LLame a Carmen, mi mejor amiga, al cual ella estaba al tanto de mi mala situacion con Fidel mi esposo y tomando una determinacion en dejar a Fidel, Carmen me llevo a la casa de su papá a tres horas de camino «En cuanto mas lejos, mejor» Me decia Carmen manejando su auto y continuaba hablando «pero eso si Jenny, si lo dejaste que sea de verdad y amarrate los calzones que hombre es lo que mas hay». Toda agoviada le conteste a Carmen que no iba a ver problema alguno y que mi decision estaba bien tomada «No te preocupes Carmen» termine diciendole a mi mejor amiga. LLegamos a las tres de la madrugada a la casa del padre de Carmen. Tocamos las puerta de la casa de Don Gilberto, y éste ya esperaba por nosotras «Hola, buenos dias…lo sentimos de venir a incomodarlo a tan buena madrugada» deciamos casi en coro Carmen y yo. Nos recibian con cafe y luego de manera breve hablamos del problema que yo tenia encima con Fidel. Don Gilberto se mostraba conmocionado de ver mi fracaso porque él me conocia desde muy niña cuando junta con Carmen ibamos las dos a la escuela y secundaria.

              Minutos mas tarde Carmen y yo estabamos arrecostadas hablando hasta quedar dormidas las dos. Jenny habia pedido libre ese dia de trabajo para explicarme que me podia quedar en la casa de su papi «Aqui te podes quedar con mi papá y le ayudas un poco con lo de la casa…mi padre desde que mi madre se marcho necesita de una compañia para que no se sienta solo, lo conoces y me pones al dia como es su comportamiento porque a mi no me gusta que este solo aunque a sus cincuenta y tres años no lo considero viejo, pero con la muerte de mi madre…eso parece que le afecto. Tu y yo tenemos treinta y apenas comenzamos con nuestras vidas» Jenny tuvo que irse de regreso a la ciudad dejandome en la casa de su papá. No me sentia bien, pero de una u otra manera Fidel tenia que salir de mi vida. Se me hacia dificil comenzar una relacion con Don Gilberto, porque la faceta de la vida era otra…eramos dos mayores mas no auqella relacion cuando Carmen y yo ibamos juntas al colegio.

             Sabia como atender a Don Gilberto gracias a mi madre que me enseño a ser una mujer de casa…sin problemas por ese lado. Con Carmen platicabamos todos los dias y me contaba que Fidel era un dolor de culo preguntando por mi por todos los rincones de la ciudad cuando Carmen me contaba que alguien se la queria conquistar…quise aconsejarla, pero al recordar de mi fracaso con Fidel me detuve a decir algo y solo le decia «Cuidado Carmen» mas sin embargo tres semanas mas tarde Carmen me contaba que se la habian cogido y que se la habian cogido bien que cuando termino de contarme yo estaba bien mojada. Desde se momento me entraron unas ganas de coger y fue cuando comence a fijame en Gilberto y le quitaba eso de Don para que no sonara a viejo. Comence a ponerme las bragas de encajes y dejaba la puerta abierta de mi cuarto quedandome asi acostada en la cama. A veces sentia que Gilberto entraba a cubrir mi cuerpo cuando a proposito dejaba de mi cintura para abajo al desnudo con mis bragas de encaje puestos.

              Hasta que una vez se detuvo y me miraba con ojos de hambre y hacía que me despertaba… éste cerraba la puerta de mi cuarto. Me levante y lo buscaba por todos lados y no lo encontraba. Salia al jardin y ahi estaba sentado en una banca fumandose un cigarrillo. Yo salia hasta donde él estaba y me sentaba al lado de él y me decia «Quien podria decir? que tu siendo una mujer ibas a estar aqui conmigo. Jenny has cambiado mucho y eres toda una mujer, lastima que eres la amiga de mi hija» Senti ganas de cogerme a Gilberto y me lo lleve al cuarto porque en el jardin estaba un poco frio. Estabamos solitos y apague la luz del cuarto y le decia que en la oscuridad podria ignorar esa idea de que yo era la amiga de Jenny. En esa oscuridad me desnudaba todita y en sus espaldas restregaba mi bollo contra su espalda mientras él seguia sentado en la orilla de la cama. Con sensualidad me iba a su oido y le decia casi susurrando que me la metiera que eso solo quedaria entre los dos.

              Gilberto se ponia de pie para quitarse su ropa y me preguntababa si yo estaba segura de lo que estaba haciendo…claritamente le conteste que si y sentia por primera vez las manos de Gilberto en mis dos nalgas que me agarraba para entrellarme contra él. Descubria que la agresion era mas explosiva que la de Fidel. Llevaba puestas mis bragas de encajes con una ranura que conectaba directo a la raura de mi panocha, pero él decidia quitarme las bragas y me tiraba a la cama cayendo yo con mis dos piernas abiertas. Gilberto se iba directo a mi pozo y comenzaba a darme lengua como un loco. Extiraba mis pies hacia adelante del placer que me estaban dando y me preguntaba cómo era posible que el papá de mi amiga me estaba siendo suya sin yo nunca imaginarme eso. Mas luego yo le chupaba su hermoso pito al papá de Jenny haciendo que esa cosa fuese mia en mi boca… cuando escuche que me decia Gilberto «Ponte ahora en cuatro» Gilberto se las sabia todas y me puse en cuatro para que este me ensartara en su pito…se me iba toda su berga y Gilberto me decia «Ahora si nena» Gilberto me daba una de las mejores cogidas de mi vida que en ningun momento pensé en Fidel…imposible que Fidel me escuchara los gemidos que el papá de Jenny me estaba provocando a tres horas de camino a donde Fidel estaba. Desde entonces me hice mas amiga de Jenny y cuido con mas delicadeza a su papi para que éste este bien cuidadito. Pensé que estaba sola.