enero 30, 2017

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Follado por el dueño del mesón, y...

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Follado por el dueño del mesón, y…

   Ya en otra ocasión estuviera con el dueño del mesón O

Cabazo. Pero en aquella ocasión, no pudo realizar lo que

pretendía, que no era otra cosa que romperme el culo, y

follarme bien follado.

   en aquella primera ocasión, mi culito no podía más, y

 

aunque había insistido, y vuelto a insistir, mi negativa

no dejaba lugar a dudas. ni siquiera le realicé la mamada

que me pedía le hiciera, al no dejar que me rompiera el

culo. Es que sabía que si le hacía aquella mamada, luego

iba ser más difícil negarse a que me follara.

    Así que en esta ocasión, al recordarme de él, se me

ocurrió hacerle una visita, e intentar dejar lo que la

vez anterior, le había negado.

   Cuando entré en el mesón; serían las 11:30 de la

noche; había todavía clientes, así que situándome en la

barra del mesón, me senté en un taburete, y le pedí una

cerveza para beber.

   Tan pronto me vio, se debió empezar a recordar, ya que

no me sacaba la vista de encima. A saber lo que le estaba

pasando por la mente, y que pensamientos de mí, tendría,

al recordar aquel día, que no pudo follarme.

   Estaba la televisión dando unos resúmenes del día, así

que mirando para la misma, me dispuse a beber la cerveza

que terminaba de servirme, y de paso ir ojeando la

clientela que en ese momento había en el local.

   Entre las personas que allí había, pude ver otro

muchacho de más o menos mi edad, que sabía que le gustaba

el rabo igual que a mí. Es que en ciudades pequeñas, al

final la gran mayoría nos conocemos, o al menos nos

reconocemos. También él se me quedó mirando cuando había

entrado.

   como a la media hora, y después de ir marchando la

mayor parte de la gente, me dispuse ir al baño, cuando

justo al pasar a la altura del dueño del local, me pidió

que no me marchase sin hablar con él. Salí del aseo, y

volviendo a donde estaba sentado, miré como estaba

saliendo el muchacho al que había reconocido nada más

entrar. Ya no quedaba más que yo, un viejo, que parecía

un vagabundo, y el dueño del mesón.

   Se acercó a junto mía, y después de entablar una

pequeña charla; me preguntaba que hacía tiempo que no me

había visto, etc. etc. etc. al final me propuso follar

con él, para así de paso, congraciarme con él, ya que la

vez anterior, mi negativa a follar, le había dejado muy

caliente y con muchas ganas de romper mi culito.
   ¿Me dejarás follarte esta vez? o eres un… ya sabes,

un calienta pollas de esos.

   No me quedaba otro remedio, que decirle que sí. Además

a eso había venido, pero claro, él eso no lo sabía.

Cuando le dije que sí, se dispuso a cerrar el local,

todavía quedaba el viejo vagabundo, pero eso le dio

igual. La verdad que era conocido, al menos ya le había

visto durmiendo por los bancos de la zona; centro de la

ciudad, y por el parque jardín, que hay en mi ciudad.

   Desde el mesón, había una puerta que daba acceso a la

vivienda del dueño, la cual quedaba un piso arriba.
Habló con migo pidiéndome que subiera y que le esperase

arriba, mientras él terminaba de cerrar el negocio. Así

lo hice.

No tardó nada en aparecer, y con él venía el vagabundo.

Al principio quedé algo sorprendido, y pensativo. Como me

debió ver algo pensativo, después de meter al vagabundo

en el baño, vino junto mía, comentándome que no me

preocupara. Es que al viejo le estoy dejando dormir aquí,

ya que con el frío que hace estos días, me da pena verlo

durmiendo por la calle. Ve sacando la ropa, que ahora

mismo vengo; voy dejar que se lave el viejo, antes de que

se acueste.

   empecé a sacarme la ropa,  pero sin mucha prisa, ya

que realmente la habitación estaba fría. y es que estaba

haciendo frío aquellos días.

  De pronto apareció en la habitación, pero venía con el

vagabundo de la mano, y desnudo. Abrió la cama, y lo

acostó en el costado izquierdo de la cama. La verdad, es

que me estaba quedando sorprendido, ya que no era mi

intención de hacer un trío. O que sería lo que pretendía

hacer el mesonero.

   Yo ya estaba en slip, cuando se empezó a desnudar él,

y me soltó: tranquilo que no tiene ninguna enfermedad,

además lo he lavado bien lavadito.
   Métete en la cama, y arrímate a él. Sacándome el slip,

me metí en la cama, cuando ya estaba él tocándome el

culo, y empujándome para que me arrimara bien al viejo

vagabundo.

   La cosa me estaba empezando a gustar, y es que era

mucho morbo lo que estaba viendo, además que al ver al

vagabundo en pelotas, le había visto un pedazo de rabo,

de tres pares de cojones, y eso que solo la tenía

morcillona.

