EDUARD, MI JOVEN AMANTE

Soy un hombre de 43 años, aunque físicamente aparento 35 años. Soy muy deportista. Entreno 3 horas diarias y he sido atleta de competición. Mi cuerpo es puro músculo y fibra. Voy depilado por todo el cuerpo. Solo en la cabeza tengo pelo, aunque lo llevo muy cortito. Soy de piel morena, y en verano, parezco mulato.

Me gustaría relatar una fantasía en honor a un amigo al que he prometido dedicarle este relato.

Mi amigo, se llama Eduard. Tiene 15 años. Le conocí a través de un mail que me envió hace ya más de un año, en el que me aportaba una crítica positiva a un relato que publiqué en una página de relatos eróticos de internet.

Estuvimos intercambiando mails en un principio. Luego hablamos por Skype y finalmente por whatsapp.

Congeniamos muy bien en gustos y aspectos personales. Me demostró una gran madurez en muchos temas.

Nos intercambiamos fotos de nuestras caras, de nuestros cuerpos y de nuestras piernas.

Eduard, es un chico delgado, pero fibrado. Sin vello en su torso. Tiene dos tetillas como botones de corchete, chiquititas pero muy bien puestas en un tórax aún sin desarrollar. Su abdomen es duro, plano y con sus músculos abdominales muy marcados. Su cara es imberbe, de adolescente. Con rasgos occidentales. Ojos negros, mandíbula bien dibujada, nariz perfilada y labios carnosos, simétricos, rositas y muy brillantes�en definitiva�un chico guapísimo. Sus piernas, son delgadas pero bien definidas. Con abundante vello y sus gemelos en desarrollo pero muy moldeados por su afición al ciclismo.

Mantuvimos conversaciones hasta altas horas de la madrugada, en las que comentábamos muchos temas�y poco a poco�fuimos cogiéndonos cariño.

Recuerdo que le pasé algún otro relato que tenía escrito y lo disfrutó de manera soberana: ¡se hizo tres pajas del tirón! Jajaja.

En alguna ocasión, me comentó que estaba empezando a ver una serie gay llamada Queer as folk y que me recomendó encarecidamente. Decía que había unos protagonistas que le recordaban a nosotros dos: un hombre más maduro que mantenía sexo con un menor de 17 años. Tras mucha insistencia, accedí a ver la serie.

En verdad, era apasionante la serie. Ambos nos enganchamos y tras ver un capítulo, comentábamos después nuestras opiniones,�

En alguna ocasión�ambos�estábamos tan calientes después de ver la serie�que mientras hablábamos�cada uno frente a su ordenador�.no podíamos evitar tocarnos nuestros miembros erectos y lubricados por líquido preseminal.

Eduard vive en Barcelona y yo en Madrid. En una conversación que mantuvimos una noche a través de skype�no pudimos evitar�masturbarnos en la distancia�pero disfrutando como si estuviéramos enfrente uno del otro�porque las frases que escribíamos en nuestros respectivos ordenadores nos unían hasta el punto de parecer que estábamos realmente juntos���:

– Eduard � Le dije yo, mientras le miraba a los ojos – Tenía muchas ganas de tenerte delante de mí�.así�como ahora� y poderte hablar directamente, escuchar el timbre de tu voz adolescente con los típicos �gallos� por el cambio de voz. Estaba deseando poderte tocar, notar tu presencia y poderte oler. Esa fragancia a cuerpo joven, a hormonas en ebullición�.

– Agus � Me dijo él � Yo también estaba deseando conocerte en persona�y poder hacer lo que vemos en la serie y que hacen los protagonistas que se parecen a nosotros�

– ¿Estás seguro Eduard? � Pregunté yo.

– Sí, completamente.

En ese momento, nos abrazamos, y poco a poco�nuestras caras se fueron acercando hasta que nuestras respiraciones y nuestros labios se fusionaron.

Nos mantuvimos de pie, besándonos apasionadamente. Cada vez con más intensidad. Abriendo la boca e introduciendo la lengua en su boca hasta el punto que creí rozarle la campanilla�era algo brutal. Su lengua jugueteaba con la mía. Se notaba inexperto, pero dejándose llevar por mí.

Mientras intercambiábamos nuestras salivas, mis manos fueron acariciando su espalda, aún sobre su camiseta, pero notando su calor corporal y el intenso olor que desprendía su cuerpo a hormona juvenil.

Mis manos fueron bajando por su cintura hasta situarse en sus respectivos glúteos: duros como piedras, no muy marcados pero con gracia�.y�a medida que se los apretaba y masajeaba� él emitía unos gemidos entrecortados pero ahogados por tener 2 lenguas dentro de su boca: la suya y la mía.

