Unas amigas me invitaron a una elegante fiesta en la noche. Así que asistí. Me reuní allá con algunos del grupo y empezamos a mezclarnos entre la gente.

La verdad era un ambiente muy joven, todos entre 22-34, bailando en espacios cortos. Era una fiesta locos, unos drogados, otros borrachos, parejas por acá y por allá. Yo la pasaba genial bailando con las chicas de mi grupo, aunque ellas ya sabían que yo era gay, no me jodian con eso ni nada. De pronto, Cata me cogio de la mano:

– hey Camilo, llegó Franchesca, me acompañas? – acepté. Franchesca era una de las que más bailaba.

Salimos del calor inmundo. Cuando la vi salir del carro con un chico.

– Ay amiga, viniste con tu novio ah? – dijo Catalina

– Ay, si, qué tal? – dijo Franche- los presentó, Andi….

– Hey – dijo el novio cogiendome fuerte de la mano. Estaba buenísimo, alto, fornido, fuertes brazos, tatuado, y tenía un buen paquete y culo, pues tenía un pantalón traje negro apretadisimo y tirantes, la camiseta desabotonada en el cuello dejaba ver sus abs. 

– Andrés, amigos, amigos, Andrés- dijo F – sigamos, qué tal la rumba!

Nos adentramos de nuevo al calor. No dejaba de ver a Andrés, con ese cuerpo. A veces me descubría y me sonreía. 

Cada vez más fuimos tomando y el baile se ponía más sexual. En una, noté como Andres me toco el culo. Me excitaba como se comían en medio de la pista Franche y Andi, pero luego me volteaba a mirar a mi, de reojo. 

Nuestro grupo se disolvió, las chicas se fueron al baño y yo me encontré con Andi. Me le acerqué cuando me atreví a cogerle el bulto.

– ay, conque loca no? – mi dijo, poniéndome su mano extendida en mi culo. Al oído le dije

– voy al baño.

Fui yendo cuando noté que me siguió. Era un baño gigante, con un lavamanos extendido por todo el espejo/pared y un inodoro. Apenas entramos trancamos la puerta. Lo empecé a besar mientras él me cogia el culo. Fui bajando con mis besos hasta quitarle la camisa. Le baje el pantalón y se quedó en bóxers.

– ni una palabra a Franchesca…

– si

– ahora come

Se bajo el bóxer. Su pitote era inmenso, grueso y largo como me gustan. Me lo comí todito mientras él gemía. Rápido, me levanto y me quito la camiseta. Me bajo el pantalón y me la metió toda. 

Yo me apoyaba en el lavamanos, mientras él me embestía. De pronto, se corrio en el espejo. 

– ufff, bueno, rico, chao – me dijo

– pero no me he corrido – le dije

– vale, yo si, y tengo que guardar fuerzas para esta noche – dijo cambiándose. Abrió la puerta y entró otro tipo.

– conque no te has corrido ah? – dijo

Luego de que termináramos follando como cerdos, deje al tipo y me fui.