Por

Anónimo

junio 23, 2022

965 Vistas

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catedrática en X

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Hola.  Esta historia que os voy a contar tuvo lugar el verano del año pasado. Mi mujer, Por un problema en el trabajo, Tuvo que retrasar sus vacaciones pero aún así insistió En que yo fuera

Como todos los años a casa de sus padres en el pueblo.  Así que cargue el coche. Bajamos al garaje. Y me despedí de ella y le dije Te voy a echar mucho de menos y a esas tetas enormes que tienes y también a tu coñito. Ella miro para ambos lados, Y al no ver a nadie, Se bajó el vestido y el sujetador mostrándome sus enormes pechos, rápidamente metí mi cara en ellos chupándole los pezones. Estaba más caliente que nunca y, le me metí la mano por el vestido aparte su tanga y pude notar que estaba completamente mojada.

Empecé a  frotarme contra ella mientras le metí mi lengua en su boca.

Ella bajó de la cremallera de mi pantalón, sacó mi polla, que estaba totalmente tiesa y cimbreante.

 Y comenzó a chupármela y a acariciar mis huevos. Menuda mamada, estaba a punto de correrme Cuando notamos un ruido. Ella rápidamente se sacó mi polla de su boca y se subió el vestido tapándose las tetas. Por allí pasaba mi vecino ajeno a la escena pornográfica que hacía unos segundos estaba ocurriendo.

Nos saludamos y después de pasar mi vecino le dije a mi mujer ¿no me dejarás así, verdad? Ella dijo “así me echarás aún más de menos. Me metí en el coche y con la polla tiesa conduje los más de 200 km hasta casa de mi suegro. No podía parar de pensar en la imagen de mi mujer agachada en el garaje con las tetas al aire chupándome el rabo. Casi me detengo mitad del camino a hacerme una paja

Cuando llegue al pueblo, me extrañó ver un vehículo que no era el de mis suegros, pero no le di importancia, pensé que era algún vecino, así que  entré la casa y efectivamente ahí estaban mis suegros esperando por mí.

Cuál fue mi sorpresa al decirme que  nuestra habitación, la que siempre escogía con mi mujer ya estaba ocupada por mi cuñado y su esposa, una estirada de mucho cuidado. Pero bueno, es la  acostumbre que hace que aquel que primero llega primero escoge la habitación y obviamente mi cuñada catedrática de universidad sabía elegir bien.

Por tanto,  yo me fui al cuarto de abajo, al lado de la cocina. Como era casi de noche y estaba cansado, Cené algo ligero y me fui para la cama. 

Mi cuñado ya me había saludado, la verdad que es un tío muy divertido, pero con ella apenas cruzamos palabra se ve que le da vergüenza tener un cuñado albañil.

Ya en la habitación hablando por el móvil con mi mujer, me preguntó que como había llegado, te dije que todo empalmado después de la mamada interruptus del garaje. Ella me contó que se había masturbado pensando en ello. Y que Porqué no hacía yo lo mismo. Le respondí que prefería viniera a terminar el trabajo el fin de semana. Bueno, el fin de semana voy a verte y ya hablaremos. Bueno, ya follaremos. Tras un poco de lectura de prensa atrasada. Me dormí.  A medianoche me desperté con un poco de hambre, así que fui a la cocina a picar algo. Como en el pueblo hace bastante calor y yo acostumbro a dormir completamente desnudo No me vestí para ir hasta la cocina y bajar solo tomar algo un rato. Efectivamente allí no había nadie.

Abrí la nevera y tomé  un yogur  y me senté. Estaba en la mesa, me di cuenta que me había olvidado la cuchara. Ya estaba a punto de levantarme cuando sentí bajar las escaleras con lo cual me quede quieto sentado desnudo detrás de la mesa.

Mi sorpresa, y disgusto al ver que era mi cuñada la catedrática abrigada hasta el cuello, era indisimulado.  Y  además con unas zapatillas muy caras, tan caras como horteras.

