Era un día normal, un día más en equestria, un joven iluso que se convertía de niño a adolescente cada segundo que pasaba, solo era un guardia de la princesa luna, un monigote sin importancia que todos podían pasar por alto. En una guardia normal, de pronto algo comenzó a despertar en mí, pues estando firme en la puerta de la reina, con mi lanza y mi casco que cubría todo mi rostro, pude ver a celestia, caminando imponente y pomposa con su mirada en lo alto, inalcanzable e intocable, detrás de ella unas ponis que apenas sabia sus nombres, rarity, Apple pie, y la que siempre me pareció más linda, fluttershy, siempre hacia algo para llamar su atención, aunque sea que me mirara, pero la muy pendeja jamás ni al caso, los humanos eran más que mierda para ellas, yo las veía de reojo en mi guardia, siempre con sus marcas de amor en las nalgotas, la cola parada, a veces adornada con anillos que dejaba ver sus anos grandes como una rosquilla abierta, como si parecieran unos labios listos para dar un beso o recibir una vergota.

En ocasiones en las madrugadas, la princesa celestia pasaba delante mío y podía ver su ano brillante y chorreando líquido, no le tome importancia hasta que comencé a masturbarme, pues eso parecía semen, la muy puta se acostaba con los guardias caballo, seguro le metían todo el chorizo y luego se hacia la santa, pero bueno a mí que mierdas nadie me pela ni las ponis.

Fue en mi día de descanso que paseaba por el campo, salude a una que otra poni que pasaba por ahí, y vi a lo lejos a fluttershy, era mi oportunidad ella jamás estaba sola, tenía que hacer algo, así que me acerque entre arbusto y arbusto, sin que se percatara, de pronto levantaba su cabeza y movía sus orejas como si sintiera un depredador, pero como en equestria todo era paz, seguía pastando ahí sin perder oportunidad, la mire, vi esas deliciosas nalguitas amarillentas, y su cabello rosado, se veía limpia y nalgonsita, su pequeño ano aunque igual en forma, el de ella era rosadito y parecía estar apretadito, pues ese no se abría por nada, estaba nuevecita, la mire un buen rato pastando ya con la verga bien parada, yo no me espere me saque la verga y comencé e a jalármela viéndole el culo, me la jalaba con fuerza tanto que se percató que alguien estaba tras el árbol.

Fluttershy – quien está ahí!

Joven – solo cuidaba que estuviera bien pequeña damisela poni.

Salí de mi escondite y me incline ante ella presentándome como el guardia de celestia, el poni haciendo memoria me recordó, y me sonrió, le pedí que me dejara cuidarla en lo que resta del día a lo que ella acepto.

Después del acuerdo la seguí, ella galopaba feliz dando saltitos con su cola sedosa bien paradita, y yo hipnotizado viéndole el ano y la vagina mientras caminaba, no podía dejare de verla, ese culito tenía que agarrarlo a nalgadas, inclusive le señalaba flores que estaban cerca de mis pies para que viniera a olerlas, así agachaba la cabeza y yo podía ver de cerquita su ano rosadito, en pocas palabras, mientras ella olfateaba flores yo le olfateaba el ano, olía como a durazno.

En una de esas, ya tomándome más y más confianza, cuando olía flores me podía acercar más y más hasta que la tomaba por la cintura mientras lo hacía, mis manos cada vez fueron bajando más y más entre flor y flor, de pronto ya tenía mi mano apretándole una nalga y la muy pendeja ni en cuenta, yo aproveche todo el rato, para agarrarle el culo, pero quería más, así que me atreví, y con el pulgar mientras ella estaba haciendo sus cosas pendejas de poni, le acaricie el borde de su ano, era tan suave, y tan delicado, era así como esponjosito y se sentía el calor que emanaba, fluttershy de pronto sentía mi dedo en su ano pero yo creo era tan inocente que no sabía ni que pedo, yo seguí con mi juego de oler flores y acariciar su agujero.

Minutos después del mismo juego, fluttershy ya tenía mi dedo pulgar metido en su culito, metía la puntita y luego la sacaba por que se movía, metía el pulgar completo y me lo chupaba, su ano succionaba mi dedo y su calidez me lo envolvía, hasta que llego lo inesperado.

Fluttershy – joven guardia, siento extraño me metas tu dedo en mi agujerito. Me dijo apenada.

Joven guardia – fluttershy, no debes sentirte apenada, es como los humanos saludamos, es normal en el planeta tierra.

A lo que la pequeña poni pues no entendió nada y se quedó quieta, yo ya le metía el dedo gordo en el culo y lo remolinaba dentro, cuando ella se agachaba a pastar, yo le olía el culo y se lo lamia, solo escuchaba sus gemidos de pronto cuando tenía mi lengua dentro de ella.

Fluttershy ya por la tarde con el ano todo gratinado, me dijo que se iba a ir a su casa pues tenía sueño, a lo que yo no le permití le pedí me dejara hacer una última cosa, pero debí taparse los ojos, ella acepto y lo hico, le pedí no abriera los ojos por nada del mundo, le iba a hacer algo mágico.

Ya teniéndole empinadita y sus nalguitas al aire, me saque la verga y la puse en su dona, justo en la entrada de ese ano virgen esponjosito, suave y mojado, ella me decía si ya podía abrir los ojos pero se lo impedí, y no ocupe ni hace fuerza, con el más pequeño empujonsito la vergota se me fue hasta dentro, se deslizo hasta el fondo, le poni solo gemía como rata.

Por dentro era inexplicable, su ano apretaba y te envolvía con dulzura y magia de poni, me la volvió durante un buen rato, la agarraba de la cola, de las nalgas, de la cintura, hasta trepado, le metí un cogido a ese ano de poni, el mejor polvaso de mi vida, la poni era tan inocente que dejaba su ano suavecito sin oponer resistencia, alomejor ese culo ocupaba una vergotota de burro para que pudiera chillar de dolor, pero pues la mía es de humano.

Esa tarde fue mágica, que rica cogida le metí, eyaculo en su intestino y la deje chorreando mi semen durante semanas, desde entonces siempre que veo a fluttershy se ve como su culo ya está abiertito como el de celestia, pues me la desvirgue y siempre me pide que la lleve a oler flores, para metérsela en el ano,

Ponches ponis desde ese día me propuse cogerme a todas las pequeñas ponis, son bien putitas, unas solo les doy por el ano, otras solo para mamas sirven, y otras si me gusta su vagina, amo estar en equestria.