Mi excitación era palpable. Mi pene estaba bajo mi calzón y mi pantalón. Aprisionado y queriendo liberarse de toda esa ropa que impedía su expansión. La humedad que notaba era tal�que sentía que me chorreaba pierna abajo el líquido preseminal. Había empapado el calzón y goteaba por la pierna.

Eduard, con un tímido movimiento de su mano�.agarró mi pene sobre el pantalón�a la altura de mi bolsillo izquierdo. En ese momento�se me erizó la piel y todo mi cuerpo se contrajo.

No pude evitar separarle de mí para quitarme la camiseta y dejar al aire mi torso musculado frente a él.

El chico sonrió y se lanzó a chupar uno de mis prominentes pezones�.

– Ummmmmmmm � suspiré mientras el joven Eduard lamía, absorvía y mordía mi pezón izquierdo con tal maestría que mi pene empezó a liberar líquido preseminal de forma que se empapó el pantalón hasta por fuera.

– ¡¡¡Eres increíble Eduard!!! � Le propiné � mientras le ofrecía mi otro pezón para que hiciera lo mismo que había hecho con el anterior.

– Siiiiiiiiiii�.¡¡¡¡me encantan tus pezones Agus!!! Nunca había chupado unos así.

Tras un rato de deleite por ambas partes, le volví a separar de mí y de un tirón súbito le descamiseté�.dejando al descubierto ese tórax infantil pero con abdomen marcadito. Tras observarlo y comerlo con la mirada�me lancé a degustarlo. Primero le olí, y luego chupé un pezoncito, luego el otro, mientras emitía gemidos de placer. Posteriormente, bajé mi lengua por el centro de su abdomen, notando su ondulado vientre, hasta situarme en su ombliguito y enterrarlo con mi lengua. Después, mientras mis manos iban desabrochando su pantalón y bajando su cremallera mi boca se iba haciendo paso vientre abajo�.hasta que mi barbilla empezó a notar su vello púbico y el aroma de su sexo impregnaba el ambiente.

Mi excitación fue tal�que de un tirón le bajé los pantalones, dejando al descubierto esas piernas velluditas, fibradas y definidas.

Pude observar, que su pene apuntaba bajo su calzón, a la izquierda y que en la punta de su glande se marcaba un redondel mojado de líquido preseminal�cosa que me excita aún más.

Me lancé a oler y lamer ese redondel mojado y que espesaba mi saliva. No pude aguantar más y le bajé los calzones también de un tirón, cosa que hizo que su polla saltara bruscamente hacia arriba y dejara caer al suelo un goterón de líquido preseminal unido a su glande por un hilito casi trasparente. Sin dudarlo, abrí mi boca y engullí su polla para absorver y sacarle todo ese líquido de su polla y que paladee con deleite.

Eduard estaba en el séptimo cielo. Nunca había sentido tanto placer. La dureza de su polla era brutal y no dejaba de palpitar. Su olor a mezcla entre sudor, pis y semen me enloquecía.

Cuando no pude más y necesitaba imperiosamente que alguien me liberara de mis pantalones y calzones�me levanté y me senté en el sofá. Agarrando a Eduard y obligándole a ponerse de rodillas para desabrocharme el pantalón:

– ¡Vamos Eduard! ¡Estás deseando! ¡Saca mi polla y cómetela enterita! � Le animé, mientras le agarraba su cabeza y la atraía hacia mi polla.

– Siiiiiiii!!!!! Quiero tu polla en mi boca Agus!!! � Dijo él envuelto en deseo y pasión.

En ese momento, pudo desabrochar y bajar mis pantalones, objetivándose mis piernas musculosas y depiladas frente a él. Las abrí y dejé que se situara entre ellas, de rodillas, aún con mi calzón completamente empapado y con mi pene apuntando a la izquierda y sobresaliendo el glande por la pernera emanando líquido sin parar.

El chico arrimó su nariz y olió mi sexo. Cerró los ojos mientras pude ver que se le volvían para atrás del placer que estaba recibiendo. Abrió la boca y empezó a paladear la impresionante mancha de líquido preseminal que tenía. De su lengua congaba un hilito fino que absorvía y paladeaba con deleite. Poco a poco, fue arrimando su lengua a mi polla que palpitaba ya por fuera del calzón en un tercio de su tamaño y engulló de un tirón:

– Ummmmmm�.Eduard�.¡¡¡¡Siiiiiiiiii!!!! ¡¡¡Ya es tuya tío!!!! ¡¡¡Trágatela toda!!!!

El chaval, al principio no tenía soltura, pero poco a poco, fue cogiendo maña�hasta el punto�de casi correrme en su boca mientras me hacía una descomunal mamada.

