Me llamo Carlos, actualmente tengo 45 años de edad, casado con dos hijos, siempre he sido bien parecido, con mucha suerte con las mujeres, me he acostado con muchísimas, me encanta el sexo, nunca me he considerado Gay, creo mas bien soy bisexual, me gusta tener sexo con mujeres, pero me encanta tener todo tipo de sexo con hombres, aunque tal vez no he estado con muchos (según yo), pero me encanta, es muy rico, a veces quisiera haber sido mas abierto y decidido, y haber estado con mas hombres y tenido sexo con muchos mas; pero solo muy pocos hombres en mi vida me penetraron, solo los que me gustaban, aunque me encanta sentir un pene dentro de mi, pero hay muchos mas a los que se las mamé y los penetré, y les di tremendas folladas y super mamadas.
Me gusta que un hombre me abrace, me bese, me acaricie, me haga sexo oral, y que me penetre; pero me encanta estar desnudo con un hombre, besarlo, abrazarlo, acariciarle todo el cuerpo, besarles y lamerles todo el cuerpo, me encanta besar y chuparles el ano, me encanta sentir como mis manos acarician un pene, me fascina sentir un pene en mi boca y darles unas buenas mamadas, me gusta muchísimo que eyaculen en mi boca, me encanta saborear el semen y tragármelo, lo disfruto mucho, con Rene aprendí lo que era tener una polla en las manos y en la boca, y disfrutarla y saborearla, y sentir esa maravillosa sensación de placer de como se viene un pene en tu boca, y deleitarse paladeándolo y tragándose el rico semen, con José Luis aprendí lo que es besar a un hombre, y lo sabroso y sensual que es estar abrazado con un hombre desnudo acariciándose y besándose, y lo rico que es penetrar a un hombre y todavía mas rico que un hombre te penetre de mil maneras y te haga gozar con su pene y te haga gemir y gritar de placer, y decirle que la quieres mas adentro, que te la meta mas; esta es una historia muy larga de todo lo que viví con Rene, y van a ser varias entregas, todo lo que van a leer es real.
Además, voy a contarles otras de las maravillosas experiencias sexuales que he tenido, todo es verdad; no me callo nada, tal vez olvide algunos detalles sin importancia, pero la esencia de todo lo vivido se las voy a contar; no tengan miedo de probar y experimentar cosas nuevas, no se van a arrepentir, yo se los aseguro, por que no me arrepiento de nada, por que he disfrutado y gozado mucho, solo me arrepiento de no haber sido mas decidido y atrevido, por que pude haber tenido mas aventuras y haber gozado con muchísimos hombres mas, y no solo los pocos que me penetraron, y los muchos a los que se las mamé.
Mis papás tenían una tienda de materiales para construcción, cemento, varilla, pisos, muebles de baño y ferretería; ellos salían fuera de la ciudad con bastante frecuencia, debido a que mi abuela se encontraba muy enferma, y me dejaban solo, en mi calidad de hijo único, yo acababa de entrar en segundo de la secundaria, por eso no podía ir con ellos cuando viajaban.
Cuando ellos no estaban, venían mis amigos, hacíamos tarea, veíamos televisión, jugábamos y se iban temprano, venía una señora que hacía el quehacer y la comida, a las 8 me daba de cenar y se iba.
Tenía mi papá un nuevo empleado que se llamaba Rene, el tenía ya 18 años, era alto, negro y bien parecido, y mi papá le comenzó a encargar cuando ellos no estaban, que me acompañara un rato por las noches y que cenara en la casa, había una señora, Doña Raquel, que me daba de cenar, se iba a las 8, y Rene y yo veíamos televisión, y platicábamos; nuestras primeras pláticas eran de fantasmas y cosas parecidas; poco a poco se comenzó a tocar el tema del sexo en nuestras pláticas, y me gustaba escucharlo, pues se veía que el tenía experiencia y me contaba las cosas que había hecho con las mujeres.
Cuando mis papás salían fuera de la ciudad, era que platicábamos de sexo, un día el comenzó a decir que se calentaba mucho platicando sobre coger y esas cosas, y me decía mira como se me para, y se le veía en el pantalón un bulto enorme, y el se tallaba el miembro sobre el pantalón y me decía que estaba muy caliente, me decía, mira como me pongo, mira como se me para, y yo miraba como hipnotizado ese bulto en su pantalón y como se lo agarraba, no podía dejar de verlo; al día siguiente me comenzó a decir, tócala para que veas que dura se pone, y trataba de poner mi mano en su miembro y yo trataba de evitarlo, me decía tócalo para que lo sientas, yo era muy ignorante sobre el sexo, y me decía mira como estoy, agárralo y acarícialo, dejé que me tomara las manos y las pusiera sobre su miembro y se lo agarrara sobre el pantalón y me decía agárralo duro y acarícialo, no pude resistir la tentación de tocarlo, sentí algo muy raro dentro de mi al agarrarlo, una ola de calor me invadió, pero me gustó sentir ese pene en mis manos.
El me decía que no tenía nada de malo, y me agarraba mi pequeño miembro sobre el pantalón también, para demostrarme que no tenía nada de malo, me decía que le gustaba que se lo acariciara, pero yo sentía algo extraño cuando se la acariciaba sobre el pantalón; el insistía mucho en que le acariciara su pene sobre el pantalón, pero yo lo hice un par de veces; y en verdad se sentía muy grande y duro, y yo tenía ciertas sensaciones al hacerlo, que me hacían sentir un calorcito agradable y una especie de ansiedad, pero sentía bien al hacerlo; y me estaba gustando agarrárselo con las dos manos, acariciárselo y sentirlo bien duro en mis manos, era grande, me gustaba mucho ver como crecía ese bulto en su pantalón, y me estaba gustando mucho agarrarlo con las dos manos y acariciarlo sobre su pantalón y sentir como se le ponía mas duro en mis manos; el me decía; agárralo así Carlitos, mas fuerte, apriétalo, acarícialo, así me gusta, y yo obedecía y se lo agarraba y se lo acariciaba sobre el pantalón.
A mi me gustaba obedecerlo y hacer lo que el me decía y agarrárselo y acariciarlo como el me decía; solo lo hice de esta manera un par de veces, antes de que el se sacara esa tremenda polla del pantalón, cuando se la vi, quedé como hipnotizado, al ver ese enorme pene negro, me insistió que la tomara con mis manos, y no pude evitar las ganas de tomar en mis manos ese gran pene, y comencé a acariciarlo, me sentí como hechizado cuando lo hice, era un pene negro enorme estaba mojado y parecía brillar, y pude sentir esa tremenda polla en mis manos, que ya fuera de su pantalón se veía mas grande; pero me gustó la sensación de tenerlo en mis manos y acariciarlo, y sentí las ganas de apretarlo con fuerza y acariciarlo todo, no podía quitar la mirada de esa polla enorme, me gustó esa sensación y el calorcito que invadió mi cuerpo al sentir el pene de Rene en mis manos y el calorcito que me invadía cuando lo agarraba y lo acariciaba, y yo no podía dejar de acariciarlo, me gustó agarrarlo y acariciarlo, se le ponía muy mojado pero mis manos se resbalaban bien al acariciarlo, era una sensación que me había gustado al acariciarlo y sentirlo en mis manos tan grande y duro y suave al mismo tiempo, se sentía bien y me gustaba lo que sentía al agarrarlo y tomarlo con mis manos y acariciarlo, era una sensación que me producía escalofríos pero era una sensación agradable.
Viene la segunda parte con Rene el empleado y muchas historias reales.
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.