Son las 4 de la madrugada y no logró conciliar el sueño, así que decido levantarme y dirigirme al salón y empiezo a mirar por la ventana, aún es de noche y la oscuridad es la única que me acompaña esperando a que el nuevo día despierte.

Me gustaría que fuera esta la mañana en que pases por delante de mí y nos encontremos los dos.

No sé si será un día soleado o lluvioso, si yo te veré a ti o serás tú serás la que vendrás a mi encuentro.

Te imagino con una amplia sonrisa en tu cara que logrará iluminar toda la oscuridad y la tristeza que reside en mí, que con tu sola presencia logres hacerme sentir una persona nueva y poder sentir cosas bonitas a tu lado: acariciar tu pelo, rozar tus mejillas con mis labios o simplemente cogerte de la mano para sentir que la vida puede ser maravillosa a tu lado.

Planificar los sueños y los fracasos sin tener miedo a nada y sobretodo poder dejar una huella de nuestro amor en el futuro.

Por esto te estaré esperando, no sé si te tengo que buscar en mis sueños o lo mejor tú estás en el otro punto del mundo esperándome a mí, quizás nunca llegue a conocerte mientras continuaré esperándote.

Aunque quién sabe quizás este día nunca llegué.