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Anónimo

abril 3, 2023

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El vendedor nigeriano segunda parte

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Era a media mañana cuando empezamos a despertarnos mientras nos desperezamos surgieron los primeros besos que fueron siendo cada vez más íntimos y más lujuriosos, pronto aquellos besos nos llevaron a buscar la polla del otro llegando a un 69 completamente placentero llegando ambos a juguetear con los objetos del otro llegando a un máximo calentón. 

Era el momento de reponer algunas fuerzas así que primero pasamos por el baño para luego pegarnos una ducha juntos que terminó en algo más. 

Con los cuerpos ya limpios y colocalientes que andábamos primero fui yo el poseído en la ducha durante 20 minutos fui follado sin ninguna compasión sintiendo como aquella verga me taladraba mientras mi cara se pegaba contra la pared y sentía las gordas pelotas de mi amigo el negro golpear las mías con fuerza sintiendo incluso algo de dolor. 

Le pedí que no se corriera ya que el día podíamos pasarlo juntos si él quería cosa que cedió sacando la bruscamente de mi culo y dejándome un un gran vacío. 

Era mi turno y a pesar de que prefiero recibir que a dar estaba muy cachondo y quería follarme aquel culo sin ninguna compasión, le di unos lengüetazos juguete con mis dedos y con un poco de crema corporal que había a mano se la introduje de un solo golpe sintiendo como este pegaba un buen respingón a pesar del tamaño de mi polla conseguí excitarlo en aquella follada que durante diez minutos bajo la ducha le di con dureza. 

Después nos secamos entre toqueteos besos y caricias íntimas, desayunamos entre besos risas y alguna mamadita y durante un rato estuvimos conversando de la noche anterior y como iban a ir las cosas a partir de ese momento. 

Los dos estuvimos de acuerdo en que habíamos disfrutado la noche y parte de aquella mañana y que podíamos ser amigos con derecho a sexo. 

El día lo pasamos disfrutando en uno del otro en diferentes folladas hasta primera hora de la tarde que él salió a vender. 

Tuvimos varios encuentros donde siempre disfrutamos de lo lindo todo con la máxima discreción y cada vez con más confianza. 

Una tarde me llamó para quedar a hablar pensando que podía ser una despedida, cuando vino se mostró como siempre cariñoso nos besamos con pasión se le veía algo nervioso porque no sabía cómo contarme lo que le pasaba. 

Tirándole un poco de la lengua conseguí saber que yo no era el problema y que había conocido un chico más o menos de su edad que los dos se gustaban pero que no querían salir del armario y querían tener sexo, yo le dije que me parecía lo más normal y que a mí no me debía ninguna explicación, el problema no era ese sino no disponer de un sitio para poder quedar siendo mi casa una posible alternativa es lo que me proponía mi joven amigo negro. 

No sabía que contestar y en qué situación quedaba lo nuestro, insistí y le pregunté en que si hace día a sus encuentros yo iba a estar presente o iba a participar de alguna manera. 

Un beso en la boca profundo me despejó algunas dudas diciéndome luego que a él sí le gustaría compartir su amigo y que a su amigo no parecía importarle demasiado que yo participase de aquello sí les dejaba disfrutar primero a solas. 

Llegado el día dejé pasar a mi amante negro y me fui a la calle hasta la hora que me indicó que apareciese. 

No sabía nada de aquel tipo simplemente que era más o menos de su edad y que evidentemente era de raza caucásica que era gay y versátil. 

Cuarenta y cinco minutos después regresé a casa entre excitado y algo molesto por la situación que me iba a encontrar no sabiendo o no teniendo muy claro lo que podía acontecer entre ellos dos y yo. 

Cuando entré estaban los dos en el salón morreándose y completamente desnudos el amigo blanco lucía una verga algo mayor que la mía y más gruesa y estaba completamente depilado cosa que me gusta, tenía buena planta calculo que tendría unos 40 años y buen cuerpo. 

Los dos se levantaron dándome primero un beso en la boca mi amigo y a continuación el chico blanco haciendo lo mismo metió su lengua hasta mi garganta rompiendo el hielo por lo que estaba satisfecho mientras entre los dos me quitaron la ropa. 

