Senti nerviosismo, pero una vez que senti seguridad que nadie me habia visto tomar la carta de Marcos, recobraba mi aliento y regrese a mi aparatmento para darle lectura a la carta enviada para Marcos. Por qué lo hacía…no lo sé, pero sucedia. Una vez a solas en mi apartamento me daba cuenta que remitia de su esposa Angelica. Abri la carta para leer su contenido. Su contenido era de una lectura que comenzo a elevar mi libido hasta que me mojaba lo mas intimo de mi ser. La carta estaba llena de mucho sexo y morbo. Sentia la adrenalina viva y me daba la idea de que era Marcos en la cama. Desde ese entonces comence a mirar a Marcos de otra manera porque no lo podia impedir y mi cuerpo habia comenzado a pedirmelo a que éste me montara. No creo que Marcos se entero de que su carta enviada por Angelina su esposa le hiciera falta. Mi esposo se habia descuidado un poco de mi y se dedicaba mas a poner mas tiempo a un equipo se futbol de una liga que no traia provecho para el hogar. Recuerdo una tarde que Marcos entraba al edificio mientras yo estando sentada en uno de los peldaños de las gradas del frente del edificio y Marcos me saludaba mientras me miraba los pechos. Llevaba un cafe comprado de la tienda y le pregunte si le gustaba el cafe «Me encanta» me contesto Marcos. A los minutos mire que Marcos arreglaba el buzon.

                    Me sentia culpable por lo que habia hecho…el de haber robado la carta que su esposa le enviaba cada mes, pero ya estaba hecho y no habia paso atras. Poco a poco conoci la hora en que Marcos llegaba al edificio y mi fantasias de puro sexo con él comenzaron a crearse en mi cabeza. Un dia le decia a Marcos que no comprara cafe y que lo invitaba a tomar uno en mi casa. Ese dia del compromiso busque la carta de Angelica y respasaba lo leido en ella y me mojaba cuando tocaban la puerta de mi apartamento. Marcos habia sido puntual y yo tenia la panocha muy excitada. Marcos no llegaba vacio y habia traido galletas para el cafe. Mi esposo no llegaba sino hasta las nueve de la noche y mire el reloj de pared 6:30pm de la tarde. Temparano me decia por mi mente…temprano para echar un polvo si pudiese suceder. Yo estaba lista para usar las artimañas de una mujer femenina y poder hacer caer en mis manos al marido de Angelica. Tenia muchas ganas de coger porque mi marido habia dejado de tener ojos para mi. Le decia lo duro que era para él sin estar sin su mujer mas sin embargo otros que la tienen la desatienden. Marcos se rie y me decia «Asi mismo es y uno se cansa de hacer lo mismo para sobrellevar la necesidad. A veces visito casa de masajes y sus derivados para resolver el problema. Espero que Angelica mi esposa no tarde mucho en aparecer para que este conmigo» me decia Marcos y le pregunte cuanto tiempo mas tenia que esperar para estar con ella y Marcos me contesto «Un año».

                  Hice matematicas ahi mismo y quizas hacíia mal que dije «En un año podemos hacer maravillas con Marcos sin que mi esposo se entere». Marcos me quedaba mirando muy pensativo como si queria decirme algo y me preguntaba en medio de nerviosismo «¿Y a ti?. ¿Cómo te va en tu vida intima?» de una vez respondi «Me va muy mal que mi cama es como un tempano de hielo». Marcos me miro sorprendido para decir «No lo puedo creer». Marcos estaba impactado con mi confesion y le decia a él «No lo he hecho por un buen tiempo que siento que la raja de mi panocha se cerro…¿te puedes imaginar?. Marcos me respondia con algo que me sorpendia a mi favor «Si existe la necesidad de tu parte, yo te vuelvo abrir». Bajo una tension los dos sentados en la mesa me quitaba el calzon por debajo de la mesa y se lo ponia en la mesa. Los ojos de Marcos se ponian muy grandes al ver mis bragas en la mesa y me decia que eso lo de mis bragas en la mesa él lo entendia como un si. Mire el reloj de pared y ya eran las 8:pm a una hora para que mi esposo se asomara a casa. Apague la luz de la cocina donde todavia seguiamos y nos acercamos los dos para rozar los labios de nuestras bocas. Me ponia de pie y me levantaba el vestido para  sentarme con mis dos piernas abiertas diercto en bulto de Marcos. Por un momento pense que Marcos se habia sacado su berga de su pantalon y le decia en su oido «Estas juganado atrazado nene…ya deberia de estar ensartada en tu berga». Marcos despertaba y bajaba la cremallera de su pantalon y entonces saco su berga. Tome posicion y me volvia a sentar en Marcos, pero esta vez si sentia la punta de su berga que abria la cerrada raja de mi panocha para quedar toda atavezada en él.. Las silla era fuerte y aguntaba con los movimientos de los dos al coger en la silla de la cocina. Senti que Marcos me tenia hasta los huevos y me gustaba muchisimo. No era asi lo que deseaba, pero ya era un comienzo y la proxima vez estaria mas preparada para que la sesion fuese mas extensa y con mas tiempo.

               Estaba hambrienta que me comia a Marcos como una fiera en celo y al parecer él tambien estaba en lo mismo…me comia con unas ganas que me llevaba al quinto piso del cielo y de esa manera nos dabamos una acabada (corrida) que nuestros cuerpos quedaron temblando por un par de minutos despues de la acabada o sea corrida. Nos prometimos vernos otra vez para que la proxima vez se tuviera el tiempo requerido y poder coger mas tranquilos los dos. Mas tarde, mi esposo, llego cuando todo habia pasado y miro el calzon mio en la meza y me dpreguntaba «¿Que desorden es esto mujer?». Me disculpe y a los minutos mi esposo cenaba en la mesa que habia sido testigo del encuentro de Marcos y yo.