En el veranito de mis 13 apenas terminaron las clases comencé a vagar en busca de un maduro que me cogiera…y buscando descubrí a Don Moreno un morocho de 65 años con una barriga velluda de película.

Empece a ir a hacer las compras a las 20 hs, cerca del horario de cierre que era la hora en que mi elegido llegaba al mercado para hacer su trabajo.

Todos los días buscaba el cruce directo para que se diera por enterado que yo existía y a poco de esto él comenzó a guiñarme el ojo o sonreírme con cómplice picardía hasta que un dia nos pusimos a conversar y me dijo yo estoy toda la noche despierto…si en algún momento querés que sigamos conversando vení por aquella puertita del costado, me hizo un guiño al que respondí con una sonrisa y esa misma noche a las 23 hs cuando mis padres se durmieron salí silenciosamente de casa y entré por la puertita indicada al mercado…sin mediar palabra Don Moreno me abrazó ansioso y nos comimos la boca por largos minutos yo no daba mas de curiosidad y deseo y me deslicé por su barriga suavemente hasta encontrarme con su morcillón de 22 x7 ya mojadito por los flujos de macho ardiente…chupé con pasión su herramienta y el viejo gemía y me decía «puta puta puta»…esa noche no pudo penetrarme por mi dolor y estrechez, pero dos noches mas tarde ya me la enterraba toda y yo movía mi anito lampiño de manera que le pedía mas…

Ese verano fue el mejor de mi vida…Don Moreno me lleno el culo de leche todas las noches y a veces llegaba a visitarlo Miguel, su sobrino de 38, un gordo morrudo y salvaje dotado con una hermosa verga de 19 x 6 que aprendí asatisfacer cada vez que viene al mercado