De online a la cama
Soy un chico mexicano, soy bisexual.
Antes yo creía que era hetero, pero siempre me daba curiosidad saber: ¿Qué se sentiría hacerlo con un hombre?
Era muy frecuente en los chats de internet, me encantaba calentar a los activos y masturbarme para ellos por webcam, aunque nunca tuve una interaccción real con un hombre.
Una vez, conocí a este chico Colombiano en un chat, y nos llevamos muy bien…
Me masturbaba casi cada noche, con él como espectador, me hablaba de manera muy dulce y apasionada, con sólo leer sus textos podía correrme.
Él tiene una cualidad extraña y un poder sobre mi que nunca había sentido, cada que lo veía en línea dejaba todas las cosas que estaba haciendo, e iba a mi cuarto a hablar con él.
Me desnudaba mientras el se masturbaba en su habitación y hacía lo que el me pedía, la posición, la cara, el gemido.. todo lo hacía, el era el director de la orquesta de mi cuerpo, siempre, me decía: «Quiero ver tu cara cuando te vengas» y siempre me exigía enfocar mi rostro en momento de mi orgasmo, eso me derretía.
Perdimos el contacto, de repente dejó de hablarme y ya no lo veía conectado, todas las noches me quedaba en vela hasta la madrugada esperando ver su usuario conectado, pero nada.
Debo admitir que fue una época muy triste para mi…
Estaba en la Preparatoria, en un aula en clase, y vibra mi celular. Lo levanto y veo que era un mensaje de él, mis ojos se iluminaron y pude sentir como un escalofrío recorrió mi espina dorsal.
Mayor fue mi sorpresa cuando vi que el texto decía: «Estoy en México».
Inmediatamente le respondí, esta fue la conversación:
G – Estoy en México.
D – Qué? Es enserio?
G – Si, tengo que verte y hacerte el amor de una vez por todas, dónde y cuándo te veré?
D – Ok ok, pues, México está a un par de horas de mi casa, pero este fin de semana podría, creo…
G – Me parece perfecto, te veo el viernes a las 9pm en el starbucks de Av. Insurgentes.
D – Sí
Tan breve y tan agresivo, así se concretó nuestro encuentro…
Iba en mi auto, nervioso como nunca en mi vida, llegué al estacionamiento a las 8:15 y me senté en la terraza.
Entonces, lo ví, perfecto, caminando hacía mí y sonriendo, él mide 1.65m y es de complexión normal-delgada, tiene cabello café y alborotado y unos ojos pequeños y penetrantes; yo: mido 1.80, y soy de complexión normal así que la diferencia de estaturas era considerable, aunque eso me gustaba más: me sentía como su gran tesoro y como si pudiera resbalar sobre mi cuerpo.
Se paró a un lado y me dijo: «Vamos, he esperado demasiado»
Sentí como se paró mi corazón, nunca había estado con un hombre antes, pero él provocaba algo que en mí que me hacía rendirme ante él, mi fuerza de voluntad se esfumaba y no podía negarle nada.
Subimos a mi auto y no cruzamos palabra, lo veía muy tranquilo.
Llegamos a la habitación de el hotel: «236»
Abrió la puerta y entré primero, apenas estaba dejando mi celular y mi cartera en la mesa junto a la cama cuando sentí que me abrazó por detrás con extraña fuerza, y me tiró en la cama
Le dije: «Déjame desvertirm…» y me calló con su mano
Me susurró: «Te voy a follar 17 veces, y voy a bañar tu cuerpo con nuestro semen»
Mis ojos fueron en blanco, me estaba dominando de una manera deliciosa e irresistible.
Me quitó la playera y casi me arrancó el pantalón, me quitó los zapatos y así, quedé sólo en bóxers, en menos de 15 segundos, estaba prácticamente desnudo, y él se desvestía mientras me mantenía sometido, con la cara en la almohada.
