Por: ByL

Después de comer, y de haber estado follando mientras lo hacían también los vecinos, nos quedamos relajados en la habitación. Mi amigo como siempre, totalmente desnudo y yo en lencería, pero sin la peluca, aunque estaba pintada.

Estuvimos viendo la tele y medio dormitando, por lo que pasó el tiempo sin darnos cuenta. Sobre las nueve de la noche mi amigo se activó y me dijo “oye, tengo hambre. Te cambias y salimos a cenar?” y le dije “vale, me parece bien”. Me fui al baño a desmaquillarme y me duché. Cuando salí, el ya estaba vestido y esperándome por lo que rápidamente me puse un tanga y me vestí para salir a cenar.

Entonces cogí el móvil y lo miré. Y no había ningún mensaje ni llamada y me acorde de la mujer de la playa que  me dijo de salir juntas, y se lo comenté “la zorra esta no ha escrito ni llamado para salir esta noche” y me dijo “pues que la den, salimos nosotros si quieres” y le dije “pues la verdad es que me apetece mucho” y me dijo “vale, pues cuando volvamos, te arreglas otra vez y salimos, vale?” y le dije “genial”.

Cuando estábamos llegando al ascensor, vimos a nuestros vecinos salir de su habitación y se dirigieron hacia el ascensor. Evidentemente, ellos no lo sabían, pero éramos los vecinos, la competencia sexual. Nos miramos mi amigo y yo y nos sonreímos.

En el trayecto hasta el lobby del hotel, yo estuve disimuladamente mirándolos, y ella era impresionante. Un pivón en toda regla, y acordándome de haberla visto desnuda mientras dormía, me excitó. Pensé que desde luego me encantaría follarmela. El estaba también muy bien, tenía un buen cuerpo y era más alto que ella, y eso que llevaba taconazos.

Cuando salimos del ascensor, ellos se dirigieron hacia el restaurante y nosotros al coche. En el camino al restaurante donde íbamos a cenar, nuestra conversación estuvo basada en los vecinos.

Me dijo “joder con la vecinita viciosa, menudo pivón, que zorra” y le dije “y que lo digas, esta increíble” y él me dijo “pues el novio, menudo armario, por como la folla debe tener un pollon” y yo le dije “si, es verdad”, entonces él respondió “pues es una pena que nos vayamos ya mañana porque si no, me hubiera presentado voluntario con él” y yo le dije “y yo con ella”, y nos reímos.

Cuando estábamos casi terminando, me sonó el móvil, lo cogí y era un mensaje de la mujer de la playa y se lo dije a mi amigo “ostías, la pava esta”, y el dijo “quién, la de la playa?” y le dije “si, espera”. Y lo leí. Me preguntaba que si aún quería salir vestida de mujer con ella y que a que hora me vendría bien que pasara a recogerme por mi hotel. Se lo comenté a mi amigo y dijo “joder nena, pues no sé, lo que tú quieras hacer, pero voy con vosotras, que no me fio nada de esta guarra” y le respondí “por supuesto.” Después contesté al mensaje y le dije que claro que seguía queriendo salir y que quedábamos a la 1 de la mañana en la puerta de mu hotel, y segundos después me respondió que muy bien y que me vistiera muy sexy, y me mandó un beso.

Le comenté la respuesta a mi amigo remalcando lo de “muy sexy” y me dijo “sabes que te quiere de putón, no?, esta guarra te viola esta noche y si no lo hace ella, lo haré yo” y le respondí “cabrón” y nos reímos.

Ya en el hotel, le dije a mi amigo “bueno y que me pongo?” y me dijo “pues lo más corto y más transparente que tengas” y entonces me acordé de mi vestido de fiesta que aún no había estrenado, y le dije “no, ya sé el que, te va a encantar” y luego le dije “bueno, me voy a pintar” y entré en el baño para ducharme y luego maquillarme.

Al cabo de como 45 minutos, salí ya pintada y él estaba en la terraza, vestido con unos vaqueros y una camisa y le dije “joder, que guapo te has puesto” y me dijo “pues anda que tu” y me reí porque estaba completamente desnuda y pintada, aún no había empezado ni a vestirme.

Me puse un liguero negro de encaje y a continuación las medias con costura roja y me levanté para coger los zapatos con tacón metálico dorado que tenía en el armario. Entonces me dijo, “uff, ya así te follaba ahora mismo” y le dije “tranquilo campeón, que ya habrá tiempo a la vuelta”. Me puse los tacones y a continuación un tanga rojo de hilo, muy pequeño.

