Mi esposo me lo decia y me invitaba a participar en ellos «Vete tu si quieres, pero que no me vaya a enterar que tu estas metido en líos porque te dejo» se lo advertia quedandome sola en casa. Mi esposo llegaba bien cansado y me decia que lo habia pasado de lo mas bien. Solo le quedaba mirando sin decir nada. El lunes en la oficina muchos participaban en ese juego de pijamas y comentaban lo sucedido en secreto. Yo me mantenia trabajando en mi computadora. Sabemos que mas de algun dia las cosas salen a relucir de una manera u otra cuando Liz compañera de trabajo y participante en dicho juego me pedia que la acompañara al baño que tenia algo que decir. Ahi me enteraba que Liz cogia con mi esposo cada vez que participaban en noches de pijamas y se sentia culpable con ella misma. La verdad estaba preparada para ello porque las noches de pijamas ya las habia escuchado para que era esas tales noches de pijamas.

              Yo tambien ando en pijamas, pero en mi casa. Lo que Liz me habia dicho lo supe tomar con calma y ni siquiera le reclame a mi marido sobre lo que Liz me habia confiado. Me puse a tomar en el balcon de la casa mirando el valle y pensaba qué hacer en los dias en que mi marido se iba a joder en las noches de pijamas. Apagaba la luz del balcon y en oscuras me tomaba mi trago de menta mirando el lucerio a lo lejos del valle. Alguien se asomaba en el otro balcon siguiente y miraba al valle al igual que yo. Lo vi vi que estaba en pijamas, pero desnudo de su cintura para arriba. No se daba cuenta que yo le estaba observando. Alguien lo llamo al celular y de una vez al contestarlo comenzo a insultar. Le miraba como hacía sus grdtos de enojo con sus manos cuando se alteraba y escuhe cuando dijo «Mira puta, te aclaro que no solo tu tienes chocha..de esas hay muchas en este mundo» y colgo la llamada y dijo «Mejor apago esta mierda» se referia a su telefono.

             Desde mi oscuridad le decia que no se enojara porque no valia la pena enojarse de nada. Mi vecino reacciono y trato de ver quien le hablaba y me llamo por mi nombre «Clementina? eres tu?» me puse a reir y le decia que llevaba minutos mirandole. Mi vecino quiso explicarme de su mujer y le detuve diciendo que no valia la pena de hablar de ello y que lo mejor era hacer el buen ambiente entre los dos ya que los dos estabamos a solas «Es verdad Clementina» me decia mi vecino. Mi vecino me invito a su balcon y en segundos yo le acompañaba con mi presencia yendo yo con mis pijams puestas. Apagamos la luz de su balcon y nos dedicamos a contemplar el lucerio del valle. Nos servimos par de tragos y los dos estabamos en pijamas que me hizo hacer la conversacion de noches en pijamas. El vecino me decia que de esa manera le habian roto el culo a su hermana.

             El vecino puso musica de cuando eramos mas jovenes y me preguntaba la historia de cada cancion. A medida que nos entrabamos en la confianza, mi vecino resulto ser en su juventud un hombre que trabajo en un club de mayores donde se presentaba sexo en vivo. Para mi fue novedoso y me explicaba que con eso pagaba su colegio y de la nada se me salia de mi boca decir que yo siempre en mi juventud queria experimentar todas esas locuras a lo que mi vecino me preguntaba «Deberas?» y se lo juraba cuando me pregunto «Entonces te conscientes que eres caliente?» su pregunta me puso un paro, pero en realidad yo siempre reconoci que siempre he sido caliente, pero mi esposo nunca se animo averiguarlo y por un tiempo quise que alguien descubriera mi necesidad por el sabor de las bergas. Hoy resulta que este vecino se acerca mucho a mi zona roja. Fue a su cuarto y me trajo unas fotos tomadas en su epoca cuando trabjaba en dicho cluub…no mentia y miraba cuando tenia clavada a las mujeres de oficio. Lo que mas me llamo la atencion fue cuando estaba listo a un show y tenia su berga bien parada y la mujer en el escenario que lo esperaba con sus piernas abiertas.