Él, desnudo, empezó a rozar su pene y sus testículos contra mi espalda y mi entrepierna, me quitó los bóxers con mucha agresividad mientras me giraba boca arriba, él se acostó sobre la cama bocarriba a la distancia para hacer un 69
Jaló mi pelvis hacía él y quedamos en posición, sentí como empezaba a devorarse mi pene y apretar mis muy prominentes nalgas contra su cara, logré consentrarme y comencé a tragarme su pene, lo disfruté como jamás creí que lo haría, lamer sus testículos y masturbarle… Llegó un punto en el cuál mi concentración se perdió, él estaba penetrándome con sus dedos y dándome un glorioso sexo oral, entonces me limité a abrazar su muslo mientras mis gemdos inundaban la habitación del hotel.
Me volvió a girar y me besó, apasionadamente. Se bajó de la cama, se puso el condón y me jaló al borde, colocó mis piernas sobre sus hombros y luego bajó a lamerme el ano de tal manera que mi vista se nubló y comencé a temblar del placer. Se incorporó, y se abalanzó sobre mí, mientras con su mano, frotaba su pene contra mi ano y mis testículos, puso su mano en mi cara y la apuntó hacia mi lado derecho, me lamió el cuello y me susurró: «Qué quieres que haga». Le dije: «Cógeme, hazme tuyo, hazme el amor, te lo suplico»
Hizo honor a mi petición y me penetró lentamente, podía ver estrellas en la habitación, sentía como su delicioso pene se abria paso en mi ano, sin importarle lo apretado y virgen que estuviera, la lentitud cesó, y las penetraciones subieron en intensidad, profundidad y frecuencia, estaba extasiado.
Giró mi cara hacia él y me dijo: «Quiero que te vengas para mí»
Comencé a masturbarme mientras el apretaba mis senos y succionaba mis pezones.
Me quitó la mano y la puso contra la cama, me sentía totalmente a su merced, estaba dominado por aquel muchacho que me hablaba de manera dulce y excitada a la vez.
Entonces él me masturbó, y cuando estaba al borde el orgasmo le imploré: «Eyacula en mi, quiero sentirte en mí»
Entonces pasó, justo cuando jalaba aire para eyacular, tomó mi cara y me dijo: «Mírame a los ojos»
Mantener mis ojos abiertos y mi mirada en sus ojos ha sido una de las cosas más difíciles para mí, no podía mantener mi mirada en un lugar o mis ojos abiertos, el éxtasis del momento era demasiado.
Pero lo hice, lo miré fijamente mientras me dominaba con su mano en mi cuello y la otra mano sometiendo mi brazo derecho.
Sentía como mi semen se escurría como mi abdomen y mis testículos, él frotó sus manos recogiendo mi semen y lo embarró en mis pezones, luego me bajó de la cama y me tiró al piso, bocabajo.
Tomó más de mi semen y lo metió en mi ano con su dedo, él se puso de rodillas y me jaló de la cadera hacia arriba, me penetró de nuevo, violentamente, mientras me nalgueaba y estrujaba mis pezones, cuando estaba al borde de venirse, se acostó sobre mí y sentí todo el peso de su rígido cuerpó; me tomó por el cuello con su brazo y empezó a retorcerse por el piso, sujetándo bien mi cuello y mi abdomen para no despegarnos.
Finalmente lo sentí, sentí el rigor de su cuerpo mientras me abretaba la carganta y de nuevo, eyaculé sobre mí, en ese momento los dos estábamos bocaarriba él abajo de mí, aferrándose a mi cuerpo; no pude controlarlo! Sentía escurrir mi semen de nuevo por mi ombligo y por mis caderas, deslizándose a las de él.
Un segundo después sentí la presión dentro de mi cuerpo y sentí como eyaculaba y eyaculaba dentro de mi ano.
Ese fue el primer encuentro de un largo fin de semana.
¿Quieren que les cuente los otros días?
3 respuestas
-
Mеet аrоusеd lovеrs with hаrd bonеrs – http://gay.analsex4.fun
-
Listо parа fоllаr cоn un «oso» calientе estа nоche? – http://gay.analsex4.fun
-
Stop jerk off. I know a site where thousands of single girls are waiting to be fucked. Look at them: http://xnice.fun/rt
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.