Hombre veo que la comida nunca es suficiente para ti, me dijo como siempre en tono despectivo. Ya ves, le respondí yo. Me entró un poco de hambre. Ella sabía que yo estaba desnudo y la muy zorra hizo todo lo posible por no marcharse. Abría el armario, miraba en la nevera qué podía tomar, pero sin coger nada. Estaba Esperando a ver yo que hacía.

Ella había cogido un vaso de leche y No hacía más que perder el tiempo mientras yo estaba completamente en pelotas, Así que le pregunté si podía hacerme el favor de acercarme una cuchara.

Me dijo. Levántate aquí no hay sirvientas de forma despectivamente y un tanto pícara

Así que no tuve más remedio que ir yo mismo.

Me levanté y me dirigí hacia el cajón de las cucharas pasando por delante de esa maldita zorra y coger la cuchara completamente desnudo.

Mi polla no estaba tiesa, pero si estaba bastante gruesa. Ella no pudo evitar fijarse en ella de hecho no quitaba su mirada de mi pene.

Cogí  la cuchara y empecé a comer el yogur de pie. Con la polla aún medio flácida.

Eso sí, dándole la espalda a ella, que empezó a beber de su vaso de leche. Mientras por el rabillo del ojo pude ver que se le escurría un poco de leche por la comisura de los labios cayéndole por el cuello y se Aflojaba un poco la bata. Ese movimiento Insinuaba unos pechos de un tamaño considerable. Jamás, pensé que podía tener esas tetas, mi cuñada la estirada. Eso me puso bastante caliente eso y el ver que ella no quitaba el ojo de mi culo y mi rabo. Entonces para mi sorpresa. Me reprochó “eres un maleducado. Es que no me vas a dejar probarlo, ¿no?

Realmente no sabía a qué se refería si a que compartiera mi yogur o mi pene.

 Tratándose de quién se trataba Me hice el tonto y seguí comiendo y cogiendo un poco de yogur con la cuchara. Se lo acerque, si bien mi polla estaba escasamente a 10 cm de su boca porque ella estaba sentada enfrente de mí. Con las tetas prácticamente al aire se confirmó que me había equivocado con ella. Agarró mi polla y si prensárselo se la metió en su boca, Comenzando una mamada bastante inexperta nada que ver con las de mi mujer.

Pero como era mi cuñada me excito muchísimo le saque las setas y la empecé  a magrear a la vez que yo envestía, con mi polla, su boca. Me la estaba follando literalmente.  A ella le caía la baba porque no le cabía toda mi polla en su boca.  La puse encima de la mesa y le abrí sus depiladas piernas y empecé a chupar  su coño que estaba completamente empapado.

Cómo empezaba gemir y tenía miedo de que se despertaran los del piso de arriba, le metí la polla en el coño y con la mano le tapaba la boca, pero ni así la verdad que era una perra que casi aullaba. Cogí  una servilleta, la envolví y se la metí en la boca con un nudo por detrás. 

 Le dije ponte a 4 patas guarra, te voy a follar, como la malaputa  que eres. Separándole las nalgas la ensarte mi verga por detrás.

A pesar de la servilleta, podían escucharse sus gritos. Tras tres o cuatro envites podía sentir sus gemidos dejando empapado el suelo, A mí aun me faltaba un poco. Me estaba fijando en su ano, latiendo, qué ganas tenía de metérsela por el culo.

Aún así me la saque y me corrí sobre ella, sobre sus tetas y su cara. Podía ver la cara de placer de esa zorra. Mi corrida fue inmensa, la dejé completamente bañada en semen a la catedrática y parte de la cocina. Ella estaba acostada sobre todo el semen y su propia corrida.

Me despedí diciéndole, zorra limpia eso ya sabes aquí no hay sirvienta.

La verdad que tras la mamada de mi mujer y el polvo que eché con esta zorra pude dormir toda la noche. Al día siguiente nos cruzamos en el desayuno. Apenas cruzamos palabra. Si bien notaba que se ruborizaba cuando yo le miraba las tetas que tanto juego me habían dado. No quisiera ser mal pensado, pero creo que se seguía excitada  recordando la noche anterior

A media mañana, mi suegra me dijo si podía hacerle el favor de instalar unas cortinas A un vecino que vivía a pocos kilómetros de su casa.

