MI PRIMERA EXPERIENCIA SEXUAL

No hay duda que la primera experiencia sexual para un adolescente no es un tema menor. Yo tuve la suerte de tener a Marta en mi vida y vivir con ella una experiencia maravillosa desde los 13 a los 15 años, que me desvirgo y me permitió entender el sexo y saber sus diversas formas de una manera muy linda y darles placer a las mujeres.

Marta había llegado a casa a trabajar cuando estaba en pleno despertar sexual, tenia 13 años recién cumplidos, se podría decir que en ese entonces era un depredador sexual mental. Recuerdo perfectamente bien que no había mujer que no se salvara de mis pensamientos y fantasías.

Con la perspectiva de hoy en día puedo decir que Marta no era una mujer muy linda que digamos pero era simpática y en esos años de despertar fue mi obsesión sexual. Era delgada de senos grandes, cabello negro largo, ojos negros, una nariz un poco respingona de unos 27 años le calculo, de cutis muy blanco. Desde que ella llego a mi casa siempre la estaba siguiendo cuando hacia sus cosas y no se enojaba por nada. Cada vez que podía estaba al aguaite para ver si le podía ver los calzones y las piernas cuando se agachaba o cosas así, o ver algo de sus senos en el escote del delantal. Una mañana estaba haciendo la cama de mi hermano menor y me vio como le miraba el trasero y se dejo y me dijo, si tú miras yo también puedo mirar entonces, me sentí muy avergonzado y me fui.

Con el tiempo me fui poniendo más osado, cuando salía en su día libre entraba a su dormitorio y lo registraba entero, en una de esas incursiones encontré su ropa intima en un cajón, me encantaban esos sostenes de copa acolchado que se usaban en esos años. En una de esas incursiones encontré un calzón usado con olor a su vagina muy fuerte, fue una delicia sentir su olor intimo, fue una locura para mi que en ese entonces aun no había visto una vagina de verdad sentir ese olor, era lo más cerca de la realidad y era delicioso.

Luego se me ocurrió en otra incursión oler su pijama que si estaba seguro que estaba usado y recuerdo perfectamente como detecte la diferencia entre su olor a seno, vagina y trasero, para un muchacho de 13 años era un todo total.

Una tarde sentí que se estaba duchando y se me ocurrió ver si la podía ver, abrí la puerta despacito y la vi de espalda. Quede impactado de poder ver su trasero y sus piernas por un momento, casi se me escapo el corazón, fue la primera ves que vi a una mujer desnuda en mi vida, me impresiono su blancura y su imagen me acompaño por años. Tenía sueños mojados con ella constantemente luego que la vi en el baño, fantaseaba que podía pedirle algo más, era mi gran secreto.

En el ático de mi casa una tarde calurosa revisando de puro aburrido, encontré una caja con revistas Playboy de la época, fue toda una revelación poder ver mujeres tan bellas y totalmente desnudas, a esa edad era un acontecimiento y subía cada ves que podía a mirarlas cuando no me tomaban importancia en la casa y lógicamente me masturbaba. Una de esas tardes al bajar me encontré con Marta a mitad de la escalera, que venia a ver que estaba haciendo y de puro ingenuo y tonto le conté, pero con la condición que no le dijera a mi madre. A ver me dijo vamos a verlas, yo no quería ya que me podría acusar, pero fuimos igual. Saque la caja y nos sentamos en el sillón, Marta saco una revista y la hojeo calmadamente, abrió la pagina central y la extendió, que lindas y tu que haces cuando las ves, de seguro te masturbas, su comentario me puso rojo de vergüenza, no te preocupes es normal, a ver veamos otra; llego a la página principal y la foto era de una mujer morena muy blanca con la vagina muy peluda, peinada y expuesta, te gusta me dijo y me toco el pene, sintió mi erección y me apretó suavemente el miembro.

Quede helado al sentir su mano y aunque me había masturbado hacia poco me volvió a excitar al instante. Mira me dijo hagamos algo rico mejor, yo se que tu entras a mi pieza cuando no estoy, me revisas las cosas y se que te gustan mis calzones sobre todos los usados; dime, has estado con una mujer antes, nunca le dije, mientras me acariciaba el miembro por encima del pantalón, mira, tengamos esto como nuestro lindo secreto, no le cuentes a nadie menos a tu madre esto es entre tu y yo y nadie más, prométemelo, seguro que no le cuento y prometí con el signo de la cruz. Ya veras lo pasaremos muy rico.

