SEXO NOCTURNO EN LA PLAYA

Cuando tenía 18 años (allá por los 80’s), con un grupo de amigos del colegio nos fuimos de campamento por Semana Santa a la Costa Verde, en realidad, no conozco una sola generación de jóvenes limeños, que no tenga por costumbre aunque una vez en la vida, irse de campamento por Semana Santa (más conocida como “semana tranca”), debido a las monumentales borracheras que se suceden en estas fechas.

Por lo general, los lugares preferidos son Markahuasi, Huachipa, Huacho, las playas del sur, etc. En nuestro caso, nosotros decidimos pasarla “misiamente” en el circuito de playas de la Costa Verde. Exactamente porque escogimos ese lugar no me acuerdo, pero igual cumplimos la “rutina juerguera”: llevamos un par de carpas, minicomponente, ron a discreción, botellones de gaseosas, papitas, galletas, atún, etc, etc… todo lo necesario para la juerga del fin de semana.

Éramos un grupillo de 11 personas entre hombres y mujeres, un par de parejas, amigos con derechos, vacilones… en fin, que éramos un grupillo que prometía buena juerga. Por esas cosas de la borracheras, conversando de política (nunca hablen de política cuando estén en tragos, sea la edad que tengan), terminé peleándome con un par de compadres, nos mandamos a la mierda, así que asado me alejé del grupo y comencé a caminar por la playa para despejarme un poco. Eran más o menos, las 11 de la noche, y los que conocen el circuito de playas, saben que el lugar se presta para el sexo furtivo. Hay diversas playas de estacionamientos diseminadas a lo largo del circuito de playas, y es bien sabido el sexo a discreción que se practica por ahí. Bueno, la cosa es que acercándome  a una de estas cocheras, divise un auto que ondulaba de manera sospechosa. Como dice la canción de Pedro Suárez-Vértiz, ese auto era una rana saltando sin parar. Señal inequívoca de que ahí había alguna parejita tirando como locos.

Ya ganado por el morbo, decidí bordear el auto para entretenerme viendo a una parejita follar, rodeé otro auto que se encontraba a unos 10 metros de este para tener una mejor visión y grande fue mi sorpresa cuando al ocupar el lugar estratégico, me encontré cara a cara con un tío que había tenido la misma idea y estaba que disfrutaba del espectáculo en primera fila mientras se sobaba una maravillosa verga de unos 18 cms. Un poco que se sorprendió cuando yo aparecí, pero inmediatamente, al ver que yo también iba de mirón, me hizo una señal de silencio con los dedos y continuó a lo suyo, mirando y masturbándose. Yo en ese momento estaba con una casaca cortaviento azul, un polo dentro, short ceñido (eran los 80’s), y zapatillas. De donde estábamos teníamos una visión directa de una pareja de hombres, un tío de unos 40 años sentado en el asiento de atrás, con la puerta abierta y un chiquillo, una loquita, de unos 18 años sentado encima de la verga del tío moviendo acompasadamente las caderas al ritmo de la música que sonaba en el radio de auto. Yo disfrutaba viendo el espectáculo pero también no resistí la tentación de contemplar a mi vecino de voyerismo que se manejaba una hermosa verga. 18 cms, gruesa y con una cabeza tipo lanza, de esas que son anchas en la base y más delgada en la punta, hermosa.

Yo esta echado boca abajo, mirando de un costado del auto, con el culo en pompa, yo practicaba mucho deporte y tenía buenas piernas y un culo redondito y delicioso. Y mi vecino comenzó a prestarme un poco de atención, se sobaba la verga y me insinuaba con la vista si le podía mamar la verga. Yo que también alternaba mis miradas entre  el espectáculo sexual al frente y el espectáculo erótico a mi lado. Asumo que mi silencio le habrá parecido una señal de aprobación al tío este, la cosa es que se puso al lado mío y comenzó y sobarme el culo primero por encima del short, y después metió su gruesa mano por debajo de mi short y comenzó a calentarme el culo con unos masajes muy diestros, yo ya no aguanté la calentura y dejé la inacción, cogí con una mano su verga maravillosa y me la metí en la boca. Poco a poco empecé a hacerle un as mamadas más profundas, más intensas, y el tío me bajó el short y comenzó a meterme uno, dos, tres dedos en el culo.

