Recuerdo de mi caracter a mis veinticinco años donde no permitia nada ni a naide en mi entorno que hablara sobre sexo, pero mi cuerpo me decia «No seas tonta y prueba del sexo rico». LLegue a ser muy respetada que cualquiera que pensaba en hablar conmigo lo pensaba dos veces. Mi esposo me bajaba el calzon y hacía lo que iba hacer y nada de inventos de quererlo hacer a su manera…el misionero y afuera, pero sentia que mi cuerpo me pedia mas que yo no sabia lo que podia ser. Poco a poco me convencia que algo andaba mal en mi, pero mi imagen de mujer de hierro tenia que sostenerla para que me respetaran. Fui al supermercado y mientras caminaba buscando en los estantes escuche una voz que me decia de manera sorprendida «No puedo creer lo que mis ojos estan viendo…Graciela, la gran Chela que rompia corazones aunque ahora podria decir que los rompe mas por lo rica que esta». fui estupida en detenerle a que no hablara asi conmigo «Hey! no te equivoques conmigo que yo soy casada con Teodoro» Mi amigo parecia no temer a lo que ya le habia dicho y se ponia a reir y me decía «No jodas con tu Teodoro Chela cuando todos sabemos que él solo lo hace todo con un rapidin. Si yo te agarrara esas nalgas te las dejaria como nuevas porque a lo lejos se ven que no estan bien usadas»  Me senti muy ofendida por aquel viejo amigo llamado Vicente, pero nosotros en el colegio le llamabamos Vicentico. Me dio su tarjeta personal para que le llamara si algun dia le necesitara.

               Me comenzo a llamar al telefono de la casa sin yo haberle dado mi numero del telefono y al preguntarle como habia sabido mi numero telefonico «Oye mi amor, en este mundo todo se sabe…lo consegui por ahi» Le pedia que no llamara jamas y me contestaba que me queria culear y de una vez colge el auricular pensando en lo que me habia dicho que me queria culear. Lo comence a ver dese la ventana del edificio donde vivia con Teodoro y parecia buscarme haber si me miraba en mas de algunas de las ventanas del edificio. Tomo su celular y era a mi a quien llamaba «Mira Chela, estoy aqui en la esquina del edificio donde tu vives, por favor dime cual es tu apartamento. Yo se como tu eres y olvidate de lo que te he dicho de que te quiero culear…eres mi amiga y me alegra el haberte vuelto a ver» Senti sinceridad de parte de él y le decia cual era mi apartamento 4d en el cuarto piso. Yo desde mi apartamento abia la puerta a Vicente. Al solo entrar a mi apartamento le dije que se comportara serio. Platicamos por buen rato y me decia en tono serio que yo emanaba una personalidad de ser una mujer no muy satisfecha en mi vida y le pregunte cómo él podia ecir tal cosa y me contesto que mi cuerpo hablaba por si solo al encontrarme casi intocable.

              Mientras en la mesa, los dos sentados, Vicente me tomo de la mano como si me fuese aconsejar y me decia que yo le recordaba a sus padres por la manera en que me comportaba y me decia «Ahora eres tu Chela y dejate llevar por tus propios instintos, lo que deseas hacer con tu vida y veras que encuentras resultados positivos por ti misma» Me pedia que el queria decirme algo mas, pero solo si yo se lo consentia y acepte cuando me dijo que la tenia parada. Saque mis manos de las de él casi de inmediato cuando me decia que la tenia parada y me pedia que mirara bajo la mesa para que se convenciera de lo que habia dicho. Estaba sometida a sus palabras y no lo queria aceptar y me dijo «Chela, dejate llevar por la Chela que llevas por dentro tuyo» poco a poco me fui con la mirada para buscar bajo la mesa lo que Vicente me pedia que mirara. ire sus piernas extendidas y mi mirada comenzo a correrse a la parte intima de Vicente cuando mire que se habia saado su berga afuera de la cremallera de su pantalon. Quede muy sorprendida de ver que Vicente si tenia una bonita berga y me hizo suspirar.

