En ese entonces solo soy una niña de once años de edad con escasos conociemientos sobre el sexo humano. Algunas veces nos hablaban de sexo en la escuela para uno educarse en la materia.

Los vellos en mi parte intima apenas comenzaban asomarse cuando mi madre le pedia a Sylvia un favor porque ella habia sido cambiada a turnos rotativos en el trabajo de ella siendo una semana de trabajo de dia y otra semana de noche.

Sylvia y mi madre siempre se habian llevado de lo mas bien y Syvlia acepto. Me senti muy incomoda no por Sylvia, pero de dormir en otro lugar no es lo mismo con el propio lugar de uno. Sylvia vivia con su hombre en un estudio y me conseguina una cama portatil muy pequeña para que yo durmiera ahi. Tambien observaba que para ellos yo tambien les era una incomididad, pero algo se tenia que resolver. A veces me dormia, pero al rato despertaba por la falta de mi propio cuarto.

              Ni siquiera habian dado la once de la noche cuando el hombre de mi madrina le decia a ella «Creo que Mireya ya se durmio» Sylvia me miraba y yo prentendia que dormia cuando su hombre le bajaba las bragas a mi madrina bajo las sabanas. Ellos trataban de ser los mas cuidadosos para que yo n les escuchara sus cochinaditas. Mi madrina se quedaba quietesita cuando su hombre la montaba por sus espaldas y miraba como él se movia encima de mi madrina.

Los respiros de mi madrina escalaban poco a poco hasta que los dos se olvidaban que yo estaba ahi en la otra cama con ellos. Escuchaba como mi madrina se corria aunque evitaban a lo maximo a que yo no me entrerara.

Su hombre terminaba en ella y la calor que habia bajo esas sabanas él se desarropaba y quedaba boca arriba exponiendo aquella berga que acababa de comer culo o panocha. La verdad yo me sentia rara al haber visto lo que mis ojos habian presenciado y recuerdo que me sentia mojada de mi intimidad y las teticas bien duras.

             Poco a poco me iba gustando ver lo que estos locos hacían y pretendia mas en estar bien dormida y por supuesto me gustaba ver la berga del hombre de mi madrina.

Por un mes mire mas de la cuenta cuando ellos practicaban todas las posiciones de ver y por haber y miraba por primera vez como Sylvia era masturbada por su hombre, dos dias mas tarde me atrevia hacerlo yo misma y que ricooooo lo que me estaba perdiendo y me estaba haciendo una experta sin mi madre saberlo. Me gustaba ver como le hacía el hombre de Sylvia cuando se la cogia por atras, embestidas, tras embestidas en periodo de diez segundo por embestida.

            Una noche me dormia al lado de Sylvia cuando el marido de ella llegaba tarde a la casa. Como siempre pretendia en estar dormida, él resongaba a mi presencia en la cama de ellos. Sylvia le decia que de hacerlo tenian que ser mas cuidadosos para que yo no me diera de cuenta y su marido se iba a bañar.

Regresaba listo al ataque y sentia una de las piernas de Syvlia que se abria para su marido. Sentia el cuerpo desnudo de Sylvia y, el poco movimiento que le hacia este hombre a Sylvia para pentrarla… el efecto de sus movimiento lo sentia mi cuerpo sin yo querer. Escuchaba decir a Sylvia que le hiciera suave para yo no depertar.

Escuche decir del hombre de Sylvia que la tenia bien clavada y que le iba dar un embestidas mas fuertes y al empezar hacerlo mi cuerpo tambien se sacudia al efecto de sus embestidas. Un mes mas tarde mi madre conseguia otro trabajo para estar mas pendiente a mi sin saber ella de todo lo que habia aprendido con mi madrina Sylvia.

Lo que si recuerdo es que cuando le vi la berga al marido al esposo de Sylvia me dio gusto haberla visto. Creci con esa experiencia y al ser mayor de edad uno dj me la metia en un escenario de una discoteca…mientras me desvirgaban pensaba en aquella berga del marido de Sylvia cuando se venia en mi mente de verle a él boca arriba despues de haber cogido con mi madrina Sylvia.

Todavia me recuerdo de esa noche y, esa berga continua en mi mente sin poderse ir de ahi… como una vela sin poderse apagar en mi mente…sera que soy goloza? para mi ver creo que lo soy o quizas tambien sea una obsesion atrapada en aquel pasado que vive marcado en mi. 1980. A veces me pregunto a donde esta toda esa gente con la que me relacione en esos años donde mi juventud loca retoñaba.