Desde luego, le dije, ahora mismo por la mañana iré

Con lo que yo no contaba era que mi cuñado había estado en otra de sus famosas escapadas, por lo visto la noche había sido movidita, imagino que estaría de putas.

Porque aunque era divertido, mi cuñado era aun más putero.

Mi sorpresa fue cuando la profesora universitaria Ni siquiera me preguntó. Sino que  como siempre.

En tono imperativo, me dijo. Iré contigo, tengo que pasar a comprar algunas cosas.  Pensé yo a esta los orgasmos no le suavizan el carácter.

Así que cargue mis herramientas y me puse el mono de trabajo.

Ella se vino conmigo en mi furgoneta a casa del vecino de mi suegro, mi sorpresa fue cuando no había nadie, por lo visto se había marchado atender ganado a una finca un poco más lejana, no me pareció extraño ya que es habitual en los pueblos.

Eso sí,  Me había dejado las cortinas y la indicación de donde ponerlas, así que me puse a trabajar en ello. Mi cuñada no paraba de estorbar criticando que si esto se hacía así, si estaría mejor de  otra manera etcétera, así que le dije. Mira, profesora, déjame trabajar, y vete a hacer algo tú sola.

Ya casi había terminado cuando. Ella soltó una voz desde el otro lado del salón y me preguntó ¿así te vale o te desconcentro? Me gire y la pude ver completamente en pelotas acariciándose sus pechos. Apreté el último tornillo de las cortinas, Y bajé de la escalera totalmente empalmado. Si bien tuve un pensamiento sobre quién era ella, que me hizo ser prudente y tomar precauciones: disimuladamente puse mi móvil a grabar en modo video. Al acercarme ella me rompió el mono de trabajo y apenas unos segundos después me encontraba desnudo metiendo mi lengua en su imponente culo.

Podía oler su excitación así me senté en el sofá Y empezó a hacerme una mamada. No es que hubiera mejorado mucho la técnica. Yo la dirigía con la cabeza, aunque tenía serías dificultades para que le entrará en la boca toda mi polla. No, es que sea enorme, pero sí bastante más grande que la de mi cuñado. Lo sé porque hemos compartido juergas y putas.

Me acosté yo sobre suelo con ella encima de mí.  Desde el suelo se la metí por detrás mientras le tocaba el coño y el clítoris con mi mano. Se retorcía de placer corriéndose varias veces.

Yo si algo no quería era hacerlo dentro de ella, bastantes problemas Tenía ya con follarme a la mujer de mi cuñado, así que nuevamente me la saque Y me corrí sobre ella, dejándole las tetas empapadas de mi semen.

Mi mujer, regresó el findesemana y nos lo pasamos follando como adolecentes. Retomando la mamada que había quedado a medias en mi despedida, y terminando con una de sexo anal en la ducha que dejó completamente secos mis huevos. Cuando la despedí en su coche, apenas podía sentarse, tuvo que poner un cojín sobre el asiento.

Sin embargo, mi cuñada se lo pasó completamente sola, ya que su marido, como ya era habitual estaba de lupanar en lupanar.

Su malhumor era más que evidente, pero yo mantenía al margen. Bastante había hecho ya, con una señorita cursi que me humillaba cada vez que podía. 

Intenté evitarla cuanto pude, pero al cabo de unos días, fuimos todos juntos a un centro comercial a comprar algo de ropa para mis suegros.

Estaba mirando unas camisas, algo alejado del resto, cuando ella se me acercó y comenzó a amenazarme: oye, o me empiezas a hacer caso o se lo cuento a mi marido.

Sin dudarlo, la cogí por el brazo y la llevé conmigo a unos probadores que había allí mismo.

Abrí la puerta y la arrojé al fondo. Cogí mi móvil y le enseñé el video de cómo la empalaba y me corría encima de ella.

