Valesca y yo estabamos mirando la television cuando mire al papa de Valesca que salia de su cuarto acompañado de una mujer menor que él. El Sr parecia estar feliz y muy platicador y me saludaba cuando me miro sentada en el sofa de la sala. Mire a Valesca y ella sin palabras. El papa de Velesca se iba de la casa con su acompañante. Valesca y yo entramos al cuarto del papa de Valesca y encontramos la cama de él toda mojada. Valesca y yo no ecahabamos a reir y nos imaginabamos lo que pudo haber ocurrido en el cuarto del papa de Valesca. El papa de Valesca estaba en los tempranos cincuentas.

Senti curiosidad de ver mas sobre el papa de Valesca, pero era muy dificil lograrlo. Un sabado Valesca y yo tomabamos un par de cervezas y Valesca caia vencida por el sueño y lo mareada que ella estaba. Valesca se iba a su cuarto y yo quedaba en la sala con el sofa cama. Pasarian media de hora despues de la una de la mañana y senti que alguien abria la puerta de la casa. Si, era el papa e Valesca que habia llegado de no sé donde. Me hice la dormida y al verme acostada en el sofa, él volvia apagar la luz de la sala y se iba para su cuarto. Ni veinte minutos pasaban y este señor salia de su cuarto. Yo cerraba mis ojos haciendome la dormida y éste se detenoa frente al sofa cama para verme. Miro al cuarto de su hija Valesca y decidia meter su mano por debajo de la sabana que cubria mi cuerpo y me tocaba con todo cuidado la panocha, me acariciaba toda mi intimidad y despertaba en mi las ganas de coger casi de inmediato. Alejaba su mano y, yo no sé de donde le decia a él casi murmullando «No se vaya señor…continue». Su reaccion fue de sorpresa en que yo le habia descubierto su agil y picaro movimiento de haberr tocado mi panocha. «oh!…¿Estas despierta? me pregunto él. y yo le conteste que si y que lo habia sentido entrar a la casa. Senti que me acariciaba por encima de mi panocha y desbotonaba la pajama para darle mas comodidad a su mano y yo abria mas las patas para que me comiera a sus anchas y sentia mas rico. Me metio el dedo dentro de la panocha y le decia a él «Don Oscar, no la engañe con el dedo porque ella espera lo que merece». Don Oscar se metio al sofa cama conmigo y yo me quitaba la pajama para él y quedaba desnuda. Nunca antes habia estado con un hombre maduro como Don Oscar y me decia él que me pusiera boca abajo y con mis nalgas levantadas. Segui sus ordenes y me abria las piernas y sentia la experiencia de un hombre conocedor de sexo y sin andar con rodeos me penetraba la panocha que me atrgantaba con mir propios pujidos. Una vez sinti que me tenia enebrada se detuvo por un istante y comenzo a culearme y hablarme en el oido de pusro sexo sucio y me hacía corer en 1,2…por 3. Me senti decepcionada en haber dado mi orgasmo asi de tan facil a un hombre mayor que yo. Valesca se levanto y su papa me tenia hasta los huevos y nos quedamos quietos, bien quietos y Valesca pasaba hacia al baño y yo con ese trozo de berga de su papa metido en mi panocha. Valesca paso de Nuevo y se metia a su cuarto sin enterarse de nada. Don Osar volvia a encenderme la passion y esta vez se lo daba a él como era debido y juntos nos dabamos tremenda corrida. Don Oscar se levanto del sofa cama y se despedia con un beso en mi nuca metiendose a su cuarto. Don Oscar me habia dado tremenda leccion en la cama que nunca lo olvidare.