En febrero mi esposa (M24) y yo (H36) fuimos a un festival de música electrónica, los que vivan en la CDMX lo reconocerán de inmediato. Es un festival con una vibra muy americana: Atuendos extravagantes, mucho alcohol y muchos escenarios con música sobre todo electrónica. Para la ocasión mi esposa decidió ir bastante sexy, un top negro de tirantes, obviamente no usó brasiere y se le marcaban súper rico sus pezones, una faldita negra súper cortita que dificilmente tapaba sus nalgotas y una tanga negra que apenas cubría su panochita, con el vello cuidadosamente recortado dejando un triángulo súper antojable. Para no hacer el relato tan largo les diré que bebimos un poco antes de ir al evento para llegar entonados y desinhibidos, y vaya que funcionó…

Al parecer se nos pasaron un poco las copas a tal punto que llegó el momento en que mi esposa quiso ir al baño y cuando salió me llevé la sorpresa de la noche, había salido sin la tanga puesta… Imaginen esto: Ella caminando hacia mí en medio de la gente, de noche pero con la iluminación de las luces de los escenarios, con su cuerpo tan delicioso cubierto sólo por un top y una faldita que debido la cantidad de alcohol en su sistema, la había hecho sentirse tan despreocupada que no se había percatado de que traía la falda más arriba de lo que debería, y dejaba ver perfectamente ese triángulo de bello que quizás para quien la viera de lejos, creería que estaba viendo su ropa interior, cuando en realidad era su rica panochita totalmente a la vista y al alcance de quien tuviera la suerte de voltear a verla…

En ese momento no sabía si lo había hecho deliberadamente o era un descuido, yo estaba hipnotizado con la escena que estaba presenciando, cuando llegó conmigo cometí el error (o acierto ) de suponer que había salido así a propósito, así que seguimos bebiendo y disfrutando de la velada como si nada. La verga se me pone dura cada vez que recuerdo esa noche, pensar en cuántos la habrán visto pensando que veían su ropa interior y cuántos habrán sido los afortunados de poner la atención suficiente para descubrir que estaban viendo la panochita de mi mujer…

Y ni qué decir de su culote, a estas alturas podrán suponer con bastante certeza que esa faldita no cubría ni madres y todos tenían a la vista sus nalgotas rebotando al caminar, lo mismo con sus tetas, al no llevar brasiere le rebotaban a cada paso y siendo tan noche la temperatura había bajado lo necesario para que tuviera los pezones durísimos.

Al final me dijo que no se había percatado de que no se había puesto de nuevo su tanga, y tuvimos que ir al baño de nuevo para que se la pusiera, no pareció importarle mucho lo que había sucedido, hasta el día de hoy lo recuerda como algo muy casual, a ella le gusta que la vean como a cualquiera que sepa que tiene un cuerpo lindo, pero esa vez fue un poco más lejos (para fortuna de muchos), yo quiero pensar que fue debido al alcohol, aunque quizás no..