Quería entrar al equipo de futbol de la Universidad y hablé con el coach, sin imaginar como cambiaría mi vida. El me miró y dijo: Si quieres entrar tendrás que pasar el bautizo sin resistencias. Acepté y me citó para el sábado siguiente en una dirección. Llegamos 5 chicos nuevos. Al pasar nos vendaron los ojos y nos bajaron a un sótano. Allí fuimos desnudados completamente y nos metieron en agua con hielo. A los minutos rogábamos que nos sacaran. Temblaba como loco y sentí que dos cuerpos se pegaban a mi. Eran dos hombres, ambos tenían sus penes erectos, el del frente empezó a besarme y manosearme con lujuria, el de atrás empezó a friccionarse contra mí. Quise oponerme y oí al coach decir, les tomé fotos con su teléfonos, si se oponen las envío a todos sus contactos, incluyendo a su familia. Quedé paralizado y dejé de oponerme, el coach me dijo: Responde sus besos y caricias o sabes que pasará. Obedecí y pronto empecé a escuchar gemidos de placer, no sabía de quienes eran. El hombre tras de mi empezó a lamer mi ano, colocó un gel muy baboso y deslizó algo en mi ano. Gemí de dolor, y con mucha verguenza sentí que mi pene se erectaba. El hombre que me besaba empezó a decirme que le gustaba mucho y me quería como novia, el de atrás continuó su labor, abriendome sin apuro, después de un rato deslizaba algo grande y grueso ritmicamente en mi ano, hundiendolo mucho, lo que me dolía y gustaba, oí un gemido como de mujer, luego otro, y el hombre que me besaba me hizo girar y colocó su glande en mi ano y lo empujó lentamente. Tenía un pene enorme y grueso, me dolió y gemí, el retrocedió y volvió a la carga, retrocediendo nuevamente, la tercera vez no se detuvo y aquel inmenso pene se hundió en mi completamente, arrancandome un gritico muy femenino, al vencer toda mi resistencia. Sin tocarme empecé a eyacular, teniendo un orgasmo muy intenso mientras aquel desconocido me cogía. Pronto llegó a su orgasmo llenandome con su semen. Al seperarse de mi me percaté al oir a los otros chicos, que había estado gimiendo y jadeando ruidosamente mientras me poseían.

Estaba muy avergonzado y excitado, el coach me quitó la venda y vi como se cogían a otros dos chicos, hasta eyacular en ellos.

Tyron, el Capitán del equipo de Futbol de la Universidad era el chico que me había cogido. Yo temblaba de excitación y miedo, entonces el coach nos dijo: Vayan a bañarse y vuelvan.

Tyron me hizo lavar su enorme sexo negro, mientras lo hacía estaba avergonzado y excitado. Al volver el coach nos ordenó satisfacerlos oralmente y bebernos todo el semen. Al acabar nos llevó a habitaciones de la casa y dejandonos solos nos dijo: De ahora en adelante son parejas, hoy van a conocerse intimamente, por ello estarán a solas todo el día.

Tyron me forzó a depilar todo mi cuerpo. Al comienzo me montaba todos los días en el vestuario y las duchas, y me sentía muy avergonzado y sucio, pero siempre ha sido muy tierno conmigo y empece a disfrutar aquello. Hoy lo amo locamente y lo dejo exhibirme como el trofeo rubio de un negro fogozo. Cuando estamos en competencia el coach nos usa como premio o castigo.