Su cara de perplejidad era todo un poema. La agarré por el pelo, le bajé su cabeza hasta mi entrepierna y le dije: mira zorra aquí se folla cuándo y cómo yo te diga, así que ya puedes empezar a chuparme la polla o el que se lo cuenta a tu marido soy yo. 

Ella, se puso de rodillas y bajo la cremallera de mi pantalón, sacándome la polla y empezando una buena mamada. Con el móvil grabando, apunté hacía ella y dije: mira Paco, mira como me la chupa la puta de tu mujer, Ahora mira a la cámara y saluda al putero de tu marido.

Ella apenas podía articular palabra, porque se la llenaba por completo mi rabo, así que mascullo algo así como hola Paco, mientras saludaba con una mano y con la otra me pajeaba a mí.

Le saqué las tetas de su vestido, la puse a cuatro patas para poder ver su culo por los espejos del probador, uno en cada pared.

Le aparté el tanga, y empecé a meterle mis dedos en su coño, ella seguía mamando la polla y movía sus caderas metiéndose los dedos en la vagina. En uno de sus envites, su bolso se cayó al suelo y pude ver una pequeña brocha de maquillaje con el mango en forma de palo y bordes romos. No dude en metérselo por la vagina, y una vez lubricado apunté a su ojete y se lo fui metiendo por su estrecho culo. Ella empezaba a correrse y a gemir, pero no me importaba. De hecho, pude ver una cabeza asomar por encima del probador. Se trataba de un mirón, un señor de gafas que, en cuanto su culo empezó a tragarse la brocha y a correrse, se puso a masturbarse. Lo sé porque podía notar sus movimientos y su cara al eyacular al otro del probador.

Yo ya no podía aguantar más, le dije que me iba a correr, a lo que ella me respondió con la mano, que lo hiciera dentro de su boca. Me arqueé para atrás y le expulsé todo un torrente de lefa que empezó a brotar por ambas mejillas y cuello, chorreando hasta sus tetas.

La Escena era inenarrable. Digna de una película porno. Tardamos casi 10 minutos en limpiarlo todo. De hecho casi me pongo burro al verla trabajar como una pornochacha.

Una vez fuera del probador, Cuando salimos nos cruzamos con el mirón del probador de al lado.

Mi sorpresa fue cuando ella lo saludo muy respetuosamente como don Ricardo. Resulta que era un compañero suyo, el jefe de departamento en la universidad

Yo le dije, guiándole el ojo, Pues ya ves, mirando cosas aquí hay mucho que ver, ¿verdad?

Con una sonrisa pícara me dijo desde luego. Vengo mucho. Y siempre encuentro algo.

Cuando nos fuimos ella sorprendida, me preguntó que de qué le conocía

Y yo le respondí que compartíamos aficiones.

Pensando para mí, ya te puedes preparar cuando vuelvas a la universidad, porque te va a destrozar el ojete, guarra.

Cuando el rector la llamo para una reunión le dije de que fuera depilada y que se pusiera un par de  lavativas antes de acudir al evento.

 Ese día llevó puesto un pantalón de cuero que le marcaba cada pliegue de su coño.  Además llevaba una blusa muy amplia (no llevaba sujetador) y se le insinuaban sus enormes pechos 

Al pasar al despacho del rector, lo que allí se encontró fue a tres hombres completamente desnudos  (salvo sus calcetines de ejecutivos) y al rector con la polla tiesa y una corbata colgándole de sus testículos.

Enseguida  compendio para que la habían citado, lo que  ellos no esperaban era que además ella lo deseaba con gran excitación.

Había estado  escuchado muchos rumores sobre reuniones en el despacho del rector que en realidad eran bacanales de sexo y hoy podía no sólo  participar sino que por fin sería la protagonista de una película porno casera.

 Se puso de rodillas, agarró la polla del rector y se puso a hacer una mamada mientras los otros tres hombres arrimaron sus pollas  a su cara y manos.

