A los 12 años empecé a notar que no era como los demás niños, no tenía vello, mis caderas se empezaban a ensanchar y mis nalguitas eran redondas, paraditas y sin vello como los demás niños, mi cara era de razgos finos, soy blanco y eso acentuaba mi condición diferente, crécí en el barrio junto a los demás chicos pero había uno en especial que era mi mejor amigo, Ramón; cuando jugabamos él hacía alarde de su fuerza, jgabamos juegos de lucha en los que generalmente terminaba sometido por la fuerza de Ramón, me gustaba ser sometido por él, en cierta ocasión en que él me tenía boca a abajo y él encima pude sentir algo duro entre mis nalgas y el movimiento de Ramón sobre de mí trasero, quize protestar pero él con sus manos me empujó la cabeza contra el piso y con sus piernas me abrió las mías, a pesar de que estabamos vestidos yo podía sentir la dureza de su miembro contra mi trasero y solo dije quedamente.

…Por favor Ramón que me haces?…no..no… me lastimas… me haces daño, por favor…¡

Eso pareció surtir algun efecto poruqe alivió la presión sobre mi cabeza que se encontraba contra el piso, mientras Ramón seguía moviendose hasta que termino con un quejido y una mordida en mi oreja.

…¡ahhh, que rico… me vine bien rico..mira¡

metió su mano dentro del pantalón y la sacó llena de su leche dandomela a probar, cosa que yo no acepté cerrando mi boca.

…Prueba mi leche… tus culito me la sacó.. tienes unas nalguitas bien ricas y me las voy a reventar…¡

Yo no sabía que pensar de eso, me había gustado el sentir su dureza entre mis nalgas y saí pasaron varios días hasta que una vez que quedamos solos en su casa porque su mamá y su hermana salieron de compras y después de haber jugado me dijo que nos bañaramos, de principió no acepté pero él me llevó al baño y me ordenó desnudarme, cuando lo ví desnudo no pude quitar mis ojos de su entrepierna de la cual colgaba un miembro enorme, comparado con el mío, prieto con una cabeza que a mi me pareció descomunal, él sonrío al ver el efecto que su cosota causó en mí y dijo.

…Vamos desnudate, quiero verte ese culito tan rico que tienes…¡

…Es que me dá pena que me veas Ramón…¡

Me desvestí con mucha verguenza y cuando quedé completamente desnudo Ramón me jaló hacia él y dijó.

…Pero que rico culo tienes, tus nalguitas están bien paraditas como de mujer…¡

Y eso me calentó, me empecé a excitar y él también ya que su miembro se mezó a parar de manera extraordinaria, no hubó necesidad de palabras, solo me volteó mirando a la pared y comenzó a pasar su miembro por entre mis nalguitas mientras decía.

…Ahhh… que rica estás… te voy a reventar ese culito tan sabroso…ahhh..¡

…No por favor Ramón, no me hagas daño…no..noo…está muy grande tu cosota y me va a doler..no…noo¡

…Ven vamos a la cama, después de que te haya cogido nos bañamos….¡

Y me llevó a la cama de su cuarto, caminamos desnudos y tomados de la mano, al llegar a la cama me sentó en la orilla de la cama y se paró frente a mi con su vergota casi en mi cara y dijó.

….Dalé unos besitos antes de que te la meta….¡

…Nooo…yo nunca he hecho eso..no sé…por favor… no me obligues a eso… no seas malo conmigo….¡

…¡¡ Metetelo en la boca y chupaló..¡¡

Al decir esto me tomo de la cabeza y me emujó contra esa cosota la cual tuve que primero besar y luego chupar.

…Así…así… que rico mamas verga mamacita… eso así… aaahhh…¡

Y yo seguía mamandole su vergota, después me acostó boca abajo y me jaló hacia la orilla hasta quedar con mis rodillas en el suelo, empinado, ´´el se colocó detras de mí y pude sentir su verga tratando de entrar en mi virgen colita, me dolía y cerraba mi cola tratando de evitar la penetración.

…Afloja la cola para que te duela menos…así…así culito mío…ya… ya te va entrando…aaahhh…ya eres mío..aahhh¡

….Aaayyy, me duele mucho… aaahhh, me estás matando…. me duele… me duele… sacamela por favor, aaahhh..¡

Y me la sacó solo para hundirla nuevamente de un solo golpe con lo cual casi me desmayo, empezó a bombear mi maltrecha colita y pasó el dolor para dar paso al placer.

…Aaaahhh,que rico… aahhhh, mmmááássss, mas Ramón… soy tuya… te pertenezco toda… soy tu nenita…aahhh¡

….Sí culito, ya eres mía, toda mía…toma mis mecos… tomalos todos… aahhhh, en tu colita… ya te la llené de leche, ya tienes la marca de mi verga…aahhh¡

Y desde ese día fuí suya, él me convirtió en su putita, me hizó vestirme de mujer y así me cogió muchas veces, ahora tengo 30 años y estoy casado pero no puedo olvidar a Ramón y por eso lo veo una vez al año en el que nos vamos tres días solos a algún lugar y me vuelve a convertir en su nenita.