Yo frente a el, solo usando un liguero, el frente a mi, lentamente desabroché el pantalón y lo baje, en su ropa interior se veía su miembro, notablemente excitado, baje su boxer y salió, instintivamente lo tiene con mi mano, lo sentí estaba caliente y palpitaba dentro de mi mano, empecé a masturbarlo lentamente, acariciando sus testículos, y en ocasiones me masturbaba a la par de el, después subí la mirada, y el sabía que seguía, tomo de mi cabello y empecé a succionar su jugoso miembro, era algo que no había probado en mucho tiempo y ese sabor a hombre me supo tan bien, el me tomaba gentilmente de mi cabello mientras yo hacía gala de mi habilidad y disfrutaba cada centímetro de su pene, se quitó la playera y quedó totalmente desnudo, me soltó el cabello y me pidió que me pusiera de pie, me dijo «ahora sigo yo» y me recosto en cama, abrió mis piernas, y sentí su lengua, mi cuerpo se estremeció completamente a la par, mi piel se erizo, su lengua abría mis labios, y al mismo tiempo hacía succión en mi clítoris, algo que no había sentido nunca estaba pasando, mi cuerpo vibraba yo gemia sin poder controlarme, me estaban tratando como a una mujer como una hembra y lo estaba disfrutando demasiado, metió sus dedos a la par que seguía usando su lengua, mi cuerpo estaba en éxtasis, era un mar de placer, paso un tiempo así hasta que se puso de pie de nuevo, y con su ayuda me puso de pie, nos dimos un beso largo, pasando nuestras manos por nuestro cuerpo, el se acostó y me dijo «69» y yo obedientemente me subí en el dejando su miembro viril y ergido frente a mi, lo cual empecé a succionar, mientras el hacía su magia entre mis piernas, mis fluidos no paraban, su miembro no bajaba, estábamos listos, listos para culminar esta aventura y fue lo que vino a suceder…