Y en llanto ella me decia lo que su esposo le decia «Estas gorda y los deseos de cogerte no imperan en mi». Casi era lo mismo lo que su esposo me habia dicho con respecto a la gordura de su esposa. Mi amigo mentia al ser escandaloso cuando se referia a su mujer. Su esposa habia subido un par de libras que se podian solucionar solo con ir al gimnasio y comer mas balanceado. Me la lleve al gimnasio con el consentimiento de su esposo y ahi comnezaba todo para mejorar el peso de mi querida Elizabeth. Tres meses mas tarde ella se comenzo a mirar mejor y actuaba con mas confianza al desenvolverse con otros. Nueve meses en total Elizabeth estaba donde ella queria estar, un buen culo. La gorda Elizabeth habia desaparecido. Todo se volvio contra su marido y ella lo rechazaba quizas por venganza o resentimiento. A mi siempre me ha gustado clavar a las mujeres por el ano y Elizabeth se habia convertido una candidata sin que ella lo supiera hasta que una vez me sorprendia mirandole su trasero y me pregunto «Que me miras ahi atras?». Nada le conteste yo y ella se reia diciendome «Dejame quieto eso y si me quieres ver, mirame otra parte de mi cuerpo». Yo me senti incomodo al haber sido descubierto y le pedia disculpas. Su esposo preparaba una fiesta en casa y me habian invitado. Entre el tiempo que quedaba para la fiesta le confese a Elizabeth que yo era loco con hacer el amor con el ano de las mujeres y el de ella me apetecia demasiado,y ella me

decia que yo era un cochino. Le detalle mas diciendole que me gustaba agarrarlas boca abajo desnudas para decirles cosas en el oido mientras las cogia. Ella quedaba muda y me escuchaba como si le gustara y de repente como si despertara de lo imaginado que yo le decia me decia «Tu estas loco, yo no te conocia ese lado». Yo le contestaba «porque tu no quieres». Ella volvia a repetir lo que siempre me decia «Mirame otra parte de mi cuerpo, pero no atras». La fiesta. Llegue a la fiesta de Elizabeth y habian un buen grupo de invitados. Elizabeth, estaba divinamente preciosa con un vestido abierto de la parte de atras que por un poco se le miraba el comienzo de la ranura de su culo. Me volvia loco y en un momneto me decia de broma «Cuidado y no me mires mucho atras porque ya se lo que a ti te gusta. Contigo hay que caminar recto y con este vestido las cosas se facilitarian mejor». Se alejaba para atender otras gentes y al rato regresaba para preguntarme «Ya la tienes dura?». Me sorprendio con su pregunta y le conteste que se diera cuenta por ella misma. En verdad ella me tenia con la verga bien parada. El tiempo transcurria y en un momento que todos estabamos platicando como mayores ella llegaba a mi cuando platicaba con otros amigos, ella de maner disimulada con su puño cerrado ligeramente me rozaba la cremallera de mi pantalon y se daba cuenta de lo que ella habia descubierto. Los dos nos quedamos mirando y ella se reia. Se daba vuelta y miraba su espada desnuda que dejaba ver el vestido abierto de atras. Me fui al auto y me aplicaba crema a lo largo de mi berga y me soprendio Elizabeth al tocarme la ventana de la puerta de mi auto «Abre, abre» me decia ella con apuro y la dejaba entrar a mi auto. Yo me sentia con el valor encima y me deje la berga fuera del pantalon. Me miro a los ojos y poco a poco los de ella corrian la mirada al trozo de berga expuesto a los ojos de ella. Saltamos hacia atras por encima de los asientos delanteros y nos atacabamos como dos fieras en celo hasta sentarla al bordo del asiento trasero. Le subi su vestido y su bikini panti lo sacaba todo de su cuerpo para dejarla desnuda. Me tomo la berga y se la encaminaba por si misma hacia la raja de su vagina y la detuve y le pedia que levantara mas sus nalgas y me decia que por ahi nunca ella lo habia hecho, pero me obedecia a mi pedido y levantaba sus nalgas a la altura de que si podia penetrar su rico y delicioso culo. Con mi berga llena de crema ella sentia como le tocaba la puerta de su ano y al empujar sela encontre resistencia en un ano virgo. Tome mas crema y le meti el dedo para dilitarle un poco mas el cuello de su ano…el dedo le entro y volvi al intento de romper ese culo de Elizabeth. Ella me abrazo y me prenso con su piernas fuertemente y la berga rompia el cuello de su culo y ella me mordia mi cuello y me decia «Me duele». Ya me cogia a Elizabeth por el culo de manera delicada para no lastimarla. «por delante» Me decia ella y despues que yo le habia comido su culo, tome un condon y la cogia por delante y nos arrancabamos con un orgasmo de esos buenos que la vida nos puede dar.. Cogimos y despues de haber cogido ella me pedia si cogia con su marido y yo le decia que si, que cogiera con él. Me decia que cogeria con él, pero que queria seguir cogiendo conmigo. Yo le conteste que asi seria, que seguiriamos cogiendo hasta donde se pudiera. Ella salia de mi auto y me miraba y hacia un gesto en su cara y le pregunte que pasaba y ella me contestaba «Me dejaste con un ardor en el culo, pero me gusto». La vi alejarse del auto y me decia hacia mi mismo «Por fin me comi ese culo».