A mis veintiun años de edad ya enseñaba clases a escuelas nocturnas debido a mi profesion…profesora. Estaba a un año para contraer matrimonio con mi novio de tres años. Él se llama Leonidas y yo Martika. Ya tenia sexo con mi novio, pero despues de conversar con otras amigas casadas, estas me hablaban de sexo…un sexo que no era el mismo que yo recibia de mi novio Leonidas. Cada ves que Leonidas me hacia el amor me dejaba llena de leche en la entrada de mi raja y creo que no la tenia muy grande y solo le tomaba minutos para acabar en mi. Cuando acababa en mi yo empezaba a ponerme bellaca pero él ya no podia mas. Me dejaba con ganas. Lo acepte asi y, pensé que mas adelante en el acmino todo se arreglaria. Esta parte de mi vida era muy privada y no la compartia con nadie mas. Mi vecino Joe era mi amigo de barriada con solo dieciseis años y me llevaba a todo dar con él. Él Joe) sin saberlo yo lo usaba para ir a todos lados, pero mi proposito era de ver a las parejas cuando estos se besaban con locura. Ver las parejas besarse locamente me ponian muy caliente que mi clitoris sentia el  palpitar de mi corazon. A veces a solas crei que yo iba a ser una ninfomona de marca que iba a coger con cualquiera con tal de lograr de apagar el fuego de las ganas de coger. Joe me miraba extasiada mirando las parejas en accion, pero no me decia nada y solo se reia conmigo. Una vez me entere de una pareja que se escondia en un lugar muy estrategico para no ser vistos y le decia a Joe «Vamos pues» me decia Joe de manera energetica y no me habian mentido. Joe y yo mirabamos como se derritia esa pareja desde un lugar escondido. No sé si Joe se divertia, pero yo si me divertia a lo grande que me sentia muy complacida conmigo misma. Mas emocionante fue cuando el hombre le subia el vestido a su novia para bajarle el calzon a ella. El calzon salia del cuerpo de ella y lo dejaban a un lado de ellos. El novio se bajaba el ziper de su pantalon y ahi mismo se la metia mientras este se bajaba su pantalon hasta poder ver sus gluteos. Esos gluteos bajaban y subian sin ir tan a prisa. Sentia como si me habian dado la medicina correcta. Senti ganas de coger y tenia que esperar un par de horas por Leonidas. Por primera vez escuche a Joe que me preguntaba si yo sentia ganas. Le mire y me ponia muy seria para con él.

«Yo te puedo hacer eso si tu quieres Martika» me dijo Joe. Mire como la muchacha se corria mientras su novio se la daba toda y mire a Joe que se habia sacado su miembro de su pantalon para jalarsela y me decia «Lo siento Martika, pero ya no aguanto». Volvi a ver la pareja y estos ya habian terminado de coger. Ella se ponia el calzon y con su novio se marchaban de lo mas contento. Le pedia Joe que se detuviera de jalarsela y hable con él «Jamas le contaria a nadie» me respondia Joe. Con recelo me le ponia al tiro para que Joe me cogiera por primera vez. Me ponia en cuatro patas para él. Joe me agarraba de mis cinturas y me jalaba hacia tras para hacerme de él y sentia cuando su berga me entraba en lo mas profundo de mi. Nunca antes habia sentido tal cosa en lo mas adentro de mi que ni Leonidas habia podido llegar ahi. Estaba confundida al haber sentido una berga distinta a la de Leonidas. En medio de sus embestidas comence a sentir un placer inigualable. Joe me daba duro y me gustaba sentirlo porque ese si me hacía sentir de él. Poco a poco comence a entrar al trance de una corrida que la sentia venir por todo mi cuerpo. Nunca me imagine que Joe era tan rico y sobre todo su pija de gran tamaño regular que podria decir que se trataba de una pija de siete pulgadas…sin equivocarme. Me venia, me habia hecho acabar por primera vez en mi vida y luego que Joe me anunciaba su acabada «Toda suya maestra…toda» senti su deposito de leche en lo mas profundo de mi ser y los dos quedabamos cansados de tremenda cogida. Nunca le qusie decir nada a Joe de lo rico que me habia cogido y nunca lo compare con Leonidas. Toda lo que podia decir al respecto se quedaba conmigo. Me senti como una pluma liviana despues de la cogida que me habian dado y miraba a Joe de lo mas tranquilo y me dije por un momento «Increible que un muchacho como este tenga la magia para hacerme sentir bien». LLegue a casa y mi pelo tenia un par de hojas atrapadas en mi pelo. Me fui a bañar y la entrada de mi raja estaba seca y no como me la deja Leonidas toda llena de leche. entendi que la leche de Joe estaba muy adento de mi.

Esa noche despues de terminar de dar clases en la escuela nocturna mi raja me pidio por mas pija, pero no la de Leonidas. Fui a buscar a Joe a su casa y su mama me hacia pasar. Ahi estaba Joe jugando con sus juegos en play station. Le dije que lo queria ver y cuando se levanto de su siento pude ver esa berga guardada dentro de su boxer. Me llevo atras de su patio donde tenian muchos siembros y le decia que la queria sentir por un ratito y nada mas. Me quite el calzon y hice que mirara que estaba lista para él. De una vez su pija se le paraba y eso es lo que yo queria. Senti como me sembraba su pija dura en mi chepa «Que alivio» y me volvian a rematar una vez mas. Compare que Joe tenia resistencia y me daba tiempo hasta quedar muy satisfecha. Eran las once de la noche, pero Joe mi gran amigo me acompaño hasta mi casa para que mi padre no se enfadara. Mi padre miro a Joe y se quedo mas tranquilo que ni siquiera pregunto de donde veniamos. Joe se marcho para USA antes de yo contraer matrimonio y ese dia de mi casamiento llore por Joe. Si Joe hubiera sido de mi misma edad me hubiera casado con él, no solo por su sexo sino que ademas era un gran tipo de hombre. Me imagino que su mujer debe estra feliz con él