La otra pareja había cambiado de posición, el chiquillo estaba en posición de perrito con las rodillas en el asiento y la cara dentro del auto, mientras el cuarentón estaba con los pies fuera del auto clavándosela con muchas ganas, el chiquillo gemía como toda una puta. Se notaba que lo estaban culeando como dios manda. El cuento es que nosotros también nos quitamos, los pantalones él, y el short, yo. Y me puse en 4 patas en la arena mientras mi amante ocasional se colocaba tras mío y comenzó a colocarme la punta de su verga maravillosa, previa lubricada con bastante saliva, en la puerta de mi culo. Poco a poco comencé a sentir como esta verga maravillosa se abría paso dentro de mí. Lo hizo despacio pero directo, sin pausas, entro hasta el fondo de mi culo y se quedó un rato parado ahí esperando que me acomode. Yo me había calentado horrores, así que decidí empezar a mover en círculos mi culo. Él tío vio que ya me había acomodado bien a su verga, así que comenzó con un delicioso mete y saca de manera pausada pero firme, directa. La otra pareja había cambiado de posición, al chiquillo lo estaban clavando piernas al hombro mientras a mí me rompían el culo en pose de perrito. Poco a poco, el tío comenzó a adquirir más velocidad y me encontré gimiendo como puta porque el  tío ya empezó a pistonearme cada vez más rápido. Yo ya no aguanté y comencé a gemir y gritar como loca, ya no me importaba si la otra pareja se daba cuenta de los mirones de al lado. El tío venía con una calentura enorme porque aceleraba sus embestidas cada vez más rápido y en una de esas sin dejar de moverse, empecé a sentir borbotones de leche llenándome el culo. El tío no dejó de moverse, después de vaciarse entero dentro de mí, siguió con una nueva oleada de embestidas, se había corrido pero tenía la verga igual de dura, yo no podía creerlo y gozaba como la más puta de la playa, el tío me estaba a rompiendo el culo pero me ponía más caliente y no quería que termine nunca de culearme. El jadeaba como poseído y yo gemía y gritaba como toda una bitch, en una de esas, miro unos pies a mi lado y al levantar la cabeza veo a la otra pareja a nuestro lado mirando el espectáculo que ahora ofrecíamos nosotros. Tanto el tío como el chiquillo nos miraban con complicidad, divertidos. El tío se sentó a nuestro lado con la verga tiesa, apuntando al cielo y el chiquillo rápidamente dándole la espalda, se sentó encima de esa verga hermosa. Mi culeador no se quedó atrás, se salió de mi culo y se puso en la misma posición del tío, a su lado, yo decidí copiar al chiquillo y también me senté en la misma posición que él y comencé a rebotar sobre esta hermosa verga. Ya era una competencia entre el chiquillo y yo de quien hacía gozar más a su macho. Ambos jadeábamos y gritábamos como buenas putitas, hasta que ambos, casi en simultáneo, comenzaron  correrse dentro de nosotros. Como si estuviéramos sincronizados, el chiquillo y yo nos salimos cada uno de su respectiva verga y nos pusimos a chupar eso maravillosos instrumentos para dejárselos limpiecitos y brillantes.

Hicimos una buena química los 4, el tío sacó una botella de whisky de su auto y nos invitó a un trago, yo decidí quedarme con ellos, así que, corrí hasta el campamento de mis amigos, que ya estaban muy borrachos algunos y dormidos otros, cogí mi mochila, me despedí de los que todavía estaban conscientes y regresé con mis nuevos amigos, nos amanecimos tomando whisky, y a eso de las 3 de la madrugada, volvimos a culear, solo que esta vez, el tío mirón se culeó al chiquillo y el cuarentón me culeó a mí, igual, el chiquillo y yo casi competíamos en quien era más puta, y terminamos de nuevo casi en simultáneo.

Al final, el chiquillo y yo, casi como lesbianas hicimos un 69, chupándonos la verga hasta que nos corrimos en simultáneo, fue increíble. Nos hicimos amig@s, y algunas veces nos encontramos y salíamos de “cacería”, a buscar machotes.

Espero que este relato les haya gustado, es el primero de una larga lista de historias que estuve escribiendo recordando viejos tiempos. Si les gusta y me escriben, les prometo publicar cada vez más seguido, tengo una interesante lista de historias q estuve recopilando antes de animarme a publicarlas.