Para White, el día de su boda no resulta ser el más feliz de su vida. Hicimos una apuesta durante una batalla, si yo ganaba, ella se casaría conmigo y sería mi esposa-esclava el resto de mi vida. Desgraciadamente para ella, gané la batalla y, obviamente, la apuesta.

La boda fue corta, no siento interés por la ceremonia…lo que me interesa es la luna de miel. White se ve hermosa con su vestido blanco, pero sus ojos llorosos hacen que me excite mucho.

Nos encerramos en la habitación y rápidamente me quito la ropa, se la quito a ella y al ver su cuerpo desnudo, mi miembro se endurece como una roca. Ella mira asustada mi erecto miembro, ya sabe lo que le espera. Hago que se arrodille y me haga una mamada, lo chupa torpemente ya que es su primera vez…pero, con el pasar de los minutos, sus mamadas mejoran bastante. Acaricio sus enormes tetas mientras me lo chupa, haciendo que suelte uno que otro gemido ahogado.

Lleva casi media hora chupándomelo, ya no puedo aguantar más y le lleno la boca con mi semen…White se sorprende, no esperaba tal cantidad de esperma. Sigo metiendo y sacando el pene en su boca, haciendo que se tome el semen. White se atora y la dejo descansar unos segundos, mientras me masturbo para mantener mi erección.

Abrazo por atrás a la chica, rozando mi pene con sus glúteos y masajeando sus tetas. White gime de forma entrecortada. No resisto más, quiero penetrarla…la acuesto boca abajo en la cama, me pongo encima de ella y con mucha fuerza meto mi pene por su hermoso culo. White suelta un gran grito, es su primera penetración anal. Su ano apretado, sumado a sus grandes nalgas, hacen que tenga el mejor culo del mundo. Se lo meto fuerte y muy rápido, sus gemidos se hacen cada vez más fuertes. Le meto los dedos en la boca mientras mi pene le ensancha el ano. Aumento la velocidad de las penetraciónes y le masajeo fuertemente los glúteos. Cada vez más rápido, hasta que lleno su culo con mi semen. Al sacar mi pene, el esperma sale a chorros de su ano. White me pide que la deje descansar, pero no estoy dispuesto a hacerlo. La acuesto boca arriba y meto mi pene entre sus tetas, apretando sus pezones…White gime como loca, parece que sus tetas son muy sensibles. Agarro un seno con cada mano y me preparo para otra descarga. La segunda eyaculada es casi tan abundante como la primera, mi semen cubre toda su cara y parte de sus tetas. El semen se va metiendo en su boca y ella lo traga instintivamente. White vuelve a rogarme que pare, ya no puede más, está muy agotada. Sin hacer caso a sus súplicas, me la sigo cogiendo toda la noche…al amanecer, White sigue dormida en un charco de semen.

Yo simplemente me siento feliz, esa chica será mi esposa y me la podré coger por el resto de mi vida.

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