   Detrás mía, se metió en la cama el dueño del mesón, y

sin dejar de tocarme el culo, se fue arrimando a mí,

empezando a morderme el hombro, las orejas, y el cuello

que es mi gran debilidad.
   De pronto me pidió que le agarrara la polla al viejo

vagabundo, y le empezara a menear, cosa que así hice.

   Me decía; ves que la tiene limpita, se la he lavado a

conciencia, mientras estaba en el baño. Así que no tengas

miedo, ni reparo, además la tiene grande el muy cabrón.

Mientras me iba diciendo esto, no paraba de meterme mano,

y morderme por todas partes.
 
  De pronto me pidió que me pusiera de cucharita, para

poder meterme su polla en mi culito. Me dijo mientras me

estaba metiendo un dedo en el culo, aaaaah, joder que

culito tienes, la otra vez, no pude follarte, pero ahora

verás que bien te voy follar, aaaah, joder que bueno

estás, joder y que calentito tienes el agujerito, cabrón.

   Vamos anímate,y cómele la pirola al viejo, que mira

como la tiene ya el muy cabrón. La verdad es que me daba

algo de reparo, y aunque ya estaba empezando a ponerme

caliente a más no poder, todavía no me atrevía.
   pegándose más a mi culito, el mesonero, empezó a

ensartarme su polla en mi culito. en 2 movimientos de

cadera, me la clavó todita.
   hacía fuerza para metérmela. Es como si quisiera que

me llegara a la boca, aquella polla, y estaba empujando

el muy hijo de puta.

   poco a poco empezó con el vaivén, y a empezar a

jadear, y dar grandes suspiros, y decirme mientras me

follaba. chúpale la polla, ya verás, que rica, y como te

va gustar. Aaaaah, joder, putito, que culito, aaaah, como

me gustas, joder, mmmmm, que culito más caliente que

tienes, cabroncito.

   Ya estaba que no aguantaba más, y estando el mesonero,

dándome una rica follada, abriendo la boca, fui

engullendo aquel pedazo de rabo. Joder, que era grande

aquel rabo, joder con el vagabundo, menudo pirolón que se

gastaba. no se si aquello me entraría en mi estrecho

culito pero bueno, mientras tanto me estaba follando el

mesonero, me dedicaba a darle lengüetazos, y chupar

aquella cabeza, e intentar meterme aquel ciruelo, lo más

que podía en mi boquita.

   El dueño del mesón, estaba empezando a follarme mucho

más rápido, por lo que sabía que estaba muy pronto a

terminar. Así fue, empezó a clavarme la polla hasta lo

más profundo, mientras gritaba, aaaah, aaaaah, joder que

corrida te estoy echando putito, mmmmm, que gustito,

aaaaaah, cabronazo, que bueno estás, joder.

   Mientras me estaba inundando el culo de leche,  y me

daba aquellas arremetidas, el mesonero, la polla del

vagabundo, entraba más a fondo en mi boca, tanto llegó a

entrar, que casi me ahogo. Me salía la bilis, quedando

colgado hilitos de mi saliva. Joder, hasta no paraba de

llorarme los ojos.

   después de correrse en el fondo de mi culito, y dar

grandes suspiros, me dejó la polla enterrada en mi

culito. Cuando le salió la polla de mi culo al mesonero,

va y me larga. Deja que te folle el viejo, mira que polla

más rica tiene. Anda, súbete encima y deja que te clave

esa polla, ya verás que bien que lo vas pasar.

   Con lo caliente que en ese momento estaba, no lo dudé.

me subí encima, y cogiendo la polla del vagabundo con la

mano izquierda, la fui llevando a mi caliente y recién

follado culito.
   Una vez la puse en la entrada de mi ano, fui bajando

lentamente, y clavando aquel manjar. La verdad es que

había entrado bastante fácil, y es que tenía el culo bien

abierto, y escurriendo el semen del mesonero.

   cuando tenía toda la polla, de aquel vagabundo dentro,

y estando sentado sobre el vagabundo, empecé a subir poco

a poco, e ir cogiendo velocidad.

   Joder, ya estaba galopando sobre aquel tremendo

ciruelo, y me estaba gustando un montón. La verdad es que

cuando me sentaba sobre aquella tremenda polla, la misma

parecía que me llegaba a las amígdalas, vamos que tenía

el culito bien lleno por aquel pedazo de carne del viejo

vagabundo. La hostia que polla se gastaba el viejo,

menudo ciruelo, y que bien me había entrado, en aquel

momento, sentía mi culito lleno por aquel pedazo de

ciruelo.

   galopaba cada vez a mayor velocidad, y empezaba a

sudar como nunca, mientras me ensartaba aquella polla,

aaaah, joder que cosa más rica, mmmmmm como me estaba

gustando.
   Cuando de repente empezó el mesonero a pellizcarme los

pezones, pero con fuerza el muy hijo puta.