              Vicente se la guardaba dentro de su pantalon y minutos depsues se marchaba dejandome alborotada toda la panocha. En al puerta de mi apartamento me pregunto si al reunion de los dos habia estado bien o mal. No le conteste su pregunta y me deseaba un buen dia. Fui al baño y mis bragas ya estaban empapadas. Senti que Vicente me hizo sentir lo que yo nunca habia sentido…el de encontrarme hacia mi misma. desde ese dia observe que a la hora en que Vicente habia estado en mi apartmento me bajaban unas ganas de coger y ya no me molestaba de sentirme asi porque ya era yo como Vicente me lo habia dicho. LLame a Vicente para yo poderle visitar a su apartamento, pero éste me pregunto cual Chela serai la que lo visitara y le conteste que la Chela de verdad y me decia «De ser asi, entonces que se venga, pero sin bragas» senti un correntazo cuando me dijo asi y le conteste «Ya llego…pendiente conmigo»

              Vicente me esperaba y no sé de donde me salio en decirle a él DIMELO AHORA. solo estaba envuelto en una toalla y en la puerta de su apartamento me preguntaba «La verdadera Chela o la otra Chela?» le conteste que yo era la verdadera Chela. Entonces yo te lo digo ahora. Tuve el presentimiento que Vicente estaba desnudo por bajo de su toalla, pero ya hablaba la verdadera Chela que no le importaba nada. Vicente me hacía un buen desayuno y me decia que lo ibamos a necesitar. La nueva Chela sentia por primera vez correr la adrenalina pura por todo mi cuerpo y me exitaba con mucha intensidad. Desayunamos y nos fuimos al sofa y poco a poco su toalla se aflojaba hasta quedar todo desnudo para mi. Mis ojos no dejaban de ver esa berga y poco a poco él se fue acercando mas a mas a mi y me pregunto con quien estaba él. Le respondia que lo averigura por él mismo. Metia su mano por bajo de mi vestido acariciando una de mis piernas y subia su mano hasta que me sentia una de mis nalgas desnudas. Me tocaba la otra nalga y descubria que no llevaba bragas puestas conmigo. «Hum! esta es la verdadera Chela» decia Vicente y me preparaba para penetra su berga en mi panocha. Una de mis piernas quedaba afuera del sofa con el talon de mi pie descanando en el piso y el otro pie subido en el respaldar de su pequeño sofa…fisicamnete me tenia toda abierta para cogerme.

              Senti en mi raja humeda como me penetraba poco a poco y me decia lo que él habia pensado de mi panocha «Como me lo imagine, intacta que podria decir que aun falta mas por desvirgar» Yo pujaba porque el grosor de su berga me abria un poco mas la pancocha, pero me iba entrando poco a poco y Vicente era todo un caballero en terminar de desvirgar mi panocha. Dies minutos mas tarde sentia como bombeaba su berga hasta que mi panocha se fue acostumbrando a la berga de Vicente. Ahi en ese espacio pequeño del su sofa me chupo todo que me corria por primera vez en una berga ajena, pero muy rica. Al haber terminado de coger le decia a Vicente que me tenia que preparar con la otra Chela, la sumisa que conoce Teodoro y Vicente me decia «Bueno, para mi que solo venga la Chela que acabao de conocer porque a la otra no la necesito. Me puse reir y le decia que él solo queria estar con la puta de Chela «Correcto» me contesto Vicente. A los dias mi casa llego hacer testigo de la relacion entre Vicente y yo donde las cogidas eran mas fuertes que las que sucedian en la casa de Vicente. En mi casa Vicente si que me revolcaba como una perra en celo. A Teodoro le di señal de la verdadera Chela, pero no entendio la señal y me tuve que divorciar a mis veinticiete años de edad y Vicente ya me habia acostumbrado a ir sin bragas pues éstas ya me estorbaban en mi cuerpo.