Fui solo a la playa por un par de días, pues necesitaba relajarme. Allí una barcaza grande encallo y ayudé a empujar para alejarla de la orilla. Tras de mi un hombre negro alto y musculoso se me asentó. Noté que su pene se erectaba y me separé. Instantes después volví a sentir que un hombre se asentaba a mi, volteé la cara y vi al mismo negro. Quise salir, pero no pude, varios pescadores negros me rodeaban y hacían imposible escapar. El barco cedió y se libero, y aquel negro me tomó por las caderas. Me solté y me fui indignado. Tome mis cosas y me fui a mi carro para ir a la posada. Encendía mi vehículo cuando este hombre se acercó y me dijo: Hola, soy Juan. Siento que te hayas molestado, tienes un trasero muy hermoso, paradito, y firme. No pude contenerme.

No soy gay, le dije, así que chao. Entonces me dijo: Eres gay, pero aún no lo has descubierto. Esas nalgas tan bellas no te las dio Dios para adornarte, son nalgas bellas, perfectas. Son nalgas para provocar las más intensas pasiones y deseos sexuales en un hombre, son nalgas para gozar y dar placer a un macho.

Arranqué y me fui. En la piscina de la posada vi a aquel hombre pasar a lo lejos y recordé lo que dijo, y mi pene se erectó. Fui a mi habitación a ver películas. En la cena me senté solo y un empleado me dio un papel dejado para mi en el lobby, decía: Hoy me masturbaré imaginandome que te beso, acaricio, y hago el amor. Feliz noche mi reina.

Me dormí tarde y desperté, soñe que aquel hombre me introducía su sexo y me besaba, al hundir su pene en mi en el sueño, oí que otros hombres venían. Entonces escuche conversaciones y risas en la calle, me asomé y ví a varios pescadores que salían, entre ellos iba ese negro.

En la playa me fui a un lugar alejado y me puse debajo de un árbol de uva de playa, y me dormí. Desperté sobresaltado y vi al negro junto a mi mirandome. ¿Qué quieres, qué haces aquí?, el sonrió y me dijo: te miro, te detallo, me gustas mucho depilado serías demasiado hermoso. Le pedí que se fuera, pero tomó bloqueador solar y empezó a colocarmelo en los pies, me resistí, entonces se tiró sobre mi y me beso en la boca y dijo: Si no me dejas te voy a jamonear aquí en público. Accedí y empezó a manosearme con el protector. Mi pene empezó a levantarse y sentí verguenza. Me dijo que volteara y al oponerme se acostó nuevamente sobre mi. Esta bien, esta bien, dije avergonzado. El continuó tocandome a placer y diciendome cosas lujuriosas, de pronto deslizó sus manos por debajo de mi speedo y empezó a apretar mi trasero. Me negue y el aprovechó para colocarme unos tirras en las muñecas, inmovilizandome.

Me cargó y me llevó a una puerta de una junto casa cerca de la playa, entramos a un patio, y luego a una casa. Allí me colocó en 4 sentandose en mi espalda para inmobilizarme y empezó a meterme un dedo, luego dos, y finalmente tres. Me echaba un gel muy resbaloso. Yo gritaba y eso lo excitaba más. Entonces me dijo: ahora mi vida, voy a cogerte, voy a descubrirte un mundo nuevo, un mundo del que no podrás volver nunca.

Me giró, abrió muy bien mis piernas boca arriba y colocó su sexo en mi ano. Sentí como aquel sexo me dilataba y estiraba por dentro. Su glande entró con facilidad y empezó a moverse. hundiendolo un poco más en cada enbestida. Grité de dolor y retrocedió. Esto ocurrió varias veces, y de pronto mi cuerpo cedio. Di un grito de dolor y aquel mazo se hundió completamente en mi y el empezó a moverse con lujuria. El dolor cedió y solo sentía aquel pene que me violaba. Eyaculó en poco tiempo y sin sacarlo me dijo: Ya no serás un hombre nunca más. Ahora yo soy tu macho y tu mi hembra. Poco después me cogía por segunda vez. Yo lloraba. Al acabar por segunda vez sacó su sexo de mi cuerpo y no pude contenerme. Mi intestino se vació totalmente. El trajo una manguera y lavo el piso, luego a mi con jabón, y finalmente introdujo la manguera en mi ano y sentí como mi vientre se llenaba de agua. Creí que me mataría y el sacó aquello, el agua salió con gran fuerza. Esto lo repitió 3 veces.

Después de esto me beso con lujuria aunque me oponía.

Entonces llamó por teléfono y 4 hombres llegaron, me soltaron y violaron muchas veces mientras él tomaba fotos y videos. Entonces se fueron y el volvió a lavarme y sacó un enorme cuchillo de cortar carne y me dijo: Mi vida, voy a castrarte, es algo que agradeceras por siempre. Estaba amarrado, indefenso y el colocó el arma en mis genitales y me dijo: he capado perros, toros, ovejas, y ahora lo hare a ti.

Rogué que no me hiciera nada, entonces me dijo: Si me coqueteas, me dices te amo, y me das una buena mamada mientras te grabo te perdono. Al terminar te beberas mi semen y me dirás que es delicioso y que me amas.

Así lo hice y el tomo mi teléfono y vació todos mis contactos en el suyo diciendome que enviaría a todos ese video si no lo satisfacía.

Esa noche dormí con él satisfaciendo todos sus deseos. Al irme al otro día me dijo que volviera el viernes para continuar, o sabes lo que ocurrirá. Han pasado 6 meses de eso, cada fin vuelvo a verlo y soy su mujer todo el fin de semana. Lo cierto es que ahora disfruto mucho el sexo con él y no oculto mi homosexualidad en el pueblo