica con la banda continuaba cuando el tipo que me habia estado mirando bailaba con una chica y note lo bueno que bailaba que por cierto a mi tambien me gusta bailar y mas cuando se trata de alguien que sabe bailar. Sin esperarlo el tipo se acerco a mi mesa para saludarme como todo un buen caballero y se miraba que vestia muy bien y con Buena locion. Me identifique con él al decirle que yo era una mujer casada por cualquier insinuacion por parte de él. El tipo se puso a reir y me decia que lo unico que queria de mi era bailar una pieza musical y eso era todo. Me caia bien el tipo por su respeto hacia mi y le decia que me dejara comer para despues bailar…el tipo se llama Raymundo. Se alejo para el bar y se ponia a platicar con el cantinero. Yo vestia unos pantalones tipo leopardo y muy pegados a mi cuerpo pequeño. Termine de comer y Raymundo llegaba para pregutarme si estaba lista para bailar con él. Lo analizaba para ver si yo estaria correcta en bailar con él cuando yo estaba casada con un hombre que habia ido a su pais por razones personales y me sentia como una traidora a espaldas de a quien

amo mucho, pero decidi bailar solo una pieza musical con él para quitarmelo de encima y no quedar como una mujer engreida. Salimos a la pista y cuando senti su cuerpo pegado contra el mio senti otra cosa que valia nada todo lo que yo habia dicho para defender el honor de mi marido. Raymond tenia magia que me contagiaba todo y lo deje que se quedara en la mesa conmigo. Voliamos a bailar y en una de esas me decia en el oido que me queria coger aunque fuese una sola vez. No era exagerado para hablar y hablaba directo sin que nadie a nuestro alrededor se enterara… me prometia que mi esposo nunca se daria cuenta de lo que pudiera suceder esa noche. Eran las once de la noche y la seccion del restaurant habia cerrado y en la disco a luz oscura me besaba con ganas que me hacía saber que me la queria meter si yo me dejara. Me iba al baño a pensar de que un polvo o una cana al aire en esas cisrcunstancias seria imposible a que mi esposo se enterara y me tenia bien mojada la pupusa o chocha, panocha, bollo, chepa, chimba. Creo que estaba mas propensa a dar la nalgas esa noche y yo no lo queria admitir. Regrese a donde Raymond y una chica ya platicaba con él y me senti celosa que no lo entendia el por qué. La chica se alejo y Raymond y yo saliamos a bailar otra vez y fue cuando le pregunte se llevaba condon con él. Me contestaba que siempre los llevaba con él y le contesta que nos fueramos a un lugar donde el conociera. Media hora mas tarde me tenian desnuda en un motel de la ciudad y miraba como se ponia el condon en su berga y le pregunte su edad a Raymond…treintaitres me contesto él. Se subia encima de mi y no me enchufaba de inmediato sino que me acariciaba chupando mis dos tetas que mi marido desaparecia de mi mente casi de inmediato. Le agarre su berga talluda y se la acariciaba para que estuviera mas Buena al metermela. Se bajaba a mi panocha para chuparmela y me tenia super caliente que era muy tarde para rechazar a Raymond. Se detuvo y me miraba para decirme que me la iba a meter. Al ecucharle abria mas mis piernas para que estuviera mas comodo. Creo que yo no me conocia hacía mi misma, pero Raymond hacía sacar de mi la otra personalidad que uno lleva por dentro y en este caso creo que mi personalidad que llevo dentro de mi es de una mujer bien puta y eso mi marido nunca lo habia logrado a descubrir. Rsymond me la metia y de una vez me le movia que yo busque a que su pija llegara al fondo de mi pupusa. Nadie queria dar tregua y yo no queria que Raymond me hiciera correr de inmediato…comenzamos a sudar como animals bajo aquella batalla de sexo y por fin Raymond me sacaba la leche que tanto le habia costado sacar y me decia «Puta! Tu si que eres dura para hacerte correr». Los dos estabamos ampapados de sudor. Raymond me decia que no me moviera mas porque queria meter y sacar por un rato en mi porque asi es que él saborea a la mujer. Raymondo me la metia y me la sacaba mientras yo me quedaba quieta y de repente comenzo acelerar sus moviemientos y me decia en mi oido «Me vengo, me vengo» y se venia en mi. Caia a un lado de mi todo cansado y despues nos bañamos. Fijense…le di el numero de mi cellular a Raymond para que este me llame y salir con él. Mi cellular escrito en un papel Raymond lo tomaba y me prometia que me llamaria para salir con él. Llegue al barrio de mi casa y la calle muy solitaria sin alma en ella. Todo era silencio. Entre a mi casa bien cogida y me iba a la cama pensando en la metida de pata con mi marido. Al dia siguiente ese fantasma de traicion me seguia y commence a ignorer lo sucedido con Raymond. Raymond jamas me llamo y nunca mas supe de él mas que solo me dejo ese recuerdo de esa gran cogida que nos dimos los dos en la madrugada de aquel dia, pero si me llamara correria a prisa para verme con él. Mi esposo regreso de su pais y estamos juntos. Lo que si aprendi es que Raymond me ayudo a conocer la otra yo, pero hay que trabajarlo duro si la quieren conocer.