Hacía ya mucho tiempo que en vacaciones de verano me iba solo a la playa, generalmente a sitios lejanos y con playa, sitios donde no me conocía nadie y podía hace realidad todas mis fantasías eróticas y sexuales.

Ese verano decidí que como quería ir a una playa nudista, me apetecía hacerlo en compañía, ya que los años pasados estando sólo, no estaba mal, pero acababa aburriéndome y había decidido que quería otra cosa.

Pero no sólo me apetecía estar desnudo con alguien, sino que mis planes incluían un componente sexual que no me apetecía desaprovechar…

Hacía ya muchos años que había descubierto el crossdressing, o lo que es lo mismo, vestirse de mujer y disfrutar vestido así y demás. A mi particularmente me gustaba hacerlo con lencería muy sexy, y vestidos cuanto más cortos y provocativos, mejor!. Y por supuesto, taconazo de aguja. Lo que se puede decir, muy putón.

El caso es que me planteaba vestirme en el hotel de mujer mientras mi acompañante estaba desnudo. Sí, me apetecía estar así con un hombre, me apetecía ver la reacción a mi vestimenta y actitud, y porque como sé que me excita mucho vestirme de mujer, sé que podría acabar en sexo, y la verdad, me apetecía probar a ver qué pasaba.

La verdad es que no tenía ni idea de cómo lograr esto y tampoco pensaba hacerlo con cualquiera, así que puse un “anuncio” en una web nudista para ver quien quería ir a la playa conmigo, (sin decir nada de la segunda parte), y días más tarde empecé a recibir respuestas, sobe todo hombres, lo cual ya empezó a gustarme. Todos me preguntaban por lugar de playa, tipo de hotel, condiciones de irnos juntos al respecto de pagos de hotel, viajes y demás… pero eso estaba claro. Pago cada uno lo suyo, y hotel a medias.

El caso es que empecé a hablar con varios por chat y por Skype, y algunos se echaron para atrás hasta que quedo sólo uno. Empezamos a coger confianza y con los días y las charlas, cada vez más largas, terminamos hablando de sexo. Ya lo esperaba hacía tiempo!!

Resulto que él era bisexual y le apetecía tener unas vacaciones nudistas y sexuales, y me dijo que si me importaría cuando estuviésemos en el hotel que se empalmase o se masturbara conmigo, y le dije que no, que al revés, que seguro que me gustaba.

Me preguntó que si yo era gay o bi, y le dije que no, pero que no me iba a importar que hiciese eso, que seguro que lo hacía yo también con él.

Pasaron los días y un día me dijo por Skype que le apetecía verme desnudo y que nos masturbásemos por webcam, y accedí. Me apetecía que si ya nos íbamos a ir juntos, ver lo que me esperaba…

Al día siguiente, como ya sabía que íbamos a acabar desnudo, me puse un tanga negro de triangulito detrás, muy sexy y que me encantaba. Encendimos la cámara y aparecimos los dos semi desnudos, los dos sentados tras una mesa y no sabía lo que el llevaba puesto ni el tampoco. La conversación rápidamente se volvió bastante sexual y en un momento determinado me preguntó si me gustaría verle desnudo y saber cómo era su polla, y por supuesto le dije que sí.

Se levantó y llevaba un bóxer gris pero que dejaba ver un buen paquete, y me dijo –por qué no te levantas y me dejas ver lo que llevas puesto?- y por supuesto lo hice descubriendo mi tanga negro.

Lo miro y me dijo – es un tanga? – y me di la vuelta enseñándole mi culo con el triangulito negro del tanga. –que chulo, me gusta, y te queda muy bien- dijo.

Le respondí que gracias y le pregunté si le importaba que usara tangas, y me dijo que para nada y que si me quedaban siempre tan bien, aun menos. Le dije que era de mujer, y sorprendido, me dijo – de verdad es de tía? – y le dije que sí, que todos los tangas que tenía eran de mujer, y que me encantaba usarlos, a lo que respondió, – joder, pues te quedan increíble- y me pidió que me diera la vuelta otra vez, que le había gustado mi culo.

Entonces sin quererlo empecé a jugar con el tanga, a bajarlo y subirlo, a tirar del triangulito, a ponerme más inclinado, y cuando me di la vuelta para estar de frente, sus boxers habían desaparecido y tenía en mi pantalla un pedazo de polla increíble, grande y dura, y sí, me gustó mucho y se lo dije.

Se acercó a la pantalla y me dijo, – te gusta mi polla de verdad? – y le dije que sí, que me parecía enorme, y me dijo – me masturbarías tú? –  y le dije que sí, que me encantaría ponerme detrás suyo, agarrarla y masturbarle hasta que se corriera.