   Dios, como me ponía, ya empezaba mi polla a gotear

semen encima del pecho del vagabundo, y el otro hijo de

puta, largándome tremendos pellizcos. empezó a morderme

el cuello, y yo a jadear como una perra en celo.

   Jodeeeer, aaaaah, por favor, mmmmmm, no sigas, que me

voy correr, aaaaaaaaaah, mmmm.
   Así putito, como te gusta la polla, eres toda una

puta, mariconcito.

   Entonces el mesonero, poniéndose de pie en la cama, se

arrima a mí, y cogiendo mi cabeza con sus manos, el muy

hijo de puta, va y me manda abrir la boca, para meterme

su polla, flácida, y llena de los restos de semen,

después de la follada que me había largado.
   Abrí la boca, y empecé a devorar aquella flácida

polla. La saboreaba, y limpiaba con golosina, como un

vicioso pervertido.
   el muy cabrón, me tenía agarrada la cabeza, no

dejándome galopar sobre aquella tremenda polla del

vagabundo. tenía la polla flácida, en mi boca, y el muy

hijo puta, me metía hasta los huevos en mi boca. dios,

tenía la nariz enterrada en su pubis, y apenas podía

respirar.
 
  Estaba ya casi extasiado, cuando el vagabundo que hasta

entonces no había abierto la boca, empezó a jadear, y

agarrarme la cintura, dándome tremendas culeadas. La

hostia, ahora que no le galopaba, por sujetarme el

mesonero la cabeza, y enterrarme su polla en la boca, el

vagabundo, me estaba culeando. Le estaba gustando al muy

cabrón, aquella follada, no queriendo que se parara de

follarme su tremendo ciruelo.

   Dios, estaba dando empujones con su pelvis, y la

polla, me la estaba clavando mucho más a fondo, uuuh

mmmm, murmuraba el vagabundo, y agarrado a mi cintura,

empezó a darme cada vez más fuerte.
Aaaah, mmmm, como me estaba dejando el culito, aquella

follada.
    Aquello parecían las últimas estocadas. Joder, como

me tenían aquellos 2 hijos de puta, y yo sin dejar de

soltar semen, más que goteo, ya casi parecía un grifo

chorreando. y de mi culito, notaba como con aquella

follada, me iba escurriendo el semen del mesonero, que

antes me había follado, y dejado en el fondo de mi culo,

su lechita.
   Joder ya me corría yo de placer, y aquel toro, aún no

había soltado su leche.
   Empezó a correrse el vagabundo, y de aquel ciruelo

empezaba a salir a grandes borbotones su espesa leche.
   el semen del vagabundo, terminó en lo más profundo de

mis entrañas. Había quedado extasiado, y sin fuerzas.

Joder, ya no me quedaban fuerzas para más, estaba

espatarrado en la cama, completamente en pelotas, y

sudando como un cerdo. que follada me largaron aquellos 2

hijos de puta, el dueño del mesón, y el vagabundo que

invitó el mesonero. Me habían dejado el culo bien

abierto, y repletito de leche.

  poco a poco me fui incorporando, y con la misma, empecé

a vestirme, tenía que irme, sino no sabía como me

levantaría al día siguiente. Aunque no creo que aquellos

2, tuvieran fuerzas para otra nueva sesión de sexo, así

que  mejor vestirse, e irme para mi casita. eso sí, bien

follado, y repletito de leche.

   El dueño del mesón se puso el pantalón, y una camisa,

para bajar con migo, y abrirme la puerta del negocio,

para poder marcharme. Mientras bajaba, iba manoseando mi

culo, y cuando nos despedimos en la puerta, me dio unas

palmaditas en el culo, hasta otro día, putito, tienes un

culito muy rico. No tardes en dejarte volver a ver.

   Cuando salí, miré la hora que era; marcaban las 2:35

de la madrugada.   y con la misma, me marché andando para

mi casa, iba bien follado, y llenito de leche de 2

machitos. iba andando, y notaba como se iba escurriendo

la leche que terminaban de dejarme en mi vicioso culito.

Dios, el culito, parecía que iba boqueando, y todavía iba

calentito, parecía que quería más guerra. Yo estaba

cansado, pero mi culito, tenía hambre de más polla. si en

el camino a casa, me encuentro otra pirola, como la de

aquel vagabundo, estaba seguro, que me dejaría follar de 

nuevo.

  Este es otro de mis recuerdos de buenas folladas que me

dieron., espero que os haya gustado, tanto como me gustó

a mí aquel día que me follaron, y hoy al recordar,

mientras escribo el relato.

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3 respuestas

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