Entonces salí así a la terraza donde estaba él y dando una vuelta sobre mi misma, le dije, “te gusta el conjuntito?” y me dijo “te voy a empotrar en cuanto volvamos” y le dije “más te vale,  porque te tengo ganas esta noche” y me dijo “si, zorra?” y le dije “más de las que te imaginas”, y entonces le dí un pico en la boca y me metí en la habitación a terminar de vestirme, porque ya era casi la hora que habíamos quedado.

Pero antes de ponérmelo, le dije “oye, y los vecinos?” y me dijo “no están, está la habitación apagada, habrán salido por ahí” y le dije “si, es sábado, es muy probable”.

Entonces saqué el vestido de la maleta y me lo puse ajustando la cremallera en el lateral que tenía para cerrarlo y entonces me puse la peluca rubia y le llame y le dije “tachaan.., que te parece?” y dijo “la leche, nena!, estás de muerte, joder, y ese vestido de putón?” y poniéndome de lado y enseñando pierna, le dije “sabía que te iba a gustar. Es súper sexy, y con el liguero es increíble”, y me dijo “joder y tanto, se te ve todo” y le dije “ya lo sé, y me encanta, por eso me lo compré” y me dijo “estas hecha una autentica puta, solo te falta cobrar” y le dije “no me des ideas” y nos reímos un buen rato. Luego me puse a pintar los labios en el espejo de la habitación y me dijo “oye, y no llevas suje” y le dije “no, este vestido no es para sujetador con este escote por delante y la espalda descubierta” y me dijo “pues un poco menos de ropa y vas en pelotas” y le dije “si, es verdad” y entonces me dijo “bueno, menos mal que tienes unas tetas bonitas” y le dije “gracias, luego te las enseño otra vez”, y entonces se puso detrás mío y metiéndome mano me las toco acariciando los pezones mientras al oído me decía “ya las toco yo, putita”.

Entonces volvió a sonar el móvil con otro mensaje “Ya estoy en la puerta. Te espero, no tardes”, y entonces se lo dije a mi amigo y me dijo “ponte algo por encima para salir” y cogí una chaqueta que llevaba. Miramos por el pasillo y no había nadie. Bajamos y saliendo por la puerta nos cruzamos con un chico de recepción, que se nos quedó mirando y a mí me hizo un chequeo de abajo a arriba, alucinó. Debió de pensar cualquier cosa al vernos.

Al llegar al coche entró primero mi amigo y luego me miró Lucie, y me dijo (todo en inglés) “que puta!” y me fijé en ella. Llevaba un body transparente por encima, sin sujetador, por lo que se le veían totalmente las tetas y le dije “y tú qué?” y me dijo “me das un beso?” y entonces me giré y la planté un morreo con lengua mientras ella me metía mano y acariciaba mi pierna con el liguero y la media. Miré a mi amigo que iba en el asiento de atrás y le vi acariciarse por encima del pantalón.  Entonces arrancamos y le pregunté a Lucie que donde íbamos y me dijo “al centro comercial abandonado” y le respondí que me parecía bien y pensé que al fin y al cabo íbamos a ser tres, asique más seguridad en cualquier caso. Entonces me fijé más en cómo iba vestida y pude ver su minifalda negra y unas medias de silicona por el muslo, y luego unas sandalias de tacón alto muy bonitas, y le dije “te has puesto muy sexy esta noche” y me dijo “tu sí que vas sexy, querida”. Giré la cabeza y mi amigo seguía acaricíandose por encima y por el bulto estaba empalmadísimo.

Al rato llegamos y al salir del coche dijo mi amigo, “adelante, os sigo a distancia” y entonces nos cogimos de la mano Lucie y yo y comenzamos a andar. El sonido de los tacones era increíble, y la sensación de ir medio desnuda hacía que me pusiera súper cachonda a cada paso que daba. Entonces en un momento, nos paramos y nos besamos en un beso largo, húmedo y caliente. Nuestras bocas se fusionaron y nuestras lenguas se enroscaron en un morreo increíble. Yo me sentí casi lesbiana así vestida y con otra mujer. Mi sueño se estaba haciendo realidad y me sentía en la gloria.

Cuando terminamos, giré la cabeza y vi a mi amigo mirándonos y sonriendo y le vi que miraba también el entorno. Me hizo una señal como todo “ok”.

Continuamos andando otra vez de la mano y de vez en cuando nos besábamos. Llegamos a la plaza central, mucho más grande que la otra que ya conocía y entonces nos paramos a esperar a mi amigo, que instantes después llegó con nosotras.

Le cogí del cuello y le di un morreo delante de Lucie, que luego fue su turno y le dio otro delante mío.  Luego le dijo Lucie “quédate aquí, vale?” y entonces comenzamos a andar por la plaza mientras él nos miraba.

Estuvimos andando como diez minutos, jugando ella con su minifalda y su body, enseñándome su culo y su coño depilado y yo abriendo mi escote y enseñándole mis tetas y la raja de la falda con el tanga de hilo rojo. Provocándonos mutuamente y jugando a ponernos calientes, cosa que por otra parte yo ya estaba y se notaba en el vestido por el bulto de mi polla contra la tela de la parte delantera.

Entonces miré a mi amigo y se había sacado la polla del pantalón y se estaba masturbando mirándonos y sin quitar ojo del entorno.

Cuando llegamos a su altura de nuevo, sin decir nada, me agaché y comencé a hacerle una mamada allí mismo, mientras Lucie y él se morreaban y él le metía mano por debajo de la minifalda.

Entonces paré y les dije a los dos “nos vamos a follar al hotel los tres?” y ella dijo “por mi encantada con lo cachonda que voy” y él dijo “vamos ya!”.

Entonces nos dirigimos al coche metiéndonos mano los tres, morreándonos y liándonos los tres en cualquier parte, buscando nuestros cuerpos y gimiendo como locos. Como conducía ella me metí detrás con mi amigo, que lo que duró el viaje estuvimos liados. Cuando llegamos al hotel y aparcamos, como si no pasara nada, entramos y nos fuimos al ascensor. Como eran casi las tres y media tampoco nos cruzamos con nadie.

En el ascensor, ya las manos volaban por nuestra ropa y nuestro cuerpo. A Lucie la quitó mi amigo la minifalda y Lucie a mi me abrió el vestido con la cremallera.

Entramos en la habitación y me quité el vestido, que cayó al suelo, y mi amigo se desnudó del todo. Nos liamos los tres y le quité el body a Lucie que se quedó desnuda y empezó a hacerle una mamada a mi amigo. Yo me acerque por detrás de ella y sacándome la polla del tanga empecé a rozarle su coño por detrás. Entonces sin dejar de comerle la polla a mi amigo, me miró y dijo “follame puta” y entonces se la metí. Empezamos a gemir, y a follar de todas las maneras posibles. Entonces en un momento determinado llamaron a la puerta, “toc, toc”.

Se nos cortó el rollo porque pensamos que alguien se había quejado o cualquier cosa y venían a llamarnos la atención. Mi amigo se puso el bóxer, y Lucie y yo nos escondimos en el baño.

Entonces abrió la puerta y eran los vecinos. Le dijeron que nos habían oído y que venían a preguntar si se podían unir a la fiesta, y entonces salió Lucie desnuda y yo detrás y casi que les agarramos para que entrasen.

La vecina que se llamaba Carla enloqueció cuando me vio pintada, con peluca y en lencería de mujer con medias teniendo sexo y se enrolló conmigo directamente. Mi amigo y Lucie se enrollaron con el novio que se llamaba Santi, y sin querer montamos una orgia bisex nuestra última noche.

Follamos todos con todos y todas con todas, fue increíble, menuda última noche de sexo desenfrenado. No sé cuantas veces nos corrimos todos, pero por los gemidos y las corridas más de tres veces seguro.

Empezó a amanecer y Lucie dijo que se iba ya, y me dijo que la llamase y se despidió de todos con un beso en la boca después de vestirse. Santi y Carla se quedaron un rato más y después de follar otra vez y de volver a corrernos, me preguntaron si me vestía de mujer para follar y les dije que no, que era crossdresser y se lo expliqué y ella dijo “pues me ha encantado follarte, nunca me había tirado a un tío así vestido” y yo le dije “me alegro, yo también me lo he pasado muy bien”.

Entonces les dije que si iban por Madrid que nos llamasen e intercambiamos teléfonos los cuatro, después nos besamos y se marcharon completamente desnudos, al fin y al cabo estaban puerta con puerta.

Nosotros nos duchamos y después de dormir un par de horas, tras vestirnos de hombre hicimos las maletas y dejamos la habitación. Eran las 12 en punto.

Llegamos a la recepción del hotel para hacer el check-out y cuando nos dijo la chica “esperamos que hayan disfrutado de su estancia”, nos miramos y riéndonos dijimos los dos a la vez “muchísimo” y entonces se rió ella también.

Pagamos y nos fuimos al coche rumbo al aeropuerto. Nos dormimos en la sala de espera y luego en el avión. Casi 4 horas después estábamos de vuelta en Madrid.

Mi amigo y yo seguimos viéndonos y de vez en cuando me acompaña en escapadas vestida de mujer y luego follamos. A Lucie solo la he visto una vez el último año y Santi y Carla han venido un par de veces, por separado y juntos y hemos acabado siempre follando también los tres o los cuatro. Seguimos manteniendo el contacto.

Yo me he vuelto bisexual completa y cada vez más me gusta exhibirme como mujer y que me tomen por una mujer. 

Por lo demás, la vida sigue igual.

FIN