            Mi vecino me miro y me preguntaba si queria experimentar como era ese negocio y quedaba trancada de la garganta que no sabia que decir, pero mi cuerpo me gritaba a que lo hiciera mas cuando le vi su berga en la foto. Mi vecino me dijo que solo estaba bromeando y me decia que yo no era de esas. Le respondia que no se equivocara porque a veces las apariencias engañan «Ese es un si al llamado» me decia mi vecino y le pregunte si de hacerlo a donde lo haria y le decia que de mi parte… a mi me gustaria practicarlo ahi mismo en el balcon. Sacamos las sillas del balcon y traimos sabanas para acostarnos en el suelo del balcon. El ambiente tomaba otro giro y me habia comenzado a gustar. Tendimos las sabanas en el piso y de una vez mi vecino me decia que me acostara boca abajo y una almohada bajo mi vientre. Me sentia nerviosa, pero no daba paso atras y continuaba con el proyecto. Me bajaban las pijamas sin ir tan lejos como lo hacía mi esposo y me abrian la piernas y sentia como el peso del cuerpo de mi vecino se venia sobre mis espaldas y me decian en mi oido «Que buenas nalgas tienes» sentia como su mano se bucaba su berga para darmela a sentir. Me abri un poco mas y ahi fue donde se apovecho para que me entrara. Mi vecino era un maestro en la materia y me cogian de lo mejor cuando me quede mirando el lucerio del valle y me preguntaba a cuantas tendran asi como me tienen a mi.

             Mi vecino resulto siendo dueño de dos negocios de sexo en vivo y me ofrecio si mi curiosidad era grande para experimentar lo que se siente vivir esos momentos. Me dijo en que ciudades estaban sus negocios. Yo paso esa ciudad cuando voy a visitar a mi madre y le decia mi vecino cómo podia hacer para sentir en carne propia la experiencia de sexo en vivo. Le dije a mi marido que iba a visitar a mi madre y a éste no le gustan las suegras. Sali de la casa y mi vecin me esperaba en esa ciudad que estan antes de la ciudad onde vive mi madre. LLame ami esposo que me habia pasado un percance con mi carro y me decia que me podia quedar todo el tiempo que yo quisiera siempre y cuando mi auto se arreglara, Mi vecino me pegaba una cogida antes de qe llegara la noche y despues me presentaba el hombre con el que iba hacer el show. La noche llego y mi vecino me cuidaba todo el tiempo cuando me toco la hora. Parecia que no lo intentaria y mi vecino presente me animaba diciendo que lo iba hacer de lo mas bien cuando mire el hombre que iba hacerlo conmigo se paraba al lado mio desnudo…mis ojos directo a su berga y me dije entre si «Estos son escogidos…que berga de hombre

             Entramos al escenario y miraba muy poco por los reflectores fuertes del escenario y ecuche por el parlante que pedian discrecion y silencio al publico. Todo quedo en silencio y cuando senti la penetracion media brusca del tipo, sin querer puje y escuche de la audiencia que alguien dijo «Coño, si que pujo!» era una voz masculina y otra voz que era femenina decia «Y no te das cuenta lo gruesa que la tiene el hombre…es es una berga completa que se va a tragar esa mujer» Trate de evitar los pujidos y sentia como me la habian metido hasta que mi cuerpo se acostunbro a su berga. Solo era quince minutos de show y fingiamos el orgasmo para terminar el show. Al dia siguiente tomaba mi auto para terminar de llegar a la casa de mi madre. Sentia la chocha hinchda y pense en mi regreso que deberia acomañar a mi esposo a las noches de pijamas. De regreso a casa acompañe a mi esposo a las noches de pijamas cuando encontre en la puerta de la casa a mi vecino en su pijamas y desnudo de su cintura para arriba. Me sorpendia de verle acompañado con su esposa y le decia a mi esposo que queria platicar con mi vecino. Mi esposo no dijo nada y se llevaba a la esposa de mi vecino y no los volvia a ver hasta en la madrugada cuando era tiempo de ir a casa. Mi esposo en la casa me pregunto que tal el vecino y yo le pregunte a mi esposo por la esposa de mi vecino y me contesto «Buenisima la vieja».