mayo 23, 2021

1697 Vistas

mayo 23, 2021

1697 Vistas

El Lagarto Juancho

0
(0)

La primera vez que vi una revista porno tenia como 11 años, me impacto mucho una foto de una chica lamiendo un pene muy venoso, ella se veía muy feliz y el pene muy erecto imponente sumado al pie de la foto que decía, “nada como 21 cm de placer”. Algo detonó en mi… no supe si era la chica, el pene… o ambos.

De ahí en más siempre que caía una porno en mis manos buscaba imágenes de chicas con penes en su boca, y las que mas me hacían sentir mariposas eran las que estaban las chicas con la cara llena de semen, empecé a preguntar porque ellas disfrutaban tanto… no niego lo mucho que me masturbaba la mente y el cuerpo esas imágenes, ni cuenta me di cuando me atrapó esto de sentir atracción por los penes, no así los chicos.

Al cumplir los 13 años, mis padres me anotaron a un club de futbol para hacer más amigos y que me mueva un poco así no estoy tan ocioso en casa, el tema que no era nada bueno jugando y pasaba más en el banco que en la cancha, en esos partidos aburridos me llamó la atención un chico de 16 años llamado Juan al que todos apodaban el Lagarto Juancho, era delantero y muy bueno en el futbol y con las chicas, era todo un don juan, con él hablaba muy poco apenas un hola y alguna instrucción de futbol, al punto que pensé que el apodo era por el dibujo animado pero pronto descubriría que era por otra cosa.

Un día por casualidad salí un poco mas tarde del entrenamiento y me vi caminando media cuadra detrás de Juancho, yo caminé más lento para no cruzarme con él, me intimidaba un poco y no sabia la razón ya que él era muy amable con todos.

Al avanzar unas cuadras lo vi meterse en una casa en construcción me dio mucha curiosidad y lo seguí con cautela para que no se de cuenta, fue cuando lo vi con una chica,

yo no tenia este digamos “deseo”, solo lo seguí por curiosidad, entré con cuidado al pasillo y los vi meterse a una habitación, camine muy despacio para que no se den cuenta que estaba allí y los vi… ella se puso de rodillas y se escuchaba como se la estaba chupando, no podía ver el miembro dado que ella me daba la espalda pero me pareció tan caliente la escena que me recordó a esa chica de la revista lo cal me excitó muchísimo.

Cuando ella se puso de pie pude verle el lagarto a Juancho, ella rápidamente se baja el pantalón y deja la bombacha hasta la rodilla él se coloca un preservativo y se la coge muy duro haciéndola gemir mucho, no sabría decir cuantos centímetros tenía aquel pedazo pero era largo mucho más que el mío, cuando ellos terminaron él se saco el preservativo le hizo un nudo y lo dejo en el suelo.

Yo me metí en otra habitación y me escondí esperé a que se fueran, tomé rumbo para salir de la casa con el corazón y la cara en llamas por lo visto, pero algo me detuvo en seco. no sabría que fuerza me llevo a esa habitación a buscar ese forrito, vi que habían más, algunos estaban secos, pero supe cual era el de Juancho porque aun estaba tibio y se veía fresquito comparado con los demás….le limpie la tierra que tenia y vi cuanta leche le había salido al chico.

Lo guarde en el bolsillo y me lo lleve a casa. No se aún porque hice esto.

Con una ansiedad tremenda esperé a la noche para lavarlo bien por fuera en el lavamanos vi que la leche no estaba tan blanca, me lo escondí en la manga y salí del baño, me metí de vuelta en mi cama y así anudado me lo puse en la boca, me puso a mil sentir el forrito lleno de leche de Juancho en mi boca.

Me puse hacerme una paja pensando en su pija sintiendo el forrito recorrer mi boca, no aguante más y deshice el nudo, al abrirlo lo olí y tenía un olor agradable para mí, con los labios apreté el bode del forro… lo inflé un poco y deje que la leche se escurra a mi boca, se sentía muy espesa a pesar que llevaba horas dando vueltas en mi bolsillo, tenía un sabor fuerte pero a la vez… conocido ya había probado mi semen pero este sabía un poco diferente, pero me excitaba saber que era de él, la retuve en mi boca para sentir bien el sabor… que recorra toda mi boca con la lengua jugaba, que no quede lugar de mi boca sin que la leche de Juancho sin recorrer, y cuando estuve por acabarme me la trague toda.