 Ella las prendió con ambas manos y se turnaban para masturbarse o mejor dicho, ser masturbados por la catedrática,

El rector ordenó entonces: dadle a esta puta lo que se merece. Mientras ella pajeaba dos pollas y se comía la del rector, el tercero un joven Moreno y cachas le bajó los pantalones de cuero la puso a cuatro patas, le retiró el tanga (completamente mojado) con un dedo, y le metió su enorme polla por detrás.

 Ella empezó a gemir lo que podía pues la polla del rector le había ocupado prácticamente su boca, así estuvo un buen rato pajeando con ambas manos y siendo follada,  por detrás y por la boca hasta que el moreno sacó su polla del coño de la profesora y se corrió en su culo y espalda. el rector se corrió por toda su cara. Ella hacía rato que había empezado a expulsar todo tipo de flujos y jugos por su chocho.

El Rector dijo: además de catedrática, puta y de las viciosas, vaya fichaje.  Los otros dos muchachos a los que había estado masturbando la cogieron arrancaron su blusa y el tanga.

El más fuerte de ellos, se tumbó en el suelo obligándola a acostarse encima de él. Con un movi-miento rápido introdujo su rabo en su culo mientras con su mano estimulaba su clítoris. ella co-menzó a dar voces y a correrse otra vez. 

Entonces, el otro, un compañero rubio y mayor, le metió su polla en su boca su boca mientras el de abajo la estaban enculando y ella no paraba de correrse.

Así estuvieron un buen rato hasta que sacó la polla de su boca y le penetro la vagina con enorme placer. Estaba siendo penetrada por su culo y por su coño,  el placer era indescriptible.

El rector  había vuelto a excitarse y le empezó a follar la boca con gran pasión. El otro, que ya se había corrido primero en su culo y espalda,  empezó a hacerse una cubana con sus tetas. 

Era algo que no había soñado: follada por culo coño boca y tetas.

su placer era indescriptible, los cuatro se corrieron a la vez, el rector nuevamente por toda su cara 

El otro se corrió por sus tetas.  Mientras uno se corría en su vagina y el otro dentro de su culo 

Ella estaba ya tumbada en el suelo absolutamente extasiada y empapada en semen universitario.

No, la cosa NO  había acabado ahí: que pase el mozambiqueño, dijo el rector al abrir una puerta lateral del despacho. Entonces apareció un negro de más de 2 metros con una polla descomunal. Sus ojos saltaron de la impresión.  Jamás había pensado que una pene pudiera tener ese tamaño. Realmente, tenía miedo que no poder albergar semejante trasto en su cuerpo.

Lo primero que hizo con el semental fue meter su rabo en la boca mi cuñada. No le cabía apenas, 

sin embargo su excitación era máxima. Sus compañeros de departamento y el rector comentaron: “vaya zorra viciosa, cómo se la traga al negro. Se va a llevar un festival de rabo”. 

Ella se puso a cuatro patas y le ofreció su vagina. 

El negro empezó a metérsela por todas las paredes de la vagina, su tranca era enorme, pensaba que la iba a partir en dos, sin embargo apenas un par de embestidas del negro y este se saco la polla de la vagina y escupiendo en su ojete, se la metió por el culo. Mi cuñada tenía un inmenso dolor y placer a la vez. Ella pensaba que se la iba a sacar por la boca al metérsela por el culo pero no paraba de correrse una y otra vez, dando voces y lujuriosos gritos de placer.

Mientras tanto, los demás le decían: “¡Qué puta que es, mira cómo  disfruta, mira como se corre. Jamás habíamos visto una zorra semejante!”, se oía a voces por el despacho. 

El negro empezó a acelerar sus movimientos, a embestirla cada vez con más fuerza, saco su cacha-rro y la obligó a ponerse de rodillas. Entonces la bañó en semen por toda la cara y tetas.

Ella no paraba de retorcerse y tener orgasmos, su cara era de completo desenfreno mientras le caía el semen por los labios y se frotaba los pezones mirando con deseo al rector.

Este, colocando su pene sobre la cara de mi cuñada, le dijo: “Bienvenida al departamento de rabos y corridas, te nombro catedrática en X”.

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Una respuesta

  1. helenx

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