En eso siento como mis huevos están llenos liquido y ella comienza a retorcerse y hacer movimientos de batidora yo ya estaba por terminar pues ese rose sin condón me traía loco, en eso siento como mi pene y mi pelvis frotan su pubis, desprendiendo un aroma, mientras ella se acaricia su clítoris.

En eso ella dice:

-ya (con excitación)

Y su mamá: se levanta.

Nuestros cuerpos están en perfecta sincronía, el miedo de apodera del ambiente y la excitación por ser descubiertos es mayor a ese miedo, es como si ese instante en el que su madre al dar un par de pasos, nos envolviera una cápsula de tiempo, en la que todo avanza más lentamente.

Mi cuerpo no miente, cada que siento como restriega sus labios menores desde mis testuculos ha mi vientre, siento como se derrama un poco más de nuestros jugos por nuestra entre pierna, no cabe duda no puedo soportar más, estoy apunto de terminar dentro de su hija, quiero llenarla de mi leche y que sienta el calor de mi semen dentro de ella, quiero que gima como una puta en voz alta y su madre nos descubra, pero tengo miedo de las consecuencias.

De pronto como si todo se sincronizara se escucha como abre una puerta, ¿como había pasado tan rápido el tiempo? acaso no nos percatamos del par de pasos que dio su madre, de pronto dimos un salto en el tiempo y no supimos cómo sucedió.

Mientras se escucha una voz decir:

-Pásate hija está atrás con su paciente.

Fue como si ese Angel protector nos regalara la oportunidad de salirnos con la nuestra, pero ese Angel es lujurioso.

En ese momento sin avisar se ve un cuerpo delgado y bien proporcionado extender su mano entre la cortina, mientras Pau se quita de encima de mi, dejándome con la verga llena de jugos erecta al aire.

En ese momento se queda una figura femenina, joven pasmada, diciendo:

• Disculpen a veces se me olvida que están en terapia.

Pau responde con una mirada amenazante:

-No te preocupes es mi novio, pásate.

Su prima se resiste, y entre forcejeos la hace pasar y sentarse en una silla que sin opción se ve forzada a ocupar, mientras la voz que era testigo de nuestro acto de carnalidad se oye decir a lo lejos:

-Voy por un agua y regreso, ¿quieren algo de la tienda?, regresando te atiendo.

Me encuentro pasmado sin saber qué decir o hacer, mi novia trata de convencer a su prima de no decir nada pero nosotros estamos simplemente pasmados sin saber qué hacer. Su prima muerde sus labios, y justo enfrente mi novia esta parada, ahí rogando por que guarde el secreto, mientras las gotas de semen y fluidos escurren por su pierna.

Su prima solo dice que guardará el secreto y le da la razón a Pau, con un movimiento de cuello. Estoy tan caliente y al mismo tiempo, no entiendo como mi pene sigue en pie, su prima se levanta y se va al otro lado de la sala. Mientras mi novia toma un trozo de papel y se limpia, para posteriormente ponerse su bikini, mientras yo le pellizco una nalga.

Se habré la puerta y una voz le dice a su prima que pase; todo había regresado a la normalidad, un incienso había disfrazado las fechorías que recién habían tenido encuentro en ese consultorio.

Comenzamos a platicar, su prima callada en el la silla estaba seria. Y mi novia satisfecha, yo seguía erecto, mientras todos seguíamos la corriente de la platica y termina la terapia.

En eso Pau va al carro de su madre por algo que le pidieron, algo que no encuentra mientras me pongo mi camisa, su madre ya desesperada va al carro dejándonos a la prima de Pau y a mi solos.

En ese momento escucho decir con una voz tímida:

-¿Puedo tocarlo?

Yo con miedo a que pueda pasar accedo con la cabeza, mientras saco mi pene, ya un poco más flácido pero aún erecto; siento como una mano fria lo frota.

Duro apenas un instante, jamás pasaría nada entre nosotros, más allá de esa chica que tímida y curiosa por sentir aquello que su prima había tenido dentro unos minutos antes.