Conozco a Ramón hace varios años. Es un hombre alto, delgado, y fibroso. Una vez lo vi desnudo y tuve un sueño erñotico con el. Un día en que llovía estábamos solos en un lugar de la empresa, aislados del resto y el me confesó el deseo sexual que despertaba en él. Hablamos por más de 2 horas y estaba muy excitado, Ramón me convenció de irme a la cama con él y probar algo nuevo.

De hecho me sedujo mentalmente ese día y desde ese momento solo pensaba en el.

Un fin de semana fuimos a mi casa de playa y allí me entregué a él convirtiendome en su hembra. Ramón fue muy delicado y tierno conmigo, me beso y acarició largamente y me dilató sin apuro. Al hundir su sexo por primera vez en mi ano tuve el más intenso y delicioso orgasmo de mi vida.

Ese fin de semana de tres días el eyaculó 19 veces en mi ano y boca, me depiló completamente, y me feminizó para él, entonces decidimos tomar vacaciones juntos y por un mes completo estuvimos juntos en mi casa, su casa, hoteles, resorts, etc.

Al comienzo me avergonzaba, pero poco a poco empecé a disfrutar que me exhibiera como mujer.

Usaba tangas femeninos en la playa, pintaba mis uñas, me maquillaba, y respondía a sus besos y caricias en público. Al terminar mis vacaciones estaba perdidamente enamorado de él, entonces me dijo que no nos veríamos más, porque necesitaba experimentar el dolor de perder a un hombre que amaba y que pronto encontraría al hombre de mi vida.

Sufrí mucho y empecé a buscar otros hombres que pudieran compensar mi perdida. Copulé con 5 pero decidí no seguir.

Hoy un año después aún me vuelve loco recordar lo que sentí con Ramón, lo extraño y no lo olvido. El cambió mi vida para bien o para mal por siempre