Di vuelta el forrito para lamer todo, lo dejé impecable y ese fue mi primer forrito de Juancho, el primero de mi larga colección.

Esa noche me hice otra paja pensando en el sabor de su leche, en su pene, en lo que había hecho, quería tomar más leche pero que sea mas fresquita no esperar tanto, animarme a más, llegué a soñar con chupársela pero es algo que jamas iba a hacer.

Al otro día fui a la casa esperando que él vuelva con otra chica pero no tuve suerte, pasaron días hasta el entrenamiento, yo para esos días ya había hasta recogido y tirados los preservativos viejos, una tremenda ansiedad. Quería saber si Juancho había estado ahí.

Cuando fui a entrenar esta vez miré a Juancho con más “digamos” cariño, recuerdo mirarle más el paquete 😛 yo sólo me regocijaba por dentro sabiendo que hace unas noche me tragué su leche y él no lo sabe, al final del entrenamiento me pidió que le alcance su bolso y me puse rojo de los nervios, que vergüenza. Por suerte lo atribuí al haber corrido a buscar su bolso.

Hice tiempo para ver si otra vez se repetía lo del entrenamiento anterior y tuve suerte, esta vez no entré a la casa, solo esperé a la distancia, al salir la chica me fui acercando un poco y al ratito salió él, casi se me saltó el corazón, corrí a la casa me metí en la habitación y vi mi premio, llenito de leche blanca, anudado y listo para consumir.

Esta vez estaba con más semen que la vez pasada, se ve que anduvo en ayunas el chico, por suerte se alivió, yo fui preparado con una botella de agua y una servilleta de papel.

Limpie el preservativo abrí el nudo y adentro, esto si que era mucho mejor, leche fresca de una chico dotado, la saboree y la tragué, deliciosa, le di vuelta al forrito y lo chupé hasta le di un beso en el reservorio como quien uno besa la cabeza del pene.

Me fui contento a casa a guardar el preservativo número 2 en una cajita especial que le dedique a mi amigo Juancho. Al tiempo fui llenando esa cajita hasta el punto que no le entraba más, poco tiempo después dejé de ir al futbol, solo iba a esos horarios para esperar a Juancho salir de esa casa, nunca tuve una charla con él más de un hola y cosas sin importancia, charla superficial, en el fondo sentía vergüenza de estar cerca de él, pero me tragaba regularmente su semen, cosas de la vida supongo.

Con el tiempo descubrí otros lugares secretos dónde iban otros chicos y algunos usaban preservativos lo cual aproveché a catar nuevos sabores, nunca fui consciente del riesgo si bien tuve suerte dado que los chicos eran casi de mi edad, hoy me sobrecoge la idea de haberme podido enfermar.

Pasaron los años Juancho se casó con una buena mujer y nunca supo de mi adicción a su semen, de hecho mi primer contacto con leche directa del pomo fue muchos años después con un chico de Córdoba que me invitó un fernet, no es por despreciar… habrá sido por ser la primera experiencia, por la edad, por el morbo pero la leche de Juancho aún me parece el mejor trago de semen de mi vida.

Gracias por leerme, besitos.

¿Que te ha parecido este relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este relato.

3 respuestas

  1. haldewh

    Meеt аrоused lovers with hard bоnеrs – http://gay.analsex4.fun

  2. haldewh

    Listo pаrа follаr cоn un «osо» calientе esta nоchе? – http://gay.analsex4.fun

  3. helenx

    Stop jerk off. I know a site where thousands of single girls are waiting to be fucked. Look at them: http://xnice.fun/rt

Deja un comentario

También te puede interesar

mi mejor experiencia sexual en la playa y los deso

anonimo

05/07/2015

mi mejor experiencia sexual en la playa y los deso

Fui su hembra

anonimo

10/03/2017

Fui su hembra

Mi Historia

anonimo

26/09/2017

Mi Historia
Scroll al inicio