«Estoy cansada de decirle a Mario que deje de ir al bar. Es mas casi ni me toca compadre». Me decia mi comadre quejandose de mi compadre Mario. Mi comadre modelaba dando una vuelta para decirme «No me siento que estoy tan mal para que Mario me eche en el abandon…Mire compadre, ni las tetas estan caidas como él dice» Me decia la comadre hablando quejandose de Mario. La verdad, la comadre estaba buenota y yo solo escuchaba. «Un dia de estos lo clavo con unos Buenos cuernos para que aprenda…quizas asi recapacite». Me quede perplejo y mudo de escuchar decir eso de mi comadre y de saber que ella sabia como joder al compadre Mario. «Llevo un par de dias que me paso la menstruacion compadre y usted sabe como uno de mujer se pone despues de eso». Acentue un si con mi cabeza solamente y mi cabeza se iba por otro lado al escuchar a mi comadre de que exigia sexo a su marido. Me di cuenta que yo tenia una ereccion y buscaba la manera a que ella no supiera. Mario tocaba la puerta y ella la abria encontrando a Mario borracho. Mario me saludo a como saludan los borrachos y se iba al sofa desplomando su cuerpo en el mueble de la casa. «Se fija que no es mentira lo que digo compadre. Hasta sin calzon ando esperandolo a él para que hicieramos el amor porque asi quedamos de hacerlo este dia». Cuando escuche que la comadre andaba sin calzon eso me encendia todas las ganas de coger y commence a buscar la manera de ver como miraba la intimidad de mi comadre y me arriesgue preguntarle a mi comadre si era cierto que ella iba sin calzon «No me cree compadre?» Para convencerme ella se bajaba el short de manera ligera y me enseñaba su toto. Mire al compadre y le decia a ella «A usted se lo meten y el compadre ni cuenta se daria». Ella, la comadre me decia de manera que casi me interrumpia «Es que lo voy hacer compadre». Le vi la Mirada decidida en ella y le pregunte si ella tenia con quien lo haria «No, pero sé donde ir y estoy seguro que a mas de alguno me hara el favor aunque no lo vuelva a ver jamas. Es mas ire a cambiarme de ropa para ir y venir rapido a la casa» me habia dicho la comadre. La comadre se iba a su cuarto y yo observaba borracho al compadre. Me asome al cuarto preciso cuando la comadre habia metido una de sus piernas en un panti color azul oscuro y mire sus tetas como le colgaban de manera que la hacia lucir mas deseable. Ella quedaba muda y me acercaba a su cuerpo en medio a que ella me rechasara. Su pelo negro caia por frente su cara que escondia sus ojos, pero sabia que miraba mi acecamiento hacia ella y una vez cerca cara a cara le decia yo a ella «Quieres que te coja yo?». La comadre se quedo muda y quedaba manzita cuando le tocaba una de sus tetas…ella acento su cabeza diciendome si y en murmullo ella me decia «Mis advertencias fueron ignoradas compadre. Soy mujer hecha de carne y hueso y ya van casi dos meses de nada con él…compadre usted se atreve a meterme mano a mi sin que le importe que somos compadre?» Yo le contestaba a ella «Espera» y luego me sacaba la berga que estaba morada de la ereccion. Miraba la berga y hacia como si le hablara a ella «Mamita…le quieres comer el toto a la comadre?» y luego le decia a mi comadre «Mi berga dice que si..que te quiere comer todo ese toto». Mi comadre se ponia de rodilla y me chupaba con desespero, pero lo hacia de lo mas bien. Poco a poco nos envolviamos en un juego de caricias que llegamos al 69 y ella me suplicaba diciendo «Ya metemelo que la quiero sentir». Tome los tobillos de mi comadre y me los traia sobre mis hombros y para hacer mas emocionate la situasion yo le pedia a ella que me tomara mi berga para ella solo ponerselo en la entrada de su toto y yo empujarlo. La comadre bien obediente lo hacía y yo poco a poco lo hacia y mi comadre se enloquecia que mordia las sabana de la cama. Fue una cogida de las mejores de mi vida y me convenci que esos polvos inesperados son los mejores de los que uno planea hacer. La comadre tiene un toto muy apretado que ninguna gota de leche derramo cuando me corri en ella. Me fui content y en la salida de la puerta de su apartamento ella me despedia dandome las gracias con una risa de oreja a oreja.