Se desabrocho la parte de arriba del delantal, se saco los sostenes y cayeron sus senos eran grandes y maduros con un pezón que me pareció lo más lindo del mundo era muy negro y hacia afuera con una gran aureola café con granitos, los acerco a mi cara; nunca había visto senos en vivo en mi vida, no atinaba a nada, estaba hipnotizado por ellos, me desabrocho los pantalones, me bajo los calzoncillos y quedo expuesto mi pene erecto que ya tenia su tamaño adulto, mmmmm es bien rico lo que tienes ahí, lo acaricio suavemente y me apretó las bolas. Marta puso una mano mía en uno de sus senos y me dijo, acariciarlo despacio, eran tan suaves, el olor de su cuerpo calentito fue maravilloso para mi, me chupo el dedo índice y lo paso por su pezón y note que se le erizo. Acércate me dijo dale besitos, me acerque y llene de besos el seno, lo tome con las dos manos y lo acaricie en mi cara con el pezón erecto, luego puso un pezón en mi boca muy delicadamente, chupa me dijo pero despacito como si tomaras lechecita, que delicia sentir su pezón en mi boca y succione rico, que delicia, ella gimió suavemente, luego me puso el otro seno en la cara, lo bese todo y lo chupe, su olor a jabón y talco era una delicia en sus senos, me acariciaba el glande mientras chupaba sus senos, eyacule al instante, fue tan rico esa primera ves para mi.

Ya me dijo pero no le digas a tu madre por favor, estas loca le dije jamás le diría; será nuestro gran secreto, veras como vamos hacer cosas muy ricas y lo pasaremos muy bien. Te enseñare de sexo y me darás mucho placer ya veras.

Esa noche solo pensaba en ella y no aguante más, la casa dormía tranquilamente, era muy tarde, me levante muy excitado pensando en Marta, me fui directo a su pieza al fondo de la casa pasando la cocina. Cuando llegue abrí la puerta; ella dormía, con mucho cuidado me acerque a su cama, me saque el pijama y desnudo con una tremenda erección abrí la cama y entre. Ella en un principio no se dio cuenta, la abrace por detrás con mucho cariño, cuando sintió mi pene erecto en su trasero, que la acariciaba y le llenaba de besos la cara, me sorprendió que no se asustara, sabia que ibas a venir te estaba esperando regalón. Se quito el pijama y nos abrazamos desnudos, le bese los senos y los chupe, luego de un buen momento donde nos acariciamos todo el cuerpo y mi mano le acariciaba la vagina y la de ella mi miembro, me dijo a ver déjame hacer no te muevas y me recostó.

A decir verdad me beso entero, no dejo nada de mi tierno cuerpo en ese entonces sin que su boca recorriese incluso mi mismo trasero que le dio un trato especial. Luego se sentó arriba de mi pene y se podría decir que ella misma se penetro con mi pene, fue mi primera vez con una mujer; nunca olvidare como salta arriba mío y sus senos bamboleaban en mi cara, luego paro y conseguí poner un pezón en mi boca, ella subía y bajaba que era una maravilla, avísame cuando estés por terminar me dijo, ella entraba y salía con mucha precisión hasta que casi se saliera y volvía a meterlo era una sensación única, cuando le dije casi estaba por eyacular y que no aguantaba más, ella paro de subir y bajar y se sentó con fuerza en mi pene, empezó a restregarse con todo el miembro adentro hacia los costados al frente a tras, pasado un buen y grandioso momento en que pude ver estrellas cuadradas con el movimiento, con uno de sus pezones en mi boca y con la mano derecha acariciándole el ano como un abanico, eyacule largo que fue una maravilla, nunca lo olvidare, fue sensacional sentir mi pene adentro de ella y que mi leche entrara en su vagina. Quedamos un largo rato sin casi movernos, fue algo glorioso hasta que mi mismo pene se retractara y tuvimos que desconectarnos.

Marta desde ese día fue mi educadora sexual, me enseño todo lo que se y me transformo en un gran amante, todo lo hizo con mucho cariño. Me enseño técnicas que en ese entonces poco y nada se sabían, como ubicar el clítoris y besarlo, penetración anal, 69, caricias todas las inimaginables. En fin ella fue una parte muy importante de mi vida de adolescente, ni mis padres y hermanos se enteraron. Esta claro que muchos podrían decir que ella me uso como un juguete sexual para su satisfacción, pero lo acepto y fue una delicia. Ella trabajaba muy bien en la casa y era bien querida por mis padres, pero un día conoció a un hombre y se tuvo que ir a hacer su vida. Sufrí por ella y la eche mucho de menos cuando se fue; pero me explico la situación y nos despedimos por un largo y maravilloso mes donde no hubo noche que no la visite. Incluso tuvimos la suerte que un domingo nos quedamos solos y nos dimos el lujo de andar desnudos por la casa haciéndonos el amor por los rincones.