El se subió a la cama recargado en la cabecera, yo me subí en el, introdujo su pene ergido en mi, y empecé a montarlo mientras el se daba un banquete con mis pechos yo lo tomaba del cuello para que no me soltará mientras seguía montando, mis interiores apretaban su miembro, mini orgasmos bombardeaban mi cuerpo, sus caricias las mias, todo me llenaba era algo que necesitaba desde hace mucho

De nuevo mi cuerpo acto solo, bajandome, pero volviendo a succionar su verga, el gemia, el estaba en mis mismas condiciones, éramos como dos animales, lo solté lo masturbe un poco y se puso de pie, me llevo de nuevo a la orilla de la cama, ahora me puso en 4, me dió una nalgada en cada nalga y metió su verga dura en mi, yo gemia y hablaba «que rico me das» y el respondía «asi se tratan a las hembras como usted» mientras me penetraba cada estocada que me daba me hacía estar mas cerca del éxtasis final, el era rápido y duro con su movimientos, sus bolas chocaban con mi cuerpo, sus manos apretaban mis nalgas, y su verga cada vez entraba y salía con más rapidez e intensidad, hasta que con una voz agitada le digo «me voy a venir me voy a venir» y al finalizar esto lo siento, siento mi cuerpo llenarse de este placer, alcance el orgasmo final, pero no solo sentí eso, el también termino, y termino dentro de mi, sentir su leche caliente dentro de mi fue la mejor combinación junto con mi orgasmo, saco su miembro ya un poco más flácido pero aún bombeando su leche, y puso un poco en mi cara, yo estaba ahí tirada en cama llena de fluidos, semen y sudor junto con un hombre que me hizo volver a sentir, una hembra de verdad