Para evitar la eyaculación, le eché a un lado, y me levanté. Le coloqué a 4 patas sobre el sofá, con el culo frente a mí� pudiendo ver su explendoroso culito. Tenía vello en su periné y bordeando el ano, cosa que no suele emocionarme mucho, pero que en él no me importó en absoluto y me lancé a olerle todo su culo y posteriormente a lamerlo sin parar.

Me enloquecía ese culito adolescente, que contraía su ano cada vez que yo introducía mi lengua por él. De vez en cuando, le abría bien las nalgas para poder ver su ojete cómo iba dilatándose con mis lengüetazos cada vez más profundos.

Tras un rato de propinarle una buena comida de culo y verificar que su dilatación era tal que mi polla podía entrarle sin lastimarle�me situé tras él y refregué mi polla lubricada por su ano�hasta que�de un solo golpe�se la introduje hasta el fondo.

– Ahhhhhhhhhhh!!!!! ¡¡¡¡¡qué placer por dios!!!! Dijo Eduard – ¡¡¡¡Nunca me habían metido una polla así en el culo!!!!

Mi polla mide alrededor de 17-18 cm. Es de grosor normal, de unos 5 cm de diámetro. No está circuncidada y deja florecer un glande rosita con un frenillo corto que a veces, si tengo erecciones muy potentes y coitos muy apasionados�puede que me sangre un poco.

Tengo unos testículos grandes, simétricos y bien depilados, que suelen rebotar en el culo de mis amantes y producir el típico sonido �Chof Chof Chof� que tanto excita a ambas partes.

Tras introducirle mi polla por primera vez�.noté su calor interno. Las paredes de su recto aprisionando mi polla y al final�en lo más profundo�noté su próstata.

Sucedió algo que nunca me había pasado aún con nadie, y es que, tras ese empujón y notar toda mi polla dentro de su culo�al contacto con su próstata�Eduard, eyaculó inconscientemente�sin tocarse. Sin darle tiempo a avisarme. Noté sus contracciones anales al ritmo que su polla eyaculaba 4-5 chorros de semen caliente y espeso sobre el sofá y a lo que gemía desasosegadamente�.

Yo estaba tan exitado de ver esa escena�que no pude evitar recoger todo su semen con mi mano y olerlo�..ummmmmm�..Emitía un intenso olor a semen, como él me había dicho en alguna ocasión. Era un olor fuerte, hormonal, pero embriagador.

No aguanté y tuve que probarlo. Su sabor era igualmente intenso. De textura áspera y gruesa, pero excitante.

Unté mi polla con un poco de su semen a modo de lubricante y volví a enterrársela en el culo. En ese momento, empecé a darle un bombeo rápido y con mucha intensidad. Sus ojos se volvían hacia atrás y su lengua recorría sus labios.

Le tenía agarrado por la cintura y de vez en cuando le propinaba una palmadita sonora en sus glúteos, cosa que le excitaba muchísimo.

Tras media hora de follada y cambios de posición�Eduard volvía a tener otra magestuosa erección.

Mi polla entraba y salía de su ano sin ninguna resistencia. Tenía tal dilatación que a la vez que le introducía la polla�le metía 2 dedos de la mano.

Finalmente, quise que se corriera mientras le follaba boca arriba, con sus piernas sobre mis hombros, mientras nos mirábamos a la cara y de vez en cuando le escupía saliva a su boca y luego le pasaba mi lengua.

– Ahhhhhhhhhhhhh�..¡¡¡¡¡¡ me corro Agus!!!! Dijo Eduard mientras le follaba a saco y él se masturbaba al tiempo�.

El chico�.volvió a correrse con ganas. Eyaculó 2 chorros de semen directamente en su cara y otros 3 más sobre su vientre.

En ese momento, yo me salí de su culo. Me dirigí hacia su cara y diciéndole que abriera la boca�.eyaculé directamente dentro de ella�con 2 potentes chorros de semen caliente que tragó con deleite y que relamió el resto que había quedado colgando de mi polla.

Estuvo como 5 minutos chupando sin parar mi polla que no dejaba de rezumar semen. Ya estaba flácida pero él no podía parar de agradecerle a mi polla el estupendo rato que pudo pasar con ella dentro.

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En ese momento, ambos, cada uno frente al ordenador�.se despidió del otro hasta el día siguiente en el que volveríamos a revivir alguna de las escenas tan apasionadas que tenían los protagonistas de nuestra serie.

Eduard, aquí tienes tu relato prometido. Espero que lo disfrutes.

Un beso muy grande.

Agus

AL LECTOR: Si tienes algún comentario que hacer a este relato, puedes enviar un mensaje a: popito18es@yahoo.es