Una vez desnudo mi amigo separando mis nalgas empezó a pasar su lengua por toda mi raja mientras el chico blanco engullía mi polla y el salivaba mis cojones así durante un rato hasta intercambiarse las posiciones. 

Luego ya fui yo el que me apoderé de la picha de blanco mientras mi amigo negro hurgaba en su parte trasera para a su vez al rato intercambiar posiciones y yo saborea aquel sonrosado agujero donde mi lengua se perdía dejando muy preparado aquel agujero para ser follado por mí amigo primer plano de la penetración mientras yo saboreaba sus cojones y pasaba mi lengua entre fue escroto y pelotas. 

La penetración era lenta tanto las entradas como salidas degustando cada centímetro así que yo podía alternarme entre comerme la polla al chico blanco o comerle el culo a mi negrito. 

Fueron unos minutos muy placenteros donde se cambiaron de posición hasta que poniendo al chico blanco boca arriba y levantando sus piernas se lo empezó a follar de otra manera metiéndole la polla hasta los huevos para sacársela completamente y así sucesivamente mientras yo hacía un sesenta y nueve con el chico blanco ofreciéndole mi ojete mientras yo le gustaba su polla. 

Cuando se aproximaba el orgasmo de mi amigo negro este sacó su pollón del culo y quitándose el condón no dudó en ofrecerme aquella tranca para correrse en mi boca y salpicarme mi cuerpo tragué parte de la leche y el resto de la limpiaron entre ambos hombres juntándolos todos en un beso lascivo a tres lenguas. 

Comentamos entre risas las mejores jugadas de la follada y las percepciones de cada uno todos estábamos contentos de lo que allí sucedía alabando al resto. 

Después de aquello y un descanso atacamos la retaguardia de mi amigo el negro tumbándolo en la cama boca abajo y separando sus nalgas los dos empezamos a hurgar con nuestras lenguas en aquel oscuro agujero pasta que este pidió ser follado. 

Yo mismo puse el condón a nuestro invitado y ayudé a enfilar y penetrar el culo de mi negrito con un poco de lubricante y la didratación que habíamos brindado con nuestras lenguas entró suavemente hasta chocar con sus cojones volviendo a sacarla entera y volviendo a penetrar hundiendo hasta el último centímetro así varias veces hasta que empezó a darle con fuerza jadeando ambos y moviendo con fuerza sus caderas en aquella posición solo me quedaba dar placer en aquel agujero sonrosado y sin pensarlo demasiado se la metí de un solo golpe sin ningún lubricante y esperé a que nuestro amigo blanquito marcas el ritmo de la follada, los jadeos y respiraciones agitadas llenaba la habitación todos esperábamos el orgasmo primero fui yo que se la metí completamente en la boca a nuestro invitado no desperdiciando ni una sola gota para mientras luego besaba su boca lascivamente este sacó de las profundidades del culo del negro para correrse en la espalda de este donde los dos limpiamos aquella magnífica corrida para luego besarnos otra vez a tres bocas. 

Para los tres estaba siendo una buena tarde en la que se estaba superando las expectativas y el disfrute. 

El amigo blanco tenía claro que quería follar mi culo ya que yo llamo había follado el suyo y enseguida nos pusimos al asunto. 

De A4 y sin demasiados miramientos me empezó a follar con algo de brusquedad sintiendo sus pelotas chocar con fuerza contra las mías mientras mi amigo negro me ofrecía su gran pollón sus pelotas e incluso su aro para que pasase mi lengua todo lascivamente hasta que por imitación de nuestro invitado pasaron a follarme los dos el culo alternándose era un sinfín de sensaciones los dos diferentes tamaños de polla y sus grosores dándome placer a rodales hasta que después de un buen rato los dos decidieron correrse sobre mi cara y boca en un diluvio de leche caliente que terminamos compartiendo los tres. 

Yo con mi culo completamente dolorido me eché a un lado para disfrutar de placer que se daban entre ellos dos y ocasionalmente unirme en algún momento a ellos así terminó aquella pequeña orgía de a tres. 

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