Yo por mi parte estaba súper duro también, me dijo que me pusiera por detrás y me quitase el tanga muy despacio y que luego le enseñara mi polla dura, y eso hice, tal cual, y le encantó lo que vio, porque yo también la tengo grande…

Estuvimos un rato masturbándonos y gimiendo, hasta que nos corrimos ambos. Quedamos al día siguiente para repetir la sesión…

Al día siguiente tal y como habíamos previsto quedamos para hacerlo de nuevo, pero esta vez me puse un tanga azul de encaje y deje a la vista por la parte de detrás un sujetador también azul y unos tacones, pero no me lo puse, solo dejé que se vieran.

Le enseñe mi tanga de nuevo y me dijo que le gustaban mis tangas de mujer, y comencé a jugar de nuevo con el mientras él se masturbaba mirándome. Después me lo quité y me masturbé yo.

Después de esto, le dije que quería comentarle algo que me gustaría hacer en el hotel, y que como ya sabía que usaba tangas de mujer y le gustaba, seguro que al menos, le parecería curioso, y me preguntó que era. Y se lo dije. -Me encanta vestirme de mujer en la intimidad y me gustaría vestirme para ti-.

Me respondió diciendo – eres travesti? – y le dije que no, que me consideraba CD o crossdresser que es distinto que travesti y le explique la diferencia, y lo entendió y me dijo que perfecto, que ningún problema, lo cual me encantó y le dije que si le gustaría verme el próximo día vestido de mujer, como quería hacerlo en el hotel para él, y me respondió – fantástico, mañana te quiero como una mujer – y le dije, -vale, pero que sepas que quiero que me trates como a una mujer, ok?-.

Así que al día siguiente y nada más despertarme por la mañana ya estaba pensando en “mi cita”, quería estar guapa, por lo que en la ducha me repasé el depilado integral y empecé a pensar cómo vestirme, como una puta de lujo, como a mí me gusta. Lencería sexy bonita por debajo, minifalda, blusa con escote y taconazos, por supuesto!.

Como ya no podía esperar a por la tarde y a “estar” con él, me vestí así desde por la mañana, me puse un liguero precioso con encaje, un tanga de hilo negro y unas medias con costura increíbles. A juego un sujetador de encaje también y unos tacones de 12 cms con tacón metálico que hacían un ruido increíble al caminar. Por encima blusa blanca bastante transparente, y minifalda que al sentarme dejaba ver el final de las medias sin problema. (Me encanta que sea así..)

Después me maquillé y me puse mi peluca rubia… y se hizo la magia… apareció la mujer que me gusta ser, esa puta de lujo en la que me gusta convertirme y empecé a hablar conmigo y a decirme cosas como –que guapa estas hoy zorrita-, -menuda puta estas hecha-, -que ganas de rabo duro tienes- y cosas así… La verdad es que me excitaba mucho esperar a mi cita de por la tarde…

A esas alturas ya notaba mi polla durísima y me encantó excitarme tanto… ya se me pasaban por la cabeza toda clase de cosas, y llegaba a imaginarme ya con él en la habitación del hotel, vestida así y el desnudo y con la polla dura… uff… que ganas!! Alucinaba conmigo mismo, nunca me había pasado…

Me puse a recordar el verano anterior, también en una playa desierta a la que fui y conseguí llegar. Estaba yo y otro hombre… y decidí exhibirme y excitarle a él, y no se me ocurrió nada mejor que pasearme por la playa con un tanga de triangulito blanco delante suyo y mirarle cuando pasaba por delante… en una de esas, me tumbe boca abajo y con las piernas un poco separadas para que se metiera el tanga más por el culo y que se viera más… y entonces fue el quien se paseaba mirando y hasta llegó a pararse, lo que yo aproveché para poner el culo en pompa y mostrarme aún más…  estuvimos así un rato, hasta que decidí quitarme el tanga ya empapado delante suyo, cuando me estaba mirando, Si se hubiera sentado a mi lado, le hubiera dejado hacer casi cualquier cosa…  pero no pasó nada. Sólo que me cansé y volví a ponerme el tanga delante suyo y me fui bastante excitado y con la polla dura.

Estaba ya súper cachonda esperando que llegara la hora de encender la webcam, y no pude otra cosa más que masturbarme como una loca… lo necesitaba…

Tuve que cambiarme casi entera, porque me había manchado muchísimo después de correrme 3 veces, no paraba de gemir y de estar como loca pensando en mi cita, ya no podía esperar más, asique me cambié y me puse otro conjuntito negro, pero esta vez con puntilla blanca, también muy sexy, me encontraba muy sexy y guapa con el puesto. Ya sólo quería que me viera y que le excitase tanto que no pudiera aguantarse…

SEGUIRÁ