Las veces que jugamos a coquetear o exhibir un poco de más en lugares públicos son las ocasiones que más se humedece desde que vamos en el carro, muchas veces ni esperamos llegar a casa y ahí mismo cogemos o mínimo la hago correrse con una buena dedeada, lo caliente es que siempre mientras estamos en el acto empieza a decirme que seguro ya nadie más se la quisiera coger y que si trabajara en un bar no la contratarían como que se quiere humillar, pero empiezo a decirle que sus compañeros de trabajo más jovenes se la quieren coger y que su jefe del trabajo siempre se masturba con sus tetas o que me han preguntado si no la comparto, se moja como nunca y para terminar siempre le digo que quisiera tenerla montando una verga masturbando otras dos una con cada mano y yo terminándole en la cara y tetas como la zorra que es, y ella termina completamente satisfecha, ya después de coger el tema no se vuelve a tocar, pero a veces ya quisiera